Desde la década de 1980, Jeff Koons ha producido arte que desafía nuestra percepción sobre la cultura del consumo. Este reconocido artista sacudió al mundo del arte por primera vez cuando exhibió aspiradoras comerciales como si fueran esculturas, iniciando una conversación sobre el rol de los objetos materiales en nuestras vidas. Desde entonces, su trabajo y estilo han evolucionado, con lo que ha dado vida a algunas de las esculturas más famosas en la historia del arte contemporáneo. Desde estatuas inspiradas en la cultura pop hasta esculturas gigantes de animales hechos de globos, sus piezas continúan inspirando a los espectadores a cuestionar la realidad con algo de humor.
“El trabajo del artista es hacer un gesto y mostrar realmente a la gente cuál es su potencial”, dijo una vez Koons. “No se trata del objeto ni de las imágenes; se trata del espectador. Ahí es donde ocurre el arte”.
Estas seis esculturas de Jeff Koons muestran cómo ha evolucionado su práctica artística con el paso de los años.
New Hoover Convertibles, 1981-1987
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Koons comenzó a crear su primera serie de obras de arte, titulada The New, en 1979 cuando todavía era un artista desconocido y trabajaba como corredor de bolsa en Wall Street. A lo largo de los años 80, expuso aspiradoras en vitrinas de plexiglás iluminadas con luces fluorescentes industriales.
El artista creció durante la década de 1950, cuando se alentaba a las familias estadounidenses a adoptar roles de género tradicionales y mostrar su estatus a través de los objetos que poseían. Al glorificar las aspiradoras de esta manera, Koons invitaba a los espectadores a reexaminar los objetos cotidianos como símbolos de género, limpieza y clase.
Michael Jackson and Bubbles, 1988
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Esta enorme y opulenta escultura se basa en una fotografía de Michael Jackson y su mono mascota, Bubbles. El incisivo uso del oro por parte de Koons hace referencia a estatuas religiosas medievales y modernas, así como al costo de la fama y lo que representa ser una celebridad. “Quería crearlo de una manera muy parecida a un ícono divino”, explicó Koons. “Pero siempre me gustó la radicalidad de Michael Jackson; quien hacía absolutamente todo lo que fuera necesario para poder comunicarse con la gente”.
Balloon Dog (Red), 1994-2000
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Balloon Dog (Red), parte de la serie Celebration de Koons, es una las obras más emblemáticas del arte contemporáneo. Esta fascinante pieza una de las muchas esculturas inspiradas en criaturas inflables. “Siempre me han gustado los animales con globos porque son como nosotros”, dijo Koons sobre este proyecto, “Somos globos. Tomas un respiro e inhalas, es un optimismo. Exhalas y es una especie de símbolo de la muerte”.
Aunque pareciera que puede reventar con el toque de una aguja, Balloon Dog (Red) está hecha de acero inoxidable pulido con efecto espejo, cubierto con un barniz transparente. Koons también ha creado versiones más pequeñas y coleccionables de esta escultura, así como cisnes, conejos, monos e incluso Venus con globos.
En 2013, su Balloon Dog (Orange) de 3 metros de altura fue adquirida por 58.4 millones de dólares en una subasta de Christie’s, estableciendo un nuevo récord para la obra más cara vendida en una subasta por un artista vivo. Koons mantuvo el título por cinco años hasta que la pintura Portrait of an Artist (Pool with Two Figures) de David Hockney se vendió por 90.3 millones (incluyendo comisiones) en noviembre de 2018. Koons recuperó el título en 2019 cuando Rabbit, una escultura de acero inoxidable de 1986, se vendió en 91.1 millones.
Play-Doh, 1994-2014
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Play-Doh, una de las esculturas más grandes y complejas de Koons, es un colorido monumento a la infancia. Aunque parece estar hecha de plastilina suave suave, la pieza en realidad consta de 27 piezas de aluminio entrelazadas y unidas solo por la gravedad. Esta escultura gigante está inspirada en el hijo de Koons quien, cuando era un niño, le presentó a su padre un montón similar de Play-Doh. “Estaba tan orgulloso. Lo miré y pensé que esto es realmente lo que intento hacer todos los días como artista, hacer objetos sobre los que no se puede emitir juicios ”, recuerda Koons. “[Algo] que es perfecto, que solo experimentas aceptación”.
Play-Doh también es parte de la serie Celebration de Koons, con la que el artista se centró en marcar el paso del tiempo. Muchas de las piezas hacen referencia al ciclo de nacimiento, crecimiento y el impulso humano de procrear. “Play-Doh es un objeto, que captura la energía bruta de la creación”, dice Koons. “Sí, todos podemos ser artistas”.
Hulk (Friends), 2004-2012
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Hulk (Friends) es parte de la serie Hulk Elvis, en la que Koons creó varias esculturas basadas en Hulk, el personaje de historietas de Marvel. Estas esculturas con ilusión óptica se asemejan a las figuras inflables de vinil, pero cada una está construida en bronce policromado. La continua fascinación de Koons por los inflables anima al espectador a cuestionar lo que es real y desafía lo que debería considerarse como parte de las bellas artes.
Los Hulks de Koons representan la conexión entre la cultura occidental del cómic y el concepto de género. Koons explica: “Están ahí como protectores … pero al mismo tiempo pueden volverse muy, muy violentos. Los Hulks son así, son símbolos de testosterona realmente alta”. Esto puede apreciarse mejor en Hulk (Friends), donde seis personajes inflables cuelgan sobre sus hombros. Koons revela que este Hulk en particular es “un guardián, un protector, que al mismo tiempo es capaz de derribar todo”.
Seated Ballerina, 2017
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Instalada en medio del Rockefeller Center de Nueva York, Seated Ballerina es parte de la serie Antiquity de Koons, que fusiona imágenes del arte antiguo y moderno. La bailarina, que posa elegantemente atando sus zapatillas de ballet, hace referencia a la mítica diosa romana Venus, que representa el amor, la belleza, el sexo y la fertilidad.
La figura está basada en una pequeña figura de porcelana de un artista ucraniano llamado Oksana Zhnikrup. Sin embargo, Koons fue mucho más allá y creó una versión de la bailarina que mide 13 metros de altura. Gracias a superficie de nylon, el material permite al espectador verse en la escultura. “En una superficie reflectante, su existencia se afirma”, explicó Koons. “Cuando se mueve, su reflejo abstracto cambia. La experiencia depende de ti; te permite saber que el arte está sucediendo dentro de ti”.
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Todas las imágenes vía Jeff Koons.
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