El fotógrafo húngaro Márton Mogyorósy ofrece una mirada desde el cielo de Barcelona a través de sus hermosas fotos aéreas. Evitando monumentos famosos como la Sagrada Familia y La Rambla, y apostando por retratar gemas menos conocidas, Mogyorósy nos da un tour poco usual de la ciudad por mar y tierra.
Enfocándose en la simetría única del paisaje urbano, Mogyorósy retrata elementos geométricos en cada una de sus composiciones. Ya sean cubos de cemento en medio del mar o los triángulos, rectángulos y semicírculos característicos de una buena planeación urbana, las formas que se repiten dan armonía visual a todas las fotografías.
Varias imágenes de la serie se enfocan en Walden 7, un edificio residencial localizado a las afueras de Barcelona, en Sant Just Desvern. Diseñado por el gran arquitecto español Ricardo Bofill, conocido por haber transformado una vieja fábrica de cemento en su nuevo hogar, las torres curvas forman un conjunto laberíntico. En las fotos aéreas, la arquitectura del edificio recuerda a una muñeca rusa, con cada pieza contribuyendo a la estética general.
En su trabajo, Mogyorósy demuestra lo fascinante que puede llegar a ser la fotografía con drones. Desde las alturas, este instrumento nos muestra el mundo desde una perspectiva única, ofreciendo una nueva manera de ver cualquier lugar o espacio. Esta nueva visión de la capital catalana nos permite apreciar cómo cada cubo y curva da forma y dimensiones a la arquitectura tan característica de la ciudad. Y, gracias al trabajo de Mogyorósy, estos pequeños detalles por fin tienen su momento bajo los reflectores.