Desde que su tumba fue descubierta en 1922, el rey Tutankamón ha causado sensación. También conocido como el niño rey, Tutankamón subió al trono cuando solo tenía ocho o nueve años de edad. Aunque solo gobernó por nueve años, dejó una marca después de su muerte. La tumba del joven faraón quizás ha enseñado al público más sobre el antiguo Egipto que cualquier otro descubrimiento, y un objeto (su daga) encontrado entre las riquezas tiene un origen extraterrestre.
La daga de Tutankamón fue descubierta en 1925 mientras se hacía la excavación de la tumba. Con poco más de 30 centímetros de largo, su hoja de hierro está montada en un mango de oro. Aunque ya es bastante espectacular por sí sola, lo que hace que esta daga sea particularmente especial es el origen del hierro usado para hacer la hoja. Usando análisis de rayos X, se determinó que la hoja está hecha de hierro mezclado con rastros de níquel y cobalto. Esta combinación de materiales apunta a una fuente inusual: un meteorito de hierro.
Desde los años 60 se creía que la daga se había sido forjada a partir de un meteorito de hierro. Para poner las cosas en perspectiva, la fundición de hierro era bastante rara durante la época del rey Tut. De hecho, era tan raro que los objetos de hierro tenían más valor que el oro y sólo se usaban por razones artísticas, ornamentales, de regalo o ceremoniales. La naturaleza ornamental de la daga comparada con otros objetos rudimentarios de hierro encontrados en la tumba ha dejado a los investigadores con la hipótesis de que fue un regalo de un territorio vecino. Ahora, los investigadores solo necesitaban descubrir de dónde procedía el hierro.
En 2016, un grupo de investigadores publicó un estudio que determinó definitivamente la composición y los orígenes de este material espacial. Realizaron sus propios rayos X utilizando una tecnología de vanguardia llamada espectroscopia de fluorescencia de rayos X para confirmar la composición de la daga. Luego, con el fin de averiguar qué meteorito se utilizó, miraron los registros históricos de impactos de meteoritos dentro del radio del imperio del rey Tutankamón.
Después de reducir la lista a solo 20 sitios, usaron la composición precisa de la daga para descubrir al meteorito específico. Eventualmente concluyeron que provenía del meteorito Kharga, que fue descubierto en el año 2000 en una meseta de piedra caliza en un puerto marítimo al oeste de Alejandría. Es increíble pensar que los antiguos egipcios vieron caer el meteorito y recorrieron toda esa distancia para recoger este precioso material.
h/t: [IFL Science!]
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