En 2018, el fotógrafo italiano Gabriele Galimberti se encontraba tomando imágenes para National Geographic en Kansas. Tenía algunos días libres; y, sintiendo algo de curiosidad por las numerosas tiendas de armas que había visto, decidió entrar y ver quién compraba ahí. La conversación que tuvo con un cliente, que condujo a una sesión de fotos espontánea, fue la chispa que lo llevó a crear su galardonada serie Ameriguns. Por varios años, Galimberti viajó por Estados Unidos para retratar a los propietarios de armas estadounidenses y su colección de pistolas de una manera que él describe como una infografía.
Los resultados van de lo curioso a lo inquietante. Durante su investigación, Galimberti descubrió que Estados Unidos tiene la mayor cantidad de propietarios privados de armas del mundo, y por mucho. Las estimaciones dicen que actualmente hay 393.3 millones de armas de fuego de propiedad privada en Estados Unidos, que tiene una población de 334.8 millones de personas. Esta cifra solo contempla armas de fuego de civiles y armas de fuego legalmente registradas. Eso equivale a una tasa per cápita de 120.5 armas por cada 100 personas. Y con unas 820 millones de armas en todo el mundo, estas cifras significan que el 48% se encuentran en Estados Unidos.
Galimberti tenía curiosidad; quería saber más sobre los propietarios de estas armas y qué significaba para ellos poseerlas. A través de una cuidadosa investigación, pudo encontrar 45 dueños de armas que le abrieron las puertas de sus hogares y le permitieron fotografiar sus colecciones. En las imágenes, las personas posan con orgullo con sus hijos y mascotas rodeados de sus armas, y están representados todos los diferentes grupos étnicos y de edad. La diversidad entre los propietarios de armas con los que se encontró Galimberti fue algo que impresionó al fotógrafo.
“La sorpresa fue encontrar todo tipo de personas”, le dice a My Modern Met. “Por ejemplo, fotografié a un chico en San Francisco. Trabaja para Google. Es un hombre gay casado. Votó por Obama dos veces, así como por Hilary [Clinton]. Tiene un auto eléctrico. Es músico. Así que todo eso es opuesto a lo que crees que podría ser un amante de las armas, pero él es un amante de las armas. Tiene 50 armas en su casa y le encanta usarlas”.
A menudo, Galimberti descubrió que este amor por las armas de fuego estaba ligado a una tradición transmitida de generación en generación. Muchos tenían sus primeros recuerdos de disparar un arma cuando eran niños y recordaban con cariño salir con sus familiares para aprender a disparar. Al involucrarse con esta comunidad de amantes de las armas y fotografiarlos sin juzgarlos, Galimberti descubrió que sus propias nociones preconcebidas se habían transformado.
“Cuando comencé el proyecto, creo que tenía ciertos prejuicios”, admite Galimberti. “Pero tengo que ser honesto, fotografié a 45 personas más o menos. Todos eran muy amables, y son las mismas familias supernormales que he conocido en Estados Unidos desde hace 20 años”.
El trabajo de Galimberti, que saltó a la fama internaciona cuando ganó un premio de World Press Photo en 2021, es un ejemplo maravilloso de cómo alguien con una perspectiva externa puede ofrecer una nueva perspectiva sobre un tema. Como italiano, la cultura de las armas estadounidense le es bastante ajena, por lo que su curiosidad y disposición para aprender y escuchar solo mejoran su trabajo.
El libro que nació de este proyecto, Ameriguns, es una visión profunda de la cultura estadounidense de las armas. Mezcladas con las sorprendentes fotografías de Galimberti hay infografías que destacan el número de propietarios de armas. Y también hay diseños que incluyen muchos de los perfiles de Instagram de los sujetos. Así fue como Galimberti conectó con muchos de sus sujetos y se interesó en mostrar cómo posaban y se fotografiaban con sus armas, en contraposición a una representación neutra.
Y aunque el propósito de Galimberti no es comentar sobre la política detrás de la posesión de armas, espera que las imágenes arrojen luz sobre quiénes son los propietarios de armas en Estados Unidos. “Especialmente fuera de Estados Unidos, creo que la mayoría de la gente puede pensar que el propietario de un arma es un loco de derecha”, comparte, “y en mi experiencia no es así. Estas son las mismas personas que vienen a Italia de vacaciones y les damos la bienvenida. Pero sí, cuando están de vuelta en casa, les encantan las armas y son parte de algo que ha sido parte de su cultura por generaciones y generaciones”.
Ameriguns, que ha llegado a su tercera edición, es una mirada sorprendente e inesperada a la posesión de armas en Estados Unidos.
Ameriguns es la mirada del fotógrafo italiano Gabriele Galimberti a la cultura estadounidense de las armas.
Eric Arnsberger (30) y Morgan Gagnier (22) – Lake Forest, California
Durante sus ocho años en el Ejército, Eric Arnsberger fue enviado a Irak, Afganistán, Sudán, Kosovo, Rusia, Vietnam y varios países diferentes de África. Ha sido policía en Nueva Orleans, una de las ciudades más violentas de Estados Unidos, y creció en Florida, donde las pandillas abundaban y eran muy malas. “Cuando era niño, experimenté todo tipo de violencia. Fui apuñalado, golpeado, robado. Luego fui a la guerra. Vi lo que sucede cuando alguien más te apunta con un arma. Tuve que dispararle a la gente y me dispararon cientos de veces”.
Ahora, de vuelta en el mundo civil, Eric le enseña a la gente cómo manejar armas y dispararlas de manera segura. Vive en California y sabe muy bien que muchos de sus vecinos desaprueban su estilo de vida y lo que hace. “Cuando voy a trabajar vestido de cierta manera, puedo ver que la gente me juzga”. Morgan, la mujer que está con él en el retrato, no es una de ellas. Ella es entrenadora en un gimnasio y se enamoró de él tras seguirlo en Instagram.
Eric nunca sale desarmado y tiene predilección por las armas de fuego de tipo militar. “Nunca he comprado un arma completa. Siempre compro las piezas y luego me hago una pieza personalizada. Aprendí a construir armas en el ejército. Uno de mis trabajos era probar y evaluar armas de fuego, y así fue como me enamoré de ellas.
Si alguna nueva ley hiciera que mis armas fueran ilegales mañana, creo que las desarmaría, las escondería y me iría a otro lado”.
Primera arma: rifle calibre .22
Viajó por el país para fotografiar a 45 orgullosos entusiastas de las armas con sus colecciones de rifles y pistolas.
Stephen F. Wagner (66 años) – State College, Pennsylvania
Hasta la edad de 50 años, Stephen solo deseaba. Soñó, evaluó, estudió historia y maquetas. Ha estado fascinado con las armas desde la infancia. Cuando tenía 8 años, su abuelo le puso un revólver en la mano y le explicó los conceptos básicos. Décadas más tarde, Stephen usaría esa misma pistola para enseñar a disparar a sus propios hijos. Era un Smith & Wesson, y hoy en día todavía ocupa un lugar de honor en la colección que ha construido durante los últimos 15 años, desde que dejó su trabajo como repartidor de FedEx para trabajar medio tiempo en una armería y también como instructor de tiro certificado por la NRA. Desde entonces, Stephen ha coleccionado alrededor de 70 armas de fuego. Prefiere piezas raras y antiguas. “Me fascina la idea de ser parte de la historia a través de las armas que tengo”, explica. Las que datan de la era hispano-estadounidense se encuentran entre las más valiosas, pero está especialmente orgulloso de sus armas de fuego fabricadas en Estados Unidos y de su colección de piezas de la década de 1970. “Sigo comprándolas. Son una buena inversión y serán un maravilloso legado para mis hijos”.
Cada una de sus armas ha sido utilizada al menos una vez. Sin embargo, como ocurre con cualquier colección digna de ese nombre, la alegría proviene de la propiedad. “Los estadounidenses somos muy afortunados. Es maravilloso tener un vínculo de este tipo con nuestro país. Creo que los revólveres son la quintaesencia de esta nación. Como ciudadano estadounidense, me siento muy afortunado de vivir en un país donde tenemos la libertad de poseer armas de fuego”.
Pieza más preciada: Mi Colt Python de 4 pulgadas. Quería uno durante años y el precio seguía subiendo, y luego el año pasado lo compré. Solo lo he usado una vez y no sé si volveré a disparar con él.
Su trabajo se inspiró parcialmente en una estadística que muestra que hay 393.3 millones de armas de fuego de propiedad privada en Estados Unidos. ![Statistics About Worldwide Gun Ownership in Ameriguns by Gabriele Galimberti](data:image/svg+xml,<svg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 740"></svg>)
El libro que nació de este proyecto, Ameriguns, ofrece un vistazo a la posesión de armas en los Estados Unidos.
