La fábrica de acero de Azovstal en Mariúpol se ha convertido en un símbolo de la fortaleza ucraniana, ya que miles de soldados se atrincheraron en sus búnkeres subterráneos durante meses en un esfuerzo por frustrar la invasión rusa. La larga batalla llegó a su fin el 16 de mayo, cuando el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania pidió a sus tropas que se rindieran para “salvar las vidas del personal”. El soldado y fotógrafo Dmytro Kozatsky está entre los que se entregaron a las tropas rusas. Aunque ahora mismo es un prisionero de guerra, se aseguró de que el mundo conociera a los héroes de Mariúpol con sus últimas publicaciones en Twitter.
El 20 de mayo, el día de su rendición, publicó un enlace a una carpeta con imágenes tomadas durante los meses que él y sus compañeros vivieron en la acería. Fue publicado junto con el mensaje: “Bueno, eso es todo. Gracias desde los refugios de Azovstak, el lugar de mi muerte y mi vida”. A continuación, pidió que la gente compartiera las imágenes, declarando: “Envíenlas a todos los premios periodísticos y concursos de fotografía. Si gano algo, será muy bonito cuando me liberen. Gracias a todos por su apoyo”.
Las impresionantes fotos de Kozatsky detallan las condiciones de vida en los túneles y búnkeres bajo la acería. Construidos para protegerse de un ataque nuclear, se convirtieron en el hogar de una resistencia que desafió a las tropas rusas y retrasó su capacidad para declarar la victoria en Mariúpol.
En las fotografías hay de todo, desde un soldado siendo iluminado por un rayo de luz que atraviesa un techo bombardeado hasta un soldado que resuelve un crucigrama para pasar el tiempo. Hay muchas hogueras pequeñas que usan para calentarse y, por desgracia, varios soldados heridos que hacen lo posible por recibir tratamiento para sus heridas.
Доречі, поки я буду в полоні, залишу вам фото в найкращій якості, відправляйте їх на всі журналістські премії і фотоконкурси, якщо щось виграю, після виходу буде дуже приємно. Дякую всім за підтримку. До зустрічі ❤️ https://t.co/8KVaqrRgQB
— Орест (@Kozatsky_D) May 20, 2022
Mientras que algunos soldados decidieron quedarse atrás, reacios a abandonar su puesto en la fábrica, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó de que casi 2,000 soldados ucranianos se habían rendido; entre ellos está Kozatsky. Sin apenas noticias de sus seres queridos, las familias están ahora preocupadas por su bienestar. El Comité Internacional de la Cruz Roja se encargó de registrar a todos los soldados que se rindieron y se ha puesto en contacto con sus familiares.
Dicho esto, entre los soldados que se encontraban en la planta siderúrgica había miembros del Regimiento Azov. De hecho, el propio Kozatsky formaba parte de ese regimiento. Sus orígenes ultraderechistas han sido un enfoque principal para los rusos desde el comienzo de la guerra y existe una gran preocupación de que sean tratados como terroristas ahora que están en manos rusas.
Darya Yurchenko, la hermana de Kozatsky, intenta ser positiva. La mujer recuerda su decisión de alistarse en la Guardia Nacional en 2015 tras regresar a Ucrania desde la universidad en Polonia durante la Revolución de la Dignidad de 2014. Unos años más tarde, decidió unirse al Regimiento Azov, diciéndole que “todos son como una familia”.
Kozatsky es el comandante de la oficina de prensa del Regimiento Azov y mantuvo un contacto semirregular con su familia durante los meses que vivió en la fábrica de acero de Azovstal. Contó que comían una comida al día —un tipo de avena— y que el agua estaba muy racionada.
En los días previos a su rendición, su familia se mantuvo lejos del tema de la guerra durante sus videollamadas. Yurchenko escribe: “Decidimos que no tocaríamos ese tema [la guerra] durante unos días. Le dijimos: ‘Dmytro, vuelve a casa y entonces lo discutiremos todo contigo. Pero ¿podemos fingir durante unos días que esto [la guerra] no está ocurriendo ahora? Como si estuvieras en casa, y estuviéramos contigo, y solo habláramos'”.
Al mismo tiempo, también decidió asegurarse de que la gente pudiera disfrutar de sus fotografías. Actualmente, está trabajando para convertir la foto del soldado tomando el sol en una camiseta. “Le prometí que cuando salga [de estar cautivo], se encontrará con miles [de personas] con la camiseta. Quiero asegurarme de que nadie se olvide de nuestros héroes, y que Dmytro se convierta en un fotógrafo superfamoso, como soñaba cuando era pequeño”.