Los perros y su excelente sentido del olfato han sido una gran ayuda para el ejército ucraniano en su lucha contra los invasores rusos. Los valientes cachorros ucranianos incluso han recibido medallas de honor por su capacidad para detectar y eliminar artefactos explosivos. El ejército ucraniano ha incorporado recientemente un nuevo recluta canino a sus fuerzas, y ha llegado a través de Rusia. Un pastor belga de 3 años fue encontrado después de ser abandonado por soldados rusos y ahora está ayudando a los esfuerzos de defensa ucranianos.
El perro, llamado Max, no estaba muy bien cuando fue encontrado cerca de la región de Mykolaiv, en el sur de Ucrania. Antes formaba parte del ejército ruso, pero fue abandonado después de que las tropas capturaran un pueblo de la zona y se retiraran posteriormente. Max fue rescatado por una familia ucraniana de la zona; se moría de hambre, pero había sobrevivido con comida podrida. Lo acogieron y lo cuidaron hasta que se recuperó y lo entregaron a la Guardia Nacional ucraniana.
Max solo sabía órdenes en ruso cuando llegó, pero desde entonces ha aprendido ucraniano. Muy inteligente y atlético, el cachorro se ha convertido rápidamente en el favorito de los guardias y ha sido reasignado al área de detección de minas. “No podemos entender por qué los rusos han dejado atrás a un animal tan encantador”, dijo un soldado. “Los ucranianos adoran a los perros, los consideran parte de la familia”.
En un post en Facebook, la Guardia Nacional expresó su agradecimiento a la familia que les llevó a Max. “Estamos muy agradecidos con la familia; para ellos, la cuestión —dar el perro a los militares ucranianos o venderlo por una suma redonda, como les ofrecieron— no era [una cuestión] en absoluto. A partir de ahora, Max servirá en el lado correcto, defenderá a Ucrania y morderá [traseros] rusos”.
Un pastor belga de 3 años fue encontrado después de ser abandonado por soldados rusos y ahora está ayudando a los esfuerzos de defensa ucranianos.
Se llama Max, y fue rescatado por una familia ucraniana. Max se moría de hambre y había estado sobreviviendo con comida podrida.
La familia lo curó y lo entregó a la Guardia Nacional de Ucrania, y ahora se dedica a la detección de minas. Max es el favorito de los soldados.
h/t: [Daily Mail]
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