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El estado de Nueva York está lleno de viejas y hermosas casas con detalles ornamentados y porches envolventes. Cuando Nick Drummond y Patrick Bakker se mudaron a Ames, Nueva York, la pareja quedó encantada con una vieja casa que, según una leyenda local, era propiedad de un aristócrata contrabandista alemán durante los años de la ley seca en Estados Unidos. La casa de 100 años de antigüedad necesitaba algunas mejoras, así que después de un año de vivir ahí, la pareja decidió comenzar los trabajos de renovación. En un giro sorprendente, la pareja descubrió más de 60 botellas de whisky escocés de contrabando en las paredes de su casa. La mayoría de las botellas sin abrir datan de la época de la prohibición, cuando el misterioso primer propietario de la casa claramente se dedicaba a un negocio ilegal. Por suerte para nosotros, la pareja ha estado documentando las renovaciones—y descubrimientos—en su hogar de contrabando en Instagram.
La pareja estaba más preparada para hacerse cargo de una casa vieja que la mayoría de la gente—Drummond es un diseñador y conservacionista histórico. Sin embargo, cuando llegó el momento de quitar el zócalo de la casa vieja, lo último que esperaban era encontrarse con misteriosos paquetes de paja llenos de vidrio. Debajo de los paneles había incontables botellas de vidrio verde con etiquetas arcaicas que declaraban que eran whisky escocés Old Smuggler de contrabando. Drummond describió a la CNN su reacción al encontrar el tesoro de botellas: “Fue como wow. Esto es como un botín de whisky. Y esto es, de repente, toda la historia de un contrabandista”.
A medida que la pareja descubrió más botellas en la casa, comenzaron a saber más sobre su dueño original. Según periódicos viejos, un conde llamado Adolph Humpfner vivió una vez en la casa. Se le conocía como el “Hombre Misterioso del Valle de Mohawk”. Su verdadero pasado estuvo lleno de nombres falsos, historias inconclusas, extensas propiedades y grandes cantidades de dinero de fuentes desconocidas. Dado el reciente descubrimiento, parece probable que la venta de licor ilegal era uno de sus muchos negocios. La venta de alcohol ciertamente era un negocio lucrativo durante el periodo de prohibición de Estados Unidos, de 1920 a 1933. Cuando Humpfner murió repentinamente—colapsando frente al albacea de su testamento—el alcohol bajo el suelo de su hogar permaneció oculto durante casi 100 años.
Drummond y Bakker planean quedarse con algunas de las botellas vacías para su exhibición, mientras que guardarán otras para beber. El resto se venderá a un precio de unos 1,000 dólares por botella—un whisky tan antiguo es difícil de conseguir. El whisky Old Smuggler se sigue produciendo hoy en día, pero estas botellas son tesoros únicos. Puedes aprender sobre la historia de la casa, sus antiguos habitantes, y las hermosas renovaciones de Drummond y Bakker en el Instagram de Drummond, BootleggerBungalow.
Cuando Nick Drummond y Patrick Bakker decidieron renovar su casa, descubrieron más de 60 antiguas botellas de whisky de contrabando bajo el suelo.
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La pareja se mudó a una vieja casa en el estado de Nueva York; se decía que había pertenecido a un contrabandista, aunque entonces no sabían si el rumor era cierto.
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A medida que encontraban más y más botellas (aún llenas), la pareja comenzó a investigar al misterioso hombre alemán que se hacía llamar conde y que alguna vez vivió en la casa.
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El hombre había muerto repentinamente, dejando su botín escondido durante un siglo. Las botellas son un raro tesoro, y la pareja planea quedarse con algunas y vender el resto a coleccionistas.
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Nick Drummond / Bootlegger Bungalow: Instagram | Facebook
h/t: [Upworthy]
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