En la arquitectura de la Ciudad de México, hay un antes y después de Mario Pani. Este prolífico arquitecto mexicano, conocido por su propuesta modernista y basada en las ideas de Le Corbusier, es el visionario detrás de algunos de los edificios que cambiaron el rostro de la capital mexicana.
Los diseños de Pani llegarían a convertirse en íconos de la ciudad, estableciendo una conversación sobre la arquitectura como un vehículo para resolver problemas de urbanismo y capturando el panorama mexicano en un momento particular de su historia.
¿Quién fue Mario Pani?
Ver esta publicación en Instagram
Mario Pani Darqui nació el 29 de marzo de 1911 en la Ciudad de México. La labor de su padre como cónsul lo llevó a cursar gran parte de su educación en Italia y Francia. Desde pequeño estuvo en contacto con el mundo de la ingeniería y la arquitectura: su padre era ingeniero, y él y su tío tenían un gran afecto por el diseño arquitectónico. Así, incitado por sus familiares, se inscribió en la carrera de Arquitectura en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París, de donde se graduó en 1934. Fue ahí donde aprendió a ver la arquitectura como la más importante de las bellas artes y a la vez, algo siempre unido al urbanismo.
De vuelta en México y con un título revalidado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pani empezó a diseñar edificios que le valieron abrirse paso en el mundo de la arquitectura, incluyendo varios edificios de departamentos que le permitieron experimentar con nuevos materiales y formas, despegándose poco a poco de la arquitectura académica que estudió en la universidad. Al imprimir los principios funcionalistas y las ideas de Le Corbusier, puso siempre por delante las necesidades urbanísticas de la Ciudad de México.
Ver esta publicación en Instagram
En 1946, Pani fundó Colegio de Arquitectos de México y dos años después creó la revista ‘Arquitectura’, que fue publicada por más de 40 años y fue un referente de esta disciplina al publicar la obra de Mathias Goeritz y Juan O’Gorman, entre otros. En esta década también dio clases en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, lo que llevó a siempre defender el aspecto práctico de la enseñanza de esta disciplina. “La arquitectura no solo es dibujada; si nomás está dibujada, no es arquitectura, tiene que estar construida”, dijo en una entrevista en 1990.
Así, a lo largo de su vida, Pani defendió la arquitectura ante aquellos que la veían más desde sus aspectos técnicos y menos desde su conexión con las bellas artes. “El arquitecto es fundamentalmente un artista”, dijo en una entrevista en 1990. Pani falleció el 23 de febrero de 1993 a los 81 años de edad.
Estos son 6 de los proyectos más emblemáticos del arquitecto Mario Pani.
Complejo Urbano Nonoalco Tlatelolco
Este gigantesco complejo habitacional, compuesto por 102 edificios diseñados para albergar a 70,000 habitantes, es uno de los grandes hitos de la arquitectura modernista en México y fue un parteaguas en cuanto a la construcción de condominios en una ciudad en crecimiento. Diseñada con base en los modelos de unidades habitacionales propuestos por Le Corbusier, este complejo fue pensado para poder operar de manera independiente del resto de la ciudad, dándole una identidad única a la zona.
Conservatorio Nacional de Música
Ver esta publicación en Instagram
Pani, quien también era un talentoso violonchelista, aplicó su sensibilidad musical a la sede definitiva del Conservatorio Nacional de Música de México. El edificio, que destaca por su diseño curvo, incorpora dos murales de José Clemente Orozco. Ubicado en la zona de Polanco, este edificio fue declarado “Monumento Artístico de la Nación”.
Torre de Rectoría
Diseñada en conjunto con Salvador Ortega Flores, esta torre de 16 pisos tiene 59 metros de altura y se ha convertido en el edificio emblema de la Universidad Nacional Autónoma de México. El edificio está enmarcado por un espejo de agua y su fachada está decorada con un mural de José Clemente Orozco titulado El pueblo a la universidad, la universidad al pueblo. Por una cultura nacional neohumanista de profundidad universal.
Torre Insignia
Este edificio-monumento, que destaca en el paisaje de la zona centro-norte de la Ciudad de México, tiene 127 metros de altura y 25 pisos. En un primer momento albergó las oficinas del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras). Cuando se erigió, era el segundo edificio más alto de la ciudad, solo detrás de la Torre Latinoamericana.
Conjunto Urbano Presidente Miguel Alemán
Conocido también como el Multifamiliar Miguel Alemán, este complejo habitacional está basado en la Ville Radieuse propuesta por Le Corbusier. Ubicado en la Colonia del Valle, este icónico proyecto consta de nueve edificios de trece pisos y seis edificios de tres pisos.
Hotel Plaza
Ver esta publicación en Instagram
Mario Pani diseñó un gran plan para el cruce de Insurgentes y Reforma—dos de las avenidas más importantes de la Ciudad de México—que incluía la construcción de una amplia glorieta peatonal con torres cóncavas. De este plan sólo se concretó el Hotel Plaza, caracterizado por su forma cóncava. Después de años en decadencia, recientemente fue convertido en un edificio de oficinas.
Artículos relacionados:
Pedro Ramírez Vázquez: el genio de la arquitectura mexicana moderna
15 Museos imperdibles en la Ciudad de México
Teodoro González de León: conoce al monumental artista del concreto