A primera vista, podrías pensar que las obras de arte oceánico de la artista Bethany Moffat son fotografías, pero en realidad se trata de una serie de dibujos hiperrealistas hechos con lápices de colores. Moffat, quien reside en Brisbane, Australia, pasa varias semanas trabajando en cada pieza, dibujando la suave superficie del océano un trazo de lápiz a la vez.
Moffat renunció a su trabajo para dedicarse a dibujar de tiempo completo hace seis meses, y desde entonces ha estado “haciendo olas“, como dirían en inglés. Su fascinación por el océano se traduce en un portafolio que celebra la tranquila belleza de olas y ondulaciones en tonos azules profundos. “Crecí junto al mar, por lo que experimenté tanto el miedo a las aguas profundas como la belleza de su creación”, dice el artista. “El aire marino salado tiene un poder curativo. Siempre me fascinará cómo el mar puede ser tan aterrador y tumultuoso, pero a la vez tan tranquilo”.
El meticuloso proceso de Moffat es un reflejo de su increíble paciencia, y celebra el poderoso e interminable flujo del océano mismo. Cada pieza posee capas y capas de tonos profundos y sombreados realistas, por lo que no es de extrañar que Moffat necesite muchos lápices de colores para conseguirlo. Para su último dibujo, titulado Moonlight, la talentosa artista utilizó alrededor de 70 lápices. ¿Te imaginas la cantidad de veces que tuvo que sacar punta?