La fotografía cambió la forma en que la gente ve el mundo, así como la forma en que recordamos la historia. En 1839, fue lanzado el primer proceso fotográfico disponible comercialmente: el daguerrotipo. El sexto presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams, fue el primero en ser retratado utilizando este proceso. Esta imagen tomada en 1843—tiempo después de que Adams dejara el cargo—es uno de los 26 retratos presidenciales en blanco y negro tomados antes de que existiera la fotografía a color. El restaurador de fotografías y colorista James Berridge, quien vive en el Reino Unido, se propuso colorear estas históricas imágenes monocromáticas. Así, ambicioso proyecto da vida a la historia presidencial estadounidense de una manera nueva y accesible.
El proyecto de Berridge comenzó cuando recibió una solicitud para restaurar una imagen de Abraham Lincoln. Berridge, quien tiene experiencia en postproducción de video, había restaurado fotografías históricas durante varios años. Cuando presentó su versión restaurada, le sorprendió la reacción al retrato a color de Lincoln: el publicó quedó impresionado por lo “realista” que se veía un presidente que vivió hace un siglo y medio. Inspirado por esta conexión visceral con una figura histórica, Berridge emprendió un proyecto para restaurar y colorear un retrato de cada presidente estadounidense del que solo hay fotografías blanco y negro. En total, colorear las 26 fotografías le tomó más de 100 horas de edición en Photoshop.
Entre los presidentes estadounidenses, Andrew Jackson fue un proyecto de restauración particularmente difícil. Solo existen dos fotografías de esta figura, y el mejor daguerrotipo para el proyecto estaba muy rayado y desgastado. Para restaurar con precisión las características de Jackson, Berridge tuvo que basarse en los detalles de un grabado que se había extraído de la imagen original. Por el contrario, el retrato coloreado de Theodore Roosevelt está basado en una imagen prácticamente intacta. Curiosamente, una de las restauraciones puede o no ser de un presidente. En 1845, cuando se suponía que Zachary Taylor debía ser investido, el presidente electo se negó a prestar el juramento del cargo en la fecha señalada porque caía en domingo. Como resultado, el senador David Rice Atchison técnicamente puede haber sido presidente pro tempore por menos de 24 horas. Aunque muchos historiadores descartan que esto haya sucedido, Berridge lo incluyó en su proyecto de todas formas, para tenerlo cubierto.
Berridge describe su proceso de coloración como lento pero meditativo. Usando escaneos de dominio público de impresiones fotográficas o negativos, Berridge comienza limpiando cada imagen. Borra las motas de polvo y los arañazos para restaurar la claridad utilizando la herramienta de pincel curativo de Photoshop. El contraste también se ajusta para resaltar los pequeños detalles que dan vida a cada presidente. Por último, utilizando la función de máscara, Berridge agrega color a la imagen. Todos los elementos requieren tonos base, medios tonos y sombras. Los tonos de piel requieren capas y capas de matices. Colorear fotografías antiguas es todo un arte, y si tienes curiosidad puedes ver su hipnótico proceso en su canal de YouTube. El último paso es probar la apariencia de la imagen en diferentes tipos de pantallas, para asegurar que el presidente se vea realista para todos aquellos que se encontrarán con su imagen. Lo bueno, lo malo y lo feo: los presidentes estadounidenses cobran vida a color.
My Modern Met tuvo la oportunidad de charlar con James Berridge sobre este maravilloso proyecto. A continuación, lee nuestra entrevista exclusiva.
Has coloreado y restaurado fotografías históricas por unos dos años. ¿Cómo surgió tu interés en este tipo de trabajo?
Para mí, fue realmente el increíble trabajo de Marina Amaral lo que me convenció por primera vez de los méritos de la coloración como forma de arte. Yo, junto con muchos otros, me encontré mirando retratos fotográficos que tenían más de 150 años pero que ahora parecían haber sido tomados ayer.
Tengo experiencia en trabajo creativo, particularmente efectos visuales y composición, y pude apreciar el nivel de habilidad—tanto creativo como técnico—necesario para completar las coloraciones con éxito. Más importante aún, pude ver que a pesar de mi experiencia creativa previa, no tenía la menor idea de cómo producir una imagen coloreada por mí mismo. Creo que fue este nuevo respeto por el oficio y el deseo de aprender a realizarlo yo mismo lo que realmente despertó mi interés por colorear imágenes.
¿Qué tipo de investigación histórica precede al trabajo sobre una imagen?
Bueno, empiezo investigando si todavía existen fuentes primarias de información sobre el color. Por lo tanto, busco objetos de las fotografías que aún sobreviven hasta nuestros días. Los archivos de los museos son invaluables para hacer referencia a elementos como uniformes militares y empaques históricos.
Luego me sumerjo en fuentes secundarias como pinturas, diarios e informes de periódicos de la época. Eran este tipo de métodos los que solía utilizar para establecer los colores de ojos y tonos de piel presidenciales. Si bien la exposición del público a los eventos puede haberse limitado a grabados o fotografías en blanco y negro, todavía tenían un gran interés en el color de las cosas en la vida real. De modo que a veces encontrarás, literalmente, descripciones coloridas de lo que informaba la prensa.
Sin embargo, estos métodos de testigos oculares pueden no ser confiables, ya que pueden haber sido filtrados por gustos y prejuicios de la época. Por ejemplo, la actriz de cine mudo Colleen Moore tenía heterocromía, uno de sus ojos era marrón y el otro azul. Aunque la prensa a menudo hacía lo que podía para ocultar esto, las portadas de revistas pintadas de la época la muestran con dos ojos marrones. Por eso, siempre es importante buscar múltiples fuentes cuando sea posible.
Finalmente, si no puedo encontrar ninguna fuente de investigación para un elemento en particular, hago lo que puedo para encontrar fuentes similares de la misma época. Muy a menudo es imposible encontrar el jarrón o alfombra exactos que aparecen en una fotografía, pero aún existen otros ejemplos del mismo periodo de tiempo para basarme en ellos. De esa manera al menos la paleta de colores será auténtica.
¿Qué es lo más difícil de colorear una imagen en blanco y negro?
Probablemente, al menos para mí, es que una imagen realmente no comienza cobrar vida hasta que tal vez haya terminado en un 90% en términos de proceso. He trabajado en imágenes antes durante potencialmente 16-17 horas, para las imágenes más grandes, sin saber si la imagen realmente se verá bien cuando termine de trabajar en ella.
Esto tiende a pesar bastante en el proceso, lo que me hace cuestionar constantemente si debo dejar de trabajar en una imagen en particular mientras todavía se ve terrible. Aunque ciertamente se ha convertido en un problema menor a medida que he ganado más experiencia, ahora soy consciente de que esto es parte del proceso. Sin embargo, incluso ahora no me siento completamente a gusto con una imagen hasta que se hayan alcanzado esas etapas finales.
Para la fotografía de Andrew Jackson, una de las pocas que existen, tuviste que hacer un “control de daños” extenso combinando la foto con un grabado hecho a partir de la imagen. ¿En qué se diferenció este proceso de una restauración estándar?
Bueno, mi proceso de restauración habitual es intentar utilizar partes no dañadas de una imagen para reparar las partes dañadas. En el caso de esa fotografía de Andrew Jackson, estaba demasiado dañada para que ese proceso de muestreo fuera efectivo.
El mayor cambio en el proceso fue que finalmente comencé a ver la fotografía de Andrew Jackson como un caso de reconstrucción de su imagen más que de restaurar su fotografía. Hice todo lo que pude para hacer coincidir mi imagen reconstruida con la fotografía original, pero creo que a veces aceptar las limitaciones a las que te enfrentas de manera creativa hace mucho para ayudarte a avanzar con los proyectos.
Creo que siempre veré esta coloración de Andrew Jackson como una mala restauración en el sentido tradicional; pero en términos de mostrar cómo se veía en la vida real, estoy bastante orgulloso de mi trabajo.
Las fotografías coloreadas a mano fueron muy populares a finales del siglo XIX. ¿Cómo ves tus métodos digitales modernos en relación con la coloración histórica? ¿Descubriste alguna imagen coloreada a mano de los presidentes?
Siempre me asombra lo que la gente pudo hacer a través de coloraciones a mano durante ese periodo. Creo que gran parte del trabajo de esa época, en particular las imágenes de Japón, todavía se mantiene bien hoy. Siento que la existencia del colorear a mano en el pasado muestra que las fotografías en color eran populares, pero potencialmente no eran una opción asequible para mucha gente. Por lo tanto, es poco probable que sea cierto el concepto general de que cada fotografía en blanco y negro fue en blanco y negro puramente por elección creativa.
Es agradable sentir que yo y otras personas que practican la coloración digital estamos reviviendo de alguna manera una forma de arte perdida. Pienso tristemente que los intentos en la década de 1980 de colorear clásicos del cine como Casablanca, con resultados previsiblemente pobres, dañaron mucho la coloración como concepto.
En cuanto a los presidentes, vi bastantes grabados teñidos a mano, pero no creo haber visto ninguna imagen fotográfica teñida. En términos generales, no suelo usarlos para la investigación porque a veces encontrarás exactamente el mismo grabado coloreado en varios estilos diferentes. Sin embargo, a veces encuentro fotografías antiguas que tienen notas de coloración escritas en el reverso de la sesión fotográfica, documentando los colores originales. Desafortunadamente, ese no fue el caso con ninguno de los presidentes en los que trabajé o eso hubiera sido de mucha ayuda.
Mencionaste que las imágenes coloreadas de los presidentes hicieron que los espectadores se conectaran con la humanidad del pasado. Ya sea una figura controvertida o un héroe popular, las fotografías en color pueden dar vida al pasado. ¿Cuál es el valor histórico que ves en los proyectos de coloración de imágenes?
Creo que es difícil conectar a las personas con el pasado a menos que puedas ayudarlas a sentir empatía por quienes vivieron antes que nosotros. Las películas siempre han hecho un trabajo fantástico en esto, al igual que las recreaciones históricas. Profesionalmente, por mucho que pueda lamentar decir esto, creo que la película Titanic de 1997 ha hecho más para educar al público en general sobre ese desastre de lo que cualquier libro o documental sobre el tema podría esperar lograr. Lo hizo de manera singular al hacer que te preocupes por la gente en el barco y también al hacerte entender, aunque sea de una manera muy pequeña, algunas de las experiencias horribles que tuvieron que enfrentar. Evidentemente, siempre hay alguna licencia creativa con películas como estas; pero, creo que en términos de encender la imaginación del público, son increíblemente útiles.
Una coloración permite a la audiencia mirar una figura histórica como pudo haber lucido durante su vida. Cuando puedes ver enrojecimiento en las mejillas de alguien o manchas de nicotina en su barba, vuelve a estar vivo.
En cierto modo, creo que la coloración es una manera perfecta de involucrar a las personas con la historia durante la era del Internet. Deslizar rápidamente las imágenes es básicamente la forma en que exploramos el mundo de hoy y, en su mayor parte, no solemos enfocarnos en ninguna de esas imágenes durante mucho tiempo. Lo maravilloso de las coloraciones es que te hacen detenerte cuando ves una en tus redes sociales; te hacen interactuar con la imagen. ¿No quieres saber quién está en la imagen y por qué se considera lo suficientemente importante como para que valga la pena colorearlo?
Creo que mucha gente siente que quienes colorean fotografías están tratando de mejorar esa fotografía de alguna manera. Y en mi experiencia eso realmente no es cierto. Muchas personas se interesan inicialmente en la coloración porque quieren ver a sus seres queridos como alguna vez los recordaron, o porque quieren poder ayudar a sus nietos a apreciar su historia familiar. No estamos tratando de mejorar las fotografías, estamos tratando de mejorar las conexiones; ya sea al pasado o al futuro.
A continuación, ve algunos de los videos que muestran a todos los presidentes estadounidenses a color, así como el proceso de Berridge para crear estos retratos presidenciales actualizados.
Mira a los presidentes en orden cronológico.
¿David Rice Atchison fue presidente de Estados Unidos?
Mira a Berridge hablar de su proceso.
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My Modern Met obtuvo permiso de James Berridge para reproducir estas imágenes.
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