Tal vez no lo sabías, pero hay bonsáis que pueden dar frutas de tamaño normal al igual que los árboles de huerto. A pesar de su corta estatura, los bonsáis pueden ser resistentes proveedores de frutas gracias a que nacen de las mismas semillas que los árboles normales. Dado que un árbol frutal bonsái es genéticamente igual a los de un huerto, sus frutos suelen alcanzar el tamaño de las frutas que vemos en el supermercado. Así, estos bonsáis crean una hermosa yuxtaposición de tamaños.
La mayoría de las especies de árboles pueden convertirse en bonsái con el cuidado adecuado. El bonsái es una tradición japonesa que consiste en podar, cultivar y entrenar árboles para que mantengan su pequeño tamaño característico. Con varios años de poda, alimentación y cuidado por parte de un jardinero, los árboles comienzan a tomar la forma deseada. En lugar de parecer una parte cortada de una planta más grande, las hojas se encogen para que se ajusten a la estructura. No obstante, los frutos suelen ser grandes: las manzanas, limones, membrillos y granadas alcanzan un tamaño normal y son comestibles. Debido al tamaño del árbol, la cantidad de fruta cosechada de un bonsái es inevitablemente limitada, pero de cualquier forma estas plantas están pensadas más como forma de arte que como una árbol productivo.
Como técnica de jardinería, el bonsái fomenta la contemplación y la disciplina. El cuidador debe moldear continuamente el árbol con soportes de alambre y podando las hojas. Las raíces también deben recortarse periódicamente para que quepan dentro de macetas pequeñas. Por ello, es recomendable aprender sobre los árboles bonsái y su cuidado antes de comprar uno. Hay muchos tipos y formas de bonsáis, y todos tienen estrategias de cuidado diferentes. El bonsái es un compromiso de tiempo y energía, pero con el cuidado correcto estos árboles pueden vivir cientos de años: los bonsáis más antiguos que se conocen tienen más de 1,000 años.
Estos bonsái dan fruta de tamaño normal porque son géneticamente iguales a los árboles de huerto.
Casi todos los árboles de fruta pueden convertirse en bonsáis con los cuidados adecuados.
Si bien las hojas de un bonsái se encogen para parecer en miniatura, las frutas (como manzanas, limones o granadas) a menudo crecen hasta alcanzar un tamaño normal.
Los bonsáis son una forma de arte, pero no son muy productivos debido a su tamaño.
El cuidado de los bonsáis puede ser intensivo, así que asegúrate de investigar sobre los tipos de bonsáis y su cuidado adecuado antes de comprar uno.
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