Todos los ojos están puestos en la brutalidad de la guerra iniciada por presidente ruso, Vladimir Putin, contra Ucrania. Mientras los manifestantes de todo el mundo piden el fin de la agresión y recaudan donativos para apoyar a quienes defienden sus ciudades, la crisis ha puesto los reflectores en la interconexión de Europa y Rusia. Específicamente, muchas naciones europeas dependen del suministro de gas ruso. Más de una cuarta parte del consumo de gas natural de la Unión Europea proviene de Rusia a través del gasoducto Nord Stream, inaugurado en 2011. Sin embargo, como parte de las sanciones a Rusia y los esfuerzos colectivos de las naciones occidentales mostrar su descontento con el conflicto, Alemania ha detenido la apertura de un segundo gasoducto y aceleró sus planes existentes para la transición a energía limpia y “gratuita”.
Nord Stream 2 aún no tiene autorización; sin embargo, el gasoducto de 11 mil millones de dólares fue construido el año pasado para complementar el suministro de gas natural a Alemania. Dos tercios del gas de Alemania provienen de Rusia, y el gasoducto original, Nord Stream, todavía está en funcionamiento. Ahora, el segundo gasoducto será reevaluado por el gobierno a la luz de los acontecimientos recientes. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, calificó la medida como “un paso moral, político y prácticamente correcto en las circunstancias actuales”.
La posibilidad de que Rusia desconecte el suministro eléctrico a Europa asusta particularmente a Alemania, la potencia económica de Europa. Esta dependencia en un panorama inestable ha provocado que los líderes reevalúen sus planes a futuro. La Ley de Fuentes de Energía Renovable ya había establecido el objetivo de solo usar electricidad renovable para 2040. Una enmienda anunciada la semana pasada acortará el cronograma a 2035, y ya se planea eliminar las plantas a carbón para 2030. La energía eólica y solar serán ampliado para satisfacer las necesidades del país. El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha descrito las fuentes renovables de electricidad como “la energía de la libertad”, reporta Reuters. Independientemente de la geopolítica, tales fuentes de energía ciertamente son más autosuficientes.
Es probable que la dependencia de la energía rusa sea un gran problema a medida que la situación en Europa se intensifique. Algunas naciones como Francia son menos dependientes. “Todo Occidente se alejará de Rusia”, Robert Habeck, el vicecanciller alemán le dijo a Associated Press cuando las fuerzas rusas ingresaron a Ucrania. “Diversificaremos nuestro sistema energético. No compraremos carbón y gas rusos en tal cantidad en el futuro”. Sin embargo, las acciones inmediatas serán difíciles de tomar dado su nivel de dependencia. Las reservas inmediatas de gas pueden sostenerse en una crisis, pero los gasoductos y la guerra actual resaltan solo un beneficio más de cambiar a recursos solares y eólicos localizados.
La guerra actual de Rusia contra Ucrania ha hecho que Europa reconsidere sus suministros de energía: Alemania acaba de acelerar su plan para adoptar la energía solar y otras energías limpias.
h/t: [Reuters]
Artículos relacionados:
Hombre turco planta 30 millones de árboles y crea un bosque en un terreno árido
Ecuador suma un área de 60,000 kilómetros cuadrados a la reserva marina de Galápagos
Este impresionante pabellón sostenible está hecho de enormes “árboles de energía”