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Seguro has escuchado el refrán que dice que “no puede la cebra despojarse de sus rayas”. Pero, ¿qué pasa si no las tiene? Aunque las cebras son fácilmente reconocibles gracias a su distintivo patrón de rayas blancas y negras, estos animales pueden tener una apariencia diferente. El reciente avistamiento de un adorable potro con lunares en la reserva nacional de Masái Mara en Kenia lo demuestra.
Es imposible no tararear “una de estas cosas no es como las otras” al ver a la pequeña cebra entre los adultos. El recién nacido se llama Tira, igual que el guía masái que lo descubrió, Antony Tira. Las imágenes fueron tomadas por el fotógrafo Frank Liu, quien visitó la reserva buscando rinocerontes, y sus fotos se han vuelto virales desde entonces. El propio Liu quedó sorprendido cuando se topó con Tira; de hecho, pensó que se trataba de una especie diferente debido a su falta de rayas.
Aunque este no es el primer avistamiento de una cebra con puntos—se reportó la existencia de una en 1977—es verdaderamente inusual y puede que sea la primera observación documentada en Masái Mara. Y ¿a qué se debe su apariencia tan inusual? Tira y otras cebras como él tienen una mutación genética llamada pseudomelanismo, que causa anomalías en su patrón de rayas.
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Normalmente, las cebras tienen una distribución uniforme de células especializadas llamadas melanocitos. Estas células producen la melanina que da color a su pelaje y piel. En este caso, los melanocitos hacen que la piel de las cebras sea negra, por lo que ese es el color que verías si las afeitaras por completo. Aunque el porqué de las rayas blancas sigue siendo un misterio, se cree que ayudan a ahuyentar a los depredadores.
En el caso de Tira, Greg Barsh, genetista del Instituto de Biotecnología HudsonAlpha, dijo a National Geographic que aunque los melanocitos están bien, por alguna razón la melanina no toma forma de rayas. Desafortunadamente, las cebras con estas anomalías no suelen vivir mucho tiempo. Además de ayudar a las cebras a camuflarse de los depredadores, se cree que las rayas también ayudan a repeler a los insectos y a regular su temperatura corporal. Todo esto significa que una cebra que carece de rayas tendrá más dificultades para adaptarse a las exigencias de la vida en la naturaleza.
h/t: [Mental Floss, National Geographic]
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