En los confines de Mongolia, un pequeño grupo de nómadas mantiene viva la tradición de la caza con águilas. También conocida como cetrería, esta antigua costumbre requiere que los cuidadores expertos entrenen a las aves de presa para ayudar en la caza de animales salvajes. En la antigüedad, esta práctica estaba limitada a las clases altas, pero actualmente el berkutchi—como se le conoce en Mongolia—es un rito de iniciación para los hombres jóvenes de la región de Altai, al oeste de Mongolia.
Las águilas doradas son las aves más utilizadas en la región, una hazaña sorprendente considerando que son aves muy difíciles de entrenar. A pesar de ello, los 300 guardianes de las águilas que quedan establecen un vínculo profundo con estos animales, trabajando con ellos de forma magistral para cazar zorros y pequeñas liebres. El fotógrafo Daniel Kordan recientemente pasó un tiempo con un grupo de cuidadores de águilas, donde pudo capturar la belleza de sus vínculos.
Cada septiembre se celebra un gran festival de berkutchi, que atrae a turistas de toda la región. Sin embargo, la experiencia de Kordan fue mucho más íntima, ya que recurrió a guías locales para entablar lazos con familias locales, quienes le dieron la bienvenida y lo presentaron con los guardianes de águilas de la zona. Sus imágenes demuestran el poder y la habilidad de los cuidadores y las águilas, así como el orgullo que ambas partes sienten por su misión compartida.
Kordan, quien también dirige expediciones y talleres de fotografía, volvió de Mongolia con un renovado respeto y aprecio por las personas con las que se encontró. Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre sus experiencias y conocer más sobre las maravillas que aguardan en Mongolia si lo acompañas en su próximo viaje.
¿Por qué decidiste enfocar una serie de fotografías específicamente en los cuidadores de águilas?
Me fascina la cultura nómada. Es una cultura esquiva, casi extinta hoy en día. Solo quedan unos 300 cuidadores de águilas que mantienen viva esta tradición milenaria. Es difícil de resguardar y es tan fácil avanzar hacia la “civilización”, pero estas personas intentan mantener la tradición y transmitirla a las siguientes generaciones.
¿Qué fue lo más sorprendente que aprendiste de los guardianes de las águilas?
Que la gente está realmente muy feliz con esta vida, no importa lo difícil que sea. Incluso los niños pueden cuidar de un águila a partir de los 13 años . ¡El vínculo con las aves es muy fuerte! En realidad, incluso las miradas del águila y su amo son parecidas entre sí. También respetan a su ave y la liberan en la naturaleza después de que cumpla 10 años.
¿Nos puedes compartir un poco sobre su rutina diaria?
Comienzan el día temprano, cuidando de sus caballos, ovejas, cabras, cocinando y haciendo pieles. Cerca del invierno y en la primavera migran de un lugar a otro. A veces los nómadas necesitan viajar miles de kilómetros, así que la migración de invierno es lo más fascinante. Todos los días necesitan armar su tienda Ger y mudarse a otro lugar con todos sus rebaños. Eso requiere de mucha resistencia y trabajo.
¿Qué esperabas retratar de su cultura en tus fotografías?
Espero que las personas sigan preservando y valorando sus tradiciones. Es difícil llegar a estos lugares, por lo que he tratado de mostrar la cultura única de los nómadas al mundo.
Originalmente, ¿cómo hiciste contacto con ellos?
Encontré guías locales y conductores para llevarme a los nómadas. Me tomó un tiempo encontrar los contactos adecuados durante mi investigación. Básicamente, todas las familias nómadas están conectadas, por lo que después de encontrar la primera conexión, es fácil comunicarse. También hablo ruso y me ayudó a comunicarme con ellos, ya que algunas personas mayores saben ruso desde la era soviética.
Volverás a visitar a los cuidadores de águilas de Mongolia en 2019 como parte de una expedición fotográfica. ¿Qué pueden esperar las personas que participan en el programa?
Sí, ¡Estoy muy emocionado de volver!
Organizamos un increíble festival de cazadores de águilas, donde nuestros invitados pueden sentirse como si estuvieran dentro del set de una película. Todos los cazadores de águilas son muy amigables con los fotógrafos. El principal festival público de águilas berkutchi es muy popular ahora, y atrae a miles de personas, así que es casi imposible tomar buenas fotos allí. Por eso, organizamos nuestro propio festival privado solo para nuestro grupo. Estoy muy feliz de poder apoyar la cultura nómada de esta manera.
¿Qué esperas que el público se lleve de tus fotos de Mongolia?
Espero que la gente piense en sus tradiciones nativas. Debemos respetar a nuestros ancestros y continuar preservando la cultura tradicional definitivamente hace que nuestras vidas sean mejores y tengan un propósito.
Daniel Kordan: Sitio | Facebook | Instagram
My Modern Met granted obtuvo permiso de Daniel Kordan para reproducir estas imágenes.
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