Hoy en día, con lo sencillo que es tomar una foto en el teléfono sin que nadie se dé cuenta, es fácil olvidar lo inusuales que eran las fotografías improvisadas en el siglo XIX. En ese entonces, fotografiar a alguien suponía grandes dificultades tecnológicas, por lo que en la mayoría de las imágenes las personas retratadas se encuentran sentadas, con semblante serio y tranquilo. Podríamos llegar a pensar que así era la sociedad de la época; sin embargo, gracias a un ingenioso estudiante noruego, hoy podemos vislumbrar cómo era la vida en la década de 1890.
Carl Størmer (1874-1957) era un joven estudiante de matemáticas cuando compró su primera cámara oculta. Era tan pequeña que el lente cabía en el ojal de su chaleco y estaba conectada a su bolsillo por un cable, lo que le permitía tomar fotos a escondidas. Según su biografía para los Miembros de la Royal Society, su pasión por la fotografía comenzó con un enamoramiento secreto. “Cuando era un joven estudiante en la Universidad de Oslo se enamoró de una chica que no conocía y era demasiado tímido como para acercarse a ella”, revela su biógrafo. “Deseando tener por lo menos una fotografía de la joven, decidió que la única forma de obtenerla sería tomándola él mismo, sin que ella se diera cuenta”.
El enamoramiento le duró poco, pero Størmer siguió fotografiando a gente en Karl Johans Gate, la calle principal de Oslo, durante el resto de sus años universitarios, desde 1893 hasta 1897. El resultado es una colección de cerca de 500 imágenes que muestra una gran variedad de personas comportándose de manera casual y relajada. Trabajando como un paparazzo, Størmer saludaba a personas y tomaba fotos mientras se acercaban a él. Las imágenes resultantes muestran desde saludos amigables hasta miradas sospechosas, en uno de los primeros ejemplos de fotografía callejera.
Størmer llegaría a convertirse en un exitoso físico y matemático, dando clases en la Universidad de Oslo por 43 años. Fue conocido por sus estudios sobre la Aurora Borealis y nunca dejó de lado su amor por la fotografía. Escribió textos de astrofotografía para principiantes e incluso organizó una muestra de sus fotografías callejeras cuando estaba por cumplir setenta años.
Cuando era un estudiante de 19 años, Carl Størmer utilizó una cámara oculta para fotografiar la vida en Oslo, Noruega, entre los años 1893 y 1897.
Las cándidas fotografías, tomadas en secreto, son algunas de las primeras fotografías callejeras de la historia.
h/t: [Bored Panda]
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