Todos los años, miles de turistas acuden a los Parques Nacionales de Estados Unidos para disfrutar de sus paisajes y su variada fauna. Y aunque estas temporadas de gran afluencia pueden ayudar a crear conciencia sobre el medio ambiente y fomentar los esfuerzos de conservación, la gran afluencia de personas suele tener un costo para la vida de los animales, especialmente en las carreteras más transitadas. Un guardabosques de Yosemite compartió en Facebook una historia sobre una tragedia que afecta a los parques nacionales todos los años; sin embargo, esta vez revelaron también algunas de las dolorosas consecuencias.
El guarda forestal, que prefiere permanecer en el anonimato, describió el seguimiento de una llamada sobre un oso negro que había sido atropellado por un vehículo y visto muerto en la orilla de la carretera. “Por desgracia, se ha convertido en algo rutinario. Registro las coordenadas en mi teléfono, reúno el equipo que pueda necesitar y me dirijo al lugar”, dice en la publicación en su blog. “Mi trabajo aquí es fácil: encontrar al oso, alejar su cuerpo de la carretera para evitar que cualquier otro animal sea golpeado al carroñearlo, rellenar un informe y recoger muestras y medidas para investigación. Luego me voy, con una nueva cifra que añadir al total de osos atropellados por vehículos este año, datos que esperamos ayuden a prevenir futuras colisiones. [El proceso] es bastante insensible. Sin embargo, la realidad detrás de cada uno de estos números no lo es”.
Esta vez, cuando el guarda forestal encontró el oso muerto descrito en la llamada, se entristeció al ver que era un pequeño cachorro de 6 meses. Aunque llevaba horas muerto, el guarda forestal lo trasladó al bosque para terminar la inspección con tranquilidad. “Me quité la mochila, saqué una carpeta y comencé la evaluación”, recuerda el guardabosques. “Era una hembra. Esto desencadenó inmediatamente pensamientos sobre la vida que podría haber tenido esta osa—tal vez hubiera tenido sus propios cachorros—pero antes de que termine de procesarlo oí una rama romperse y miré hacia arriba.” A pocos metros había un gran oso adulto. El guardabosques se levantó inmediatamente y procedió a hacer ruidos que lo ahuyentaran. Esto funcionó, por lo menos al principio.
Un par de minutos después, el guardabosques escuchó un “gruñido de tono profundo pero suave”, que identificó como la misma vocalización que las osas utilizan para llamar a sus cachorros. “Podía sentir cómo se me escapaba la insensibilidad del cuerpo”, dice el guardabosques. “Esta osa es la madre, y nunca dejó a su cachorro. Se me rompió el corazón. Habían pasado casi seis horas y todavía no había abandonado a su cachorro. Me imagino cuántas veces corrió de un lado a otro de la carretera para intentar despertarlo”. Al darse cuenta de que la madre intentaba alcanzar el cuerpo muerto de su cachorro, el guarda forestal recogió rápidamente sus pertenencias para permitir que los animales tuvieran un último momento juntos.
Sin embargo, antes de abandonar la zona, el guarda forestal instaló una cámara remota para registrar la desgarradora escena. “Todos los años informamos del número de osos que son atropellados por vehículos, pero los números no siempre nos muestran todo”, explica el guardabosques. “Quiero que la gente vea lo que yo vi: la triste realidad que hay detrás de cada uno de esos números”. En la publicación de Facebook, incluyen una poderosa imagen de la osa junto a su bebé. Su cabeza está girada en dirección a la cámara, para que los espectadores puedan ponerle cara a la triste historia.
El guarda forestal concluye el texto con una advertencia. “Recuerden que al viajar por Yosemite, todos somos simples visitantes en el hogar de innumerables animales y depende de nosotros seguir las normas que los protegen”, nos instan. “Respeten el límite de velocidad, conduzcan con precaución y estén atentos a la fauna. Proteger a los osos negros de Yosemite es algo que todos podemos hacer”.
Puedes saber más sobre cómo proteger a los osos a través de Keep Bears Wild.
Un guarda forestal de Yosemite advierte a los turistas de las consecuencias de manejar con exceso de velocidad a través de una desgarradora historia sobre una madre oso negro que llora la muerte de su cachorro.
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h/t: [People]
Todas las imágenes vía el Parque Nacional de Yosemite.
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