La nobleza ha cuidado por mucho tiempo de sus vastos terrenos y enormes fincas. Desde parques de ciervos para la caza hasta parcelas para agricultores arrendatarios, quienes ostentan títulos siempre se han definido en gran medida por ser propietarios de tierras. Los lores y ladies modernos, al menos aquellos que aún poseen tierras que han sido heredadas de generación en generación, deben decidir cómo continuar este legado. Por ejemplo, un joven barón irlandés se ha tomado en serio esta enorme misión, pero de una forma inusual. Randal Plunkett, el 21er barón de Dunsany, simplemente ha dejado que una gran parte de los terrenos de su castillo en el condado de Meath se reintegren a la naturaleza, una iniciativa importante reconocida por la Organización de las Naciones Unidas como fundamental para proteger los ecosistemas de la Tierra.
Plunkett es el último de una larga lista de barones de Dunsany que han ocupado el castillo de Dansany desde 1402. Este hombre de 38 años estudió cine y originalmente no estaba interesado en continuar las tradiciones agrícolas de la finca. Fan del death metal y la carne, Plunkett decidió cambiar sus hábitos hace siete años en respuesta a la crisis climática. Ahora es vegano (aunque todavía ama el death metal), y ha dejado que 300 hectáreas de su finca de 650 hectáreas se reintegren a la naturaleza; es decir, que deje de cultivar y permitir que la tierra vuelva a un estado natural.
La elección de Plunkett está motivada por una profunda preocupación por la salud ambiental de Irlanda y del planeta en general. De acuerdo con la ONU, el mundo debe reintegrar a la naturaleza un área de tamaño de China. Esto ayudará a revertir la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas. La European Rewilding Network aboga por esta misión en Europa. Con la repoblación forestal, especies que a menudo no se habían visto en un área durante décadas tienen más posibilidades de regresar.
Después de dejar que sus terrenos volvieran a su estado natural, Plunkett notó cambios pronunciados. La finca ahora cuenta con 23 tipos de césped, mientras que antes solo existían tres tipos. “Veo crecer muchos árboles jóvenes que no he plantado”, admite. Pájaros carpinteros, lechuzas y mariposas ahora disfrutan ahora de este ecosistema. Los biólogos de la zona incluso han comenzado a estudiar los esfuerzos de la finca, que todavía cuenta con algo de agricultura para cubrir los gastos de una casa histórica.
Aunque quizás sea poco convencional entre sus pares, Plunkett está decidido a llevar el castillo de Dunsany a un futuro moderno y sostenible. Para conocer más sobre esta iniciativa, visita Rewilding Europe.
Randal Plunkett, un barón irlandés y fanático del death metal, tiene una nueva pasión:
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Reintegrar el castillo de Dunsany, la finca de su familia, a la naturaleza.
La ONU recomienda dejar que la naturaleza reclame espacios tocados por el hombre para ayudar a preservar los frágiles entornos de nuestro planeta.
h/t: [The Guardian]
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