Nueva tecnología revela un cuadro secreto debajo de ‘La habitación azul’ de Picasso

La habitación azul Picasso

El maestro del modernismo Pablo Picasso alguna vez dijo que “solo hay una forma de ver las cosas, hasta que alguien nos muestra cómo verlas con otros ojos”.  Aunque probablemente se refería al cambio de perspectiva relacionado con las corrientes vanguardistas, esta misma idea también puede aplicarse a otros aspectos de la práctica artística de Picasso—aún cuando los “diferentes ojos” requieren de rayos X.

En 2014, un grupo de investigadores e historiadores de arte de la Colección Phillips, la Universidad de Cornell, la National Gallery of Art y el Museo Winterthur hicieron un descubrimiento sorprendente. Debajo de La habitación azul (un cuadro de Picasso pintado a principios del siglo XX) se escondía una misteriosa pintura oculta. Los restauradores habían sospechado de su existencia por décadas, pero la tecnología para detectarlo no  era suficiente hasta hace poco.

Antes de examinar más de cerca este descubrimiento, es importante entender la historia y el significado de La habitación azul.

La historia de La habitación azul

Pablo Picasso pintó La habitación azul mientras vivía en París en 1901. En ese entonces, el artista acaba de entrar en su periodo azul, una fase caracterizada por su interés por temas sombríos y el uso de tonalidades frías. La habitación azul es un ejemplo perfecto de este estilo, ya que su sujeto—una mujer bañándose—está a solas, y en la paleta de colores del cuadro predomina el azul.

La habitación azul Picasso

Pablo Picasso, “La habitación azul”, 1901 (Foto: Wikimedia Commons Dominio Público)

Antes de pintar La habitación azul, Picasso asistió a la Exposición Universal de París de 1900. En esta feria mundial vio una colección de pinturas impresionistas y postimpresionistas expuestas, y decidió incorporar algunos de sus elementos en La habitación azul.

“El trabajo de Degas y de Henri de Toulouse-Lautrec tiene una gran influencia en esta pintura”, explica la Colección Phillips. “El estudio de Picasso en el boulevard de Clichy fue el escenario para esta escena de una mujer desnuda inclinada en la bañera. El cartel de Toulouse-Lautrec, May Milton (1895), cuelga de la pared como homenaje; el artista había fallecido en septiembre de 1901, poco antes de que Picasso creara esta obra”.

May Milton de Toulouse-Lautrec

Henri de Toulouse-Lautrec, “May Milton”, 1895 (Foto: Wikimedia Commons Dominio Público)

En 1927, la Colección Phillips adquirió La habitación azul, el primer cuadro de Picasso del museo. En ese entonces, el artista se encontraba ya en su periodo surrealista, una fase caracterizada por representaciones oníricas de figuras con rasgos faciales confusos y cuerpos contorsionados. Mientras que La habitación azul estaba muy lejos de este nuevo estilo, Duncan Phillips (fundador del museo) prefería la naturaleza emocional de las primeras piezas de Picasso, lo que le llevó a comprar este “espléndido y suntuoso cuadro“.

El retrato secreto es revelado

Como primera adquisición de Picasso por parte del museo y una de las primeras piezas conocidas del período azul del artista, La habitación azul sigue siendo una de las pinturas de Picasso más preciadas de la Colección Phillips. En 2014, su estatus se elevó aún más, ya que se convirtió en el centro de atención internacional.

En colaboración con la Universidad de Cornell en Nueva York, la National Gallery of Art en Washington DC y el Museo Winterthur en Delaware, la Colección Phillips descubrió una imagen oculta bajo la superficie de La habitación azul. Realizado horizontalmente sobre el lienzo, este cuadro representa el retrato de un hombre barbudo, con la cabeza apoyada sobre su mano. Los conservadores de arte creen que esta pintura fue terminada poco antes de La habitación azul, cuando un Picasso adolescente aún no tenía dinero suficiente para apoyar su prolífica práctica. “La reutilización de lienzos era una práctica común para Picasso en aquella época, ya que era bastante pobre”, explica la Colección Phillips.

Si bien la identidad del hombre sigue siendo un misterio, el descubrimiento del retrato añadió, literal y figurativamente, otra capa a La habitación azul—una que los conservadores tenían la esperanza de encontrar desde hace años.

 

Pistas de una pintura oculta

La habitación azul de Pablo Picasso

Detalle de “La habitación azul”

Aunque la noticia de este retrato secreto salió a la luz en 2014, este descubrimiento no se hizo de la noche a la mañana. “El estudio colaborativo de La habitación azul de Picasso ha estado en curso durante varias décadas”, explicó la Colección Phillips en un comunicado de prensa.

En 1954, un conservador del museo notó inconsistencias en las pinceladas de La habitación azul. Con los nuevos avances tecnológicos, los investigadores pudieron estudiar estos sospechosos cambios en la pigmentación y la textura, que culminaron con la confirmación de una segunda pintura en 1997. Sin embargo, no fue hasta 2008 que los conservadores pudieron distinguir finalmente la figura del cuadro, que, para 2014, podría ser visto con asombrosos detalles.

 

Proceso científico

Descubrir el retrato oculto en 2014 requirió de un equipo de científicos y varias herramientas de última generación. En Cornell, los científicos utilizaron mapas de intensidad de fluorescencia de rayos X para trazar la distribución de los pigmentos en toda la composición.

Inspirados por el uso de la tecnología de imágenes multiespectrales de la National Gallery para descubrir imágenes ocultas en otras pinturas de Picasso, los conservadores de la Colección Phillips utilizaron una cámara infrarroja y un filtro espectral de onda larga para obtener una imagen más completa en 2008. Luego, en 2012, los investigadores de Cornell utilizaron un detector XRF para complementar los escaneos infrarrojos.

Finalmente, dos años después, todos los participantes del proyecto compartieron sus hallazgos en la Colección Phillips. “Cada uno de los científicos de la conservación y sus equipos hicieron breves presentaciones resumiendo los resultados de sus análisis”, explica el museo. “Su conversación reveló mucho sobre el trabajo de los primeros años del periodo azul, incluyendo que el retrato, aunque sin firmar, parece ser un cuadro completo. Además, los pigmentos utilizados en ambas pinturas son idénticos, lo que aumenta la probabilidad de que ambas hayan sido pintadas a mano por Picasso”.

 

Después del descubrimiento

El 17 de junio de 2014, se dio a conocer la noticia de La habitación azul. Esta historia, que ofrece un vistazo poco común al ámbito de la conservación del arte, ilustra el papel de la colaboración dentro de los museos y detalla un periodo significativo en la vida de Picasso, atrayendo la atención del público como ninguna otra noticia.

“Nuestro público muere por saber”, dijo Dorothy Kosinski, directora de la Colección Phillips. “Es una especie de trabajo de detective. Es darles una puerta de acceso que creo que enriquece, tal vez añade misterio, mientras que les permite ser parte de la construcción de un rompecabezas”, dijo. “Cuanto más entendemos, mayor es nuestra apreciación de su significado en la vida de Picasso.”

 

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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