Hoy en día, existen muchas maneras de echar un vistazo al pasado. Ver fotos viejas y analizar artefactos en museos puede ayudarnos a aprender sobre historia, pero una de las mejores maneras de sentir que estás viajando en el tiempo es visitar zonas arqueológicas.
Subirse a un avión y viajar por el mundo no es del todo factible; pero, por suerte, hoy en día un par de clics pueden acercarte a todos estos lugares. Si ya estás listo para viajar, hemos compilado una lista de 8 asombrosas ruinas arqueológicas que puedes explorar desde la comodidad de tu hogar.
Ta Prohm, Camboya
Ta Prohm es un templo localizado en Angkor, Camboya. Con la idea de servir como monasterio budista y como centro de aprendizaje, la estructura fue construida a finales del siglo XII por Jayavarman VII, un rey del Imperio Khmer.
Escondido en medio de la jungla y abandonado a partir del siglo XV, Ta Prohm es conocido por la belleza de la naturaleza que ahora cubre al complejo en ruinas. Como sus piedras fueron colocadas sin mortero, las raíces y ramas de las ceibas, matapalos y manzanos cercanos han atravesado y derribado las construcciones, creando en una escena que parece sacada de los sueños de cualquier arqueólogo.
La pirámide de Kukulkán, México
La pirámide de Kukulcán, también conocida como “el Castillo”, se encuentra en el corazón de Chichén Itzá. Esta ciudad precolombina fue construida por los mayas en la península de Yucatán, México, entre el siglo IX y XII.
Con una imponente altura de 24 metros, no es ninguna sorpresa que la pirámide de Kukulkán sea considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. Sin embargo, este no es el aspecto más fascinante del monumento. Dos veces al año, durante los equinoccios de verano e invierno, la luz del sol produce una sombra con forma de serpiente que desciende por los escalones de la pirámide. Esta sombra deslizante “se arrastra hacia abajo hasta que se une a la enorme cabeza de serpiente tallada en piedra al pie de la escalera” (Chichén Itzá).
Bagan, Birmania
Bagan es una ciudad antigua localizada en la región de Mandalay en Birmania. En su apogeo, Bagan albeegó más de 10,000 santuarios, pagodas y templos budistas. Si bien este número disminuyó en el último milenio, hoy sobreviven cerca de 2,000 de estas estructuras doradas, convirtiendo a Bagan en un destino indispensable en el continente asiático.
“Los miles de templos que se esparcen por las planicies de Bagan son el más increíble testamento a la devoción religiosa del pueblo de Birmania–y de sus gobernantes–a lo largo de los siglos”, explica Go-Myanmar. “Se combinan para formar uno de los más impresionantes sitios arqueológicos de Asia y ofrecen vistas únicas en el mundo”.
Stonehenge, Reino Unido
Construido entre el año 3000 y 1500 a.C., Stonehenge es uno de los monumentos prehistóricos más famosos del mundo. Esta estructura única localizada en Wiltshire, Inglaterra, se compone de dos tipos de rocas—las más grandes de arenisca y las pequeñas de diabasa—dispuestas en forma concéntrica.
Hoy en día, Stonehenge sigue siendo un misterio. Si bien nadie sabe a ciencia cierta quién o para qué se construyó este monumento, existen varias teorías sobre su propósito. Algunas de las más populares son que se trataba de un reloj solar, un centro religioso pagano o un sitio de entierros antiguo.
Templo de Lúxor, Egipto
Ocasionalmente llamado el “museo al aire libre más grande del mundo”, en Lúxor, Egipto, podrás explorar ruinas arqueológicas por horas. En esta ciudad se encuentra el antiguo Templo de Lúxor, un famoso complejo construido en el año 1400 a.C.
Formalmente localizada en Tebas, la “Ciudad de las Cien Puertas”, Lúxor ocupa un lugar clave en la historia egipcia. “Fue desde aquí que Tutmosis III planificó sus campañas, Akenatón reflexionó por primera vez sobre la naturaleza de Dios, y Ramsés II estableció su ambicioso programa de construcción” (Discovering Egypt). El Templo de Luxor es el epítome del culto a los faraones, ya que era el único templo en Tebas dedicado no a los dioses, sino a la realeza.
Pompeya, Italia
La antigua ciudad de Pompeya es uno de los destinos más fascinantes en Italia. Aunque alguna vez fue una ajetreada ciudad romana, Pompeya fue destruida por la devastadora erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C.
Si bien la nube de humo de este catastrófico evento sepultó todo en su camino—incluyendo, desafortunadamente, a 2,000 personas—irónicamente también salvó a la ciudad. Enterrada bajo un manto de ceniza y lapilli (fragmentos de piedra pómez), Pompeya permaneció olvidada durante siglos. Sin embargo, la ciudad fue redescubierta en 1748, revelando una gran cantidad de arte, artefactos y edificios que quedaron intactos—y todos se pueden visitar en la actualidad.
Machu Picchu, Perú
Localizado en las alturas del Valle Sagrado de Perú, Machu Picchu es uno de los sitios antiguos más espectaculares de Sudamérica. Este poblado inca fue construido en el siglo XV y habría sido una de las residencias del emperador.
Machu Picchu se compone de tres sitios principales. Intihuatana, una piedra ritual asociada con el reloj astronómico inca; el Templo del Sol, un lugar de culto sagrado; y el Templo de las Tres Ventanas, que ofrece vistas espectaculares del amanecer. Con la meticulosa restauración de estas estructuras—y de buena parte de Machu Picchu—los visitantes pueden visualizar cómo lucía este espectacular lugar hace cientos de años.
Petra, Jordania
Petra, una ciudad construida en el siglo IV a.C., es única en su tipo. Talladas entre los acantilados de arenisca roja de la región, las sorprendentes estructuras de Petra borran la línea entre el mundo natural y el construido por el hombre.
Debido a la tonalidad rosada de su arquitectura, a Petra también se le conoce como la Ciudad Rosa, un apodo romántico proveniente de un poema del siglo XIX escrito por John William Burgon: “Hazme igual a la maravilla celosamente guardada por el sol del este, una ciudad rosada tan antigua como el tiempo”.