Fotógrafo captura los rostros de los extraños que dan vida a Nueva York

El fotógrafo Colin Ridgway, quien reside en Brooklyn, Nueva York, pasa su tiempo en las calles de Manhattan, capturando los rostros que dan vida a la Gran Manzana. Un apasionado de su oficio, Ridgway aprendió por sí mismo los pormenores de la fotografía y la posproducción al sumergirse en cursos que encontró en línea. Ahora, el fotógrafo continúa perfeccionando sus habilidades para capturar la esencia de su amada ciudad.

Actualmente, ser un fotógrafo callejero en Nueva York no es fácil. No solo hay que competir con legendarios artistas de la cámara de décadas pasadas; ahora también hay una gran cantidad de fotógrafos que capturan y comparten su trabajo inspirado en Nueva York en línea. Ridgway ha pasado por un autodescubrimiento artístico en los últimos años, descifrando cómo hacer que su trabajo destaque entre las incontables imágenes de Nueva York que inundan el Internet.

Al enfocarse en las personas que habitan en la ciudad, Ridgway le da al público pequeñas porciones de una vida inequívocamente neoyorquina. Cada figura solitaria es expertamente enmarcada por escenarios que arraigan la imagen a la ciudad de Nueva York. El metro es un actor de reparto en la narrativa de Ridgway, donde se convierte en un hogar para las reflexiones de quienes se mueven por esta metrópolis.

Tuvimos la oportunidad de conversar con este prometedor fotógrafo sobre su trabajo, sus fuentes de inspiración y lo que lo impulsa a seguir documentando las calles de Nueva York. A continuación, lee nuestra entrevista exclusiva.

¿Cómo te iniciaste en la fotografía?

En mi penúltimo año de universidad, fundé una pequeña marca de ropa. Entendiendo la importancia de que mi producto tuviera una presencia fuerte y limpia en mi sitio, tomé una cámara, una hoja de papel blanca y dos luces comencé a fotografiar los productos. Después de importar las computadoras a mi laptop, me sentí muy frustrado al descubrir que todos los fondos eran de color gris y no blancos como los que vi en otros sitios; así de inexperto era para cualquier habilidad fotográfica o de edición.

Me dirigí a Internet y comencé a ver tutoriales sobre fotografía de productos y encontré el proceso de Photoshop para eliminar un producto, hacer un fondo blanco y mantener intactas las sombras originales. Suena tonto, pero me sorprendió muchísimo. Descargué Photoshop y Lightroom de inmediato, fotografié productos, exploré imágenes de estilo de vida y formé nuestro lookbook. Cada noche me quedaba despierto hasta tarde viendo cualquier tipo de tutorial de edición en YouTube que pudiera encontrar, sin importar el estilo de fotografía del que hablara. Estaba sumergido.

¿Qué hace que la fotografía de Nueva York sea tan especial?

Nací y crecí en Long Island y actualmente vivo en Brooklyn, por lo que siempre he tenido una obsesión con todo Nueva York. Ya sea en la ciudad, las playas o el norte del estado, creo que hay algo que diferencia a este estado de los demás. Trabajé en la calle 55 justo después de salir de la universidad, y Manhattan se había convertido en mi obsesión del momento; los sonidos, la gente, el vasto paisaje urbano tenían una naturaleza tan poderosa que no podía sentir en ningún otro lugar.

Me dirigí a Instagram para ver la ciudad a través de los ojos de otros. Vi a fotógrafos como Steven John Irby, Dave Krugman, y Humza Deas. Me sorprendió la forma en que capturaron Nueva York y sentí que tenía que usar la fotografía como una forma de expresarme y mostrar a la gente cómo ver Nueva York a través de mis ojos. Pensé que, si pude descifrar la fotografía de producto, ¿por qué no podría descifrar la fotografía callejera y de paisajes urbanos?

¿Qué buscas cuando decides a quién fotografiarás?

Cuando salgo a retratar me propongo encontrar cuatro cosas: luz, un sujeto único, una locación (preferiblemente con algo relacionado a Nueva York), y una linda composición/marco. Encontrar los cuatro elementos juntos es difícil, pero si tomas una foto con todo, sabrás por qué vale la pena.

Trato de ser lo más “Nueva York” que pueda en mis fotografías. Busco sujetos que tengan algo único que me recuerde a un clásico o verdadero neoyorquino. ¿Están vestidos de cierta forma? ¿Caminan de cierta forma? ¿Miran de cierta forma? ¿Su mirada va con la escena por la que caminan? Sea cual sea el caso, ciertas acciones tienden a atrapar mi atención y sé cuando un sujeto es el adecuado. Mi estilo se ha movido hacia capturar personas en sus rutinas diarias; algunos me notan, otros no, pero de cualquier forma, se puede contar una historia.

¿Qué te atrajo de la fotografía callejera?

Siempre quise ser como otros fotógrafos de la gran ciudad. Tenía tanta envidia de cómo esta gente era la voz de la actitud de su ciudad a través de plataformas como Instagram. Desde 2015, empecé a levantarme temprano antes de ir a trabajar y elegía un lugar para el amanecer, llevaba mi cámara al trabajo, e iba a otro lugar al atardecer. En ese momento, solo me enfocaba en paisajes y no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, pero sabía que amaba salir y tratar de ser creativo.

Continué visitando estos diferentes paisajes por toda la ciudad, y era divertido, pero después se super saturó con otros fotógrafos que hacían lo mismo y editaban de la misma forma. Pensé que era el único que se inspiraba en los grandes nombres [de la fotografía neoyorquina], pero pero al parecer esta tendencia se hizo popular y me desanimé porque no era realmente la voz que quería ser, había muchos de nosotros haciéndolo y ninguna foto era única ya que todos fotografiábamos lo mismo y contábamos la misma historia.

Di un paso atrás en la fotografía para iniciar otra marca de ropa. Sabía que quería hacer algo, pero los elementos tangibles no eran la respuesta. Vi un video en YouTube sobre el fotógrafo Tim McGurr y algo me conmovió; en lugar de tomar fotos de puntos famosos de Nueva York, podía tomar fotos de las personas de la ciudad que viviendo su vida cotidiana; eso es lo que hace a Nueva York, Nueva York.

Desde entonces, me obsesioné con expresarme a través de mis fotografías y dejando que mis amigos y familiares vieran cómo veo la ciudad en la que vivo, y todo se precipitó desde ahí. Llevo mi cámara conmigo en el transporte público, durante el fin de semana, y en caminatas por la ciudad. Hay una historia que contar en cada cuadra de la ciudad sin importar la hora, el día o la temporada.

¿Qué esperas que la gente se lleve de tu trabajo?

Trato de enorgullecer a los neoyorquinos, y despertar la curiosidad de los foráneos sobre cómo es vivir aquí. También rato de inspirar a otros fotógrafos a salir y tomar fotografías. Así comencé a apasionarme por esto, y si una persona toma una cámara porque los inspiró mi trabajo, entonces mi trabajo estará hecho. He tenido la fortuna de hacer a algunos de mis amigos más cercanos mientras tomo fotos en la calle. ¡Incluso alguien me envió un mensaje diciendo que compró un boleto para venir a Nueva York gracias a mi trabajo!