Mientras los humanos utilizamos las bibliotecas para tomar libros prestados, los perros de Saskatchewan, Canadá, pueden visitar su parque local para tomar y devolver palos. David Carter y su hijo Jeremiah, de 10 años, crearon la “Biblioteca de Palos” para su goldendoodle de 2 años, llamada Nala, y los demás perros de su vecindario.
A pesar de ser una ingeniosa adición a su parque canino local, esta bilbioteca de palos no es la única de su tipo en el mundo. En 2019, el artesano neozelandés Andrew Taylor también hizo una “bilbioteca” construida a mano para los perros de su parque. Carter se topó con la idea en las redes sociales y decidió crear su propia versión. Trabajó con su hijo para dar con el diseño perfecto: un simple cajón de madera lo suficientemente grande como para albergar un montón de palos. “Tuvimos que discutir sobre las dimensiones que debía tener, para que tuviera la longitud adecuada para los palos que les gustan a la mayoría de los perros, y tuvimos que hacerla lo suficientemente resistente para que soportara estar en el parque para perros”, recuerda este creativo papá.
Con algo de madera que les sobraba, Carter enseñó a su hijo a hacer realidad su diseño. Se pusieron a trabajar utilizando diversas herramientas, y Jeremiah incluso utilizó un quemador de madera para grabar la caja. “Se nos ocurrió la idea de llamar a cada uno de los parques para perros una ‘rama' de la biblioteca, lo que nos hizo reír un poco”, dice Carter. “Luego [Jeremiah] puso las letras y lo armamos por completo”.
Actualmente hay dos ramas abiertas en Saskatchewan, pero el dúo padre-hijo ya está planeando abrir más. Incluso están pensando en crear una biblioteca más avanzada, con ganchos para objetos perdidos y una sección para pelotas.
Por supuesto, lo mejor de este proyecto comunitario es ver la reacción de los perros. Carter dice: “Ha sido realmente emocionante ver a los perros correr hacia la caja y tomar un palo”. Pero a diferencia de las bibliotecas humanas, no hay políticas estrictas de devolución. “Aquí tratamos con perros, así que las normas son bastante laxas”, dice Carter. “No tenemos una política de devolución ni nada por el estilo. Esperamos que la gente devuelva los palos”.
Echa un vistazo a la biblioteca de palos de Carter y Jeremiah a continuación.
David Carter y su hijo Jeremiah, de 10 años, crearon una “biblioteca de palos” para los perros de su vecindario en Saskatchewan, Canadá.
Su goldendoodle de dos años de edad, Nala, es una gran fan de la nueva biblioteca.
A diferencia de las bibliotecas humanas, aquí no hay una política estricta de devolución.
Doodles of Saskatoon: Facebook
h/t: [The Dodo]
Todas las imágenes vía Doodles of Saskatoon.
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