Nueva Zelanda agregará su nombre a la lista de países que buscan prohibir los plásticos de un solo uso. De 2022 a 2025, el gobierno llevará a cabo un plan de tres partes para librar al país de varios tipos de estos plásticos.Esto incluye popotes (o pajitas), bolsas, cubiertos y agitadores de bebidas, así como cotonetes (bastoncillos de algodón) y etiquetas de frutas. El ministro de Medio Ambiente, David Parker, declaró que el cambio en la legislación permitiría a Nueva Zelanda “estar a la altura de [su] reputación limpia y ecológica”.
Esta no es la primera vez que Nueva Zelanda adopta una postura contra el plástico. En 2019, el país prohibió una serie de plásticos de un solo uso. Sin embargo, la nueva ley los alineará con países como Canadá, Costa Rica y la Unión Europea. Para equilibrar la necesidad de estos artículos con el deseo de eliminar los plásticos, el gobierno lanzará un fondo para encontrar alternativas viables.
“Alentamos a las empresas y a las personas a encontrar opciones reutilizables. Sabemos que existen alternativas fácilmente disponibles, incluyendo envases de plástico o papel reciclables”, dijo Parker. Las estadísticas muestran que los neozelandeses tiran un promedio de 159 gramos de desechos plásticos al día, por lo que están entre los mayores infractores en lo que respecta al consumo de plástico.
No obstante, Parker tiene la esperanza de que la nueva ley sea tan bien recibida como la directiva de 2019, y confía en que los neozelandeses aceptarán el cambio. Además de artículos como popotes y cubiertos, la prohibición también entrará en vigor para los envases de alimentos y bebidas hechos de PVC y poliestireno. Se estima que la prohibición salvará aproximadamente dos mil millones de artículos de plástico de un solo uso de llegar a los vertederos cada año.
Si bien la decisión de Nueva Zelanda es digna de aplaudir, algunos señalan que para tener un impacto real, la ley debe ir aún más lejos. Aunque los artículos para el hogar generan una gran cantidad de desechos, hasta que las empresas comerciales también rindan cuentas, hay trabajo por hacer. Los trabajos de construcción y demolición por sí solos representan el 50% de los residuos plásticos en los vertederos. Aún así, la ley es un buen paso en la batalla continua para salvar nuestro planeta, y esperamos que todos los sectores continúen desarrollando alternativas al plástico de un solo uso.
h/t: [The Guardian, stuff]
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