El fotógrafo y documentalista Ben Garvin ha dedicado su carrera a contar historias. Una de de sus favoritas es la de la agonía y el éxtasis de los corredores que terminan un maratón. Ha documentado varias carreras en el área metropolitana de Minneapolis-Saint Paul, donde reside, por lo que tenía mucho sentido que viajara a Boston para fotografiar el maratón de este año. Después de una ausencia de dos años, estaba ansioso por documentar las emociones de los corredores al completar esta legendaria carrera.
Las hermosas fotografías en blanco y negro de Garvin capturan la variedad de emociones que sienten estos corredores cuando cruzan la línea de meta. Algunos aparecen triunfantes—con los brazos levantados—mientras otros lloran por una mezcla de alegría y cansancio. Los maratones no son cosa fácil y estos corredores pasan meses entrenando para este momento. Las imágenes de Garvin muestran cuán diferente es la reacción de la gente cuando su cuerpo es llevado al límite.
El maratón de Boston, que se celebró por primera vez en 1897, atrae a atletas de todo el mundo. Después del trágico atentado en 2013 y la cancelación del año pasado (la primera en la historia de la carrera), el maratón de Boston ha tenido una buena cantidad de desafíos en los últimos años. Esto hizo que el viaje de Garvin a la carrera fuera aún más especial.
“El maratón de Boston de este año se sintió especialmente festivo después de que el evento fuera cancelado el año pasado”, Garvin le dice a My Modern Met. “Había una sensación tangible de alivio y unión en el aire que dificultaba tomar una mala foto. La variedad de cuerpos y habilidades que cruzan la línea de meta a menudo me hacen llorar y Boston no fue diferente. Trato de mantenerme neutral pero a menudo termino animando, chocando los cinco, felicitando. Se siente como un verdadero honor estar allí para presenciar miles y miles de estos momentos en unas pocas horas, y hago todo lo posible para capturar algunos y compartirlos con el mundo”.
Garvin, que puede tomar hasta 6,000 fotos durante estas sesiones en maratones, siempre tiene su cámara a la mano. A medida que los corredores pasan, aparecen muchas historias humanas por contar.Y aunque es un trabajo agotador, el material creativo que sale de ahí inspira a Garvin a seguir trabajando.
“Existe la sensación constante de que me estoy perdiendo un gran momento tras otro. Lo que me sostiene son esas pocas veces en las que todo se alinea, que me enfoco en un corredor y me quedo con él y comparten algo crudo, hermoso y honesto. Eso me sostiene y hace que valga la pena cada vez”.