Una inquietante frase de ocho palabras, escrita sobre una de las pinturas más famosas del mundo, ha sido un misterio para los historiadores del arte por más de un siglo. En 1904, un crítico de arte danés notó un graffiti en las nubes rojas de El grito de Edvard Munch. El mensaje dice: “Sólo pudo haber sido pintada por un loco”. Por mucho tiempo se pensó que esta misteriosa frase—agregada en algún momento después del debut de la pintura en 1893—quizás fue escrita por un espectador descontento o fue una acción de Munch. Este largo debate finalmente ha sido resuelto con ayuda de la tecnología moderna. Utilizando fotografía infrarroja para comparar la escritura a mano con las cartas y los diarios de Munch, los expertos de la Galería Nacional de Noruega afirman que este mensaje fue escrito por el propio artista.
Munch, figura clave del expresionismo noruego, pintó varias versiones de El grito. El cuadro original, que es el que tiene el mensaje, data de 1893. De acuerdo con el artista, decidió pintar esta inquietante imagen tras experimentar una alucinación en un paseo al atardecer. La sensación de dolor que irradia la figura central fue bastante desconcertante para el público cuando la pintura se exhibió por primera vez, y algunos sugirieron que la obra indicaba el estado mental del artista. Por esta razón, los estudiosos se han preguntado si una mano anónima habría tallado el mensaje que llama a Munch un “loco”.
Mientras estaba cerrado por obras, la Galería Nacional decidió inspeccionar la pintura de Munch bajo luz infrarroja. Las imágenes producidas permiten ver mejor los contornos de las palabras escritas en la pintura. Los expertos compararon la escritura a mano con muestras de escritura del artista. Así, llegaron a la conclusión de que la mano que escribió este mensajes es la misma que pintó El grito. Pero, ¿por qué Much escribiría esta frase en su propia pintura? Se sabe que Munch se tomaba muy en serio las críticas a su estado mental, ya que en su familia había antecedentes de enfermedades mentales. De acuerdo con un comunicado del museo: “Es probable que Munch añadiera la inscripción en 1895, o poco después en respuesta a los juicios sobre su obra”.
Munch se describía a sí mismo como un alma torturada, y luchó con el alcoholismo y las enfermedades mentales durante buena parte de su vida. “La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles negros que vigilaron mi cuna y me acompañaron toda mi vida”, escribió el artista. Su pintura más famosa, El grito, ha inspirado innumerables representaciones del dolor a lo largo de las décadas. Afortunadamente, los últimos años de su vida fueron de éxito comercial y esta paz se tradujo en pinturas más soleadas. Munch murió en 1944, mientras Noruega estaba bajo ocupación nazi, quienes habían sacado los cuadros de Munch de los museos alemanes. Hasta la fecha, 11 de esas obras siguen desaparecidas. Hoy puedes ver muchas otras de sus piezas en Noruega, cuya Galería Nacional reabrirá en 2022.
El grito de Edvard Munch contiene un mensaje oculto que ha desconcertado a los estudiosos durante un siglo.
La inscripción implica que la pintura fue realizada por un “loco”.
Por mucho tiempo, la pregunta ha sido: ¿el mensaje fue escrito por un espectador o por el propio artista?
Con fotografía infrarroja y análisis de escritura a mano, el Museo Nacional de Noruega descubrió que el propio Munch escribió este graffiti.
El grito y su mensaje oculto estarán a la vista cuando el museo vuelva a abrir en 2022.
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