La población de una de las tortugas más amenazadas del mundo está renaciendo. La tortuga de techo birmana (Batagur trivittata) es conocida por sus grandes ojos y su sonrisa simpática, y ahora estas tortugas definitivamente tienen una razón para sonreír. Endémicas de Birmania, se pensó que estaban extintas hasta que fueron redescubiertas a principios de la década de 2000. Ahora, gracias a un programa de crianza, su número por fin está aumentando.
En algún momento, las tortugas de techo birmanas abundaban en los ríos de Birmania, hasta que el uso de equipos de pesca y la explotación de sus huevos diezmaron la población. La especie en sí es bastante interesante, ya que las hembras son significativamente más grandes que los machos y los machos cambian de color durante la temporada de reproducción. Durante ese tiempo, el color de los machos pasa de tonos apagados a cartujo con marcas negras. También son populares por la gran sonrisa que siempre tienen en sus rostros.
Una vez que las tortugas fueron redescubiertas, la Sociedad de Conservación de Vida Silvestre (WCS) y la Alianza para la Supervivencia de las Tortugas (TSA) pusieron manos a la obra. Ellos monitorean los bancos de arena que las hembras usan para anidar y luego recogen los huevos. Los huevos se incuban y se mantienen a salvo en una instalación en la aldea de Limpha, en Birmania. Esto ha dado origen a una población cautiva de 1,000 tortugas, lo que significa que la tortuga de techo birmana ya no está en peligro de extinción biológica.
Sin embargo, estas tortugas todavía no están fuera de peligro. Aún están listadas como críticamente amenazadas, y solo quedan cinco o seis hembras adultas y tan solo dos machos adultos en estado salvaje. El enfoque de la conservación se está desplazando hacia la población silvestre y a facilitar a la transición de las crías en cautiverio de vuelta a la naturaleza.
Aún así, los investigadores consideran que el caso de la tortuga de techo birmana es un éxito de conservación. Y cuando se considera que las tortugas tienen una de las tasas de extinción más altas del mundo—más de la mitad de las 360 especies están en peligro de extinción—sin duda es un gran paso en la dirección correcta.
Gracias a un exitoso programa de cría, la tortuga de techo birmana—conocida por su sonrisa simpática—ya no está en peligro de extinción.
h/t: [IFLScience!, NYTimes]
Todas las imágenes vía Myo Min Win – WCS Myanmar Program.
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