Camille Claudel: la tumultuosa vida e increíble obra de la gran escultora francesa

A lo largo de la historia, muchos escultores han alcanzado el reconocimiento y la fama mundial. Uno de los más célebres es Auguste Rodin, el famoso escultor francés del siglo XIX que creó piezas célebres como El pensador, El beso y Las puertas del infierno. No obstante, decenas de grandes artistas pueden haber pasado desapercibidos, especialmente las mujeres. De hecho, es poco probable que hayas oído hablar de Camille Claudel, una escultora francesa que trabajó muy de cerca con Rodin durante una parte de su carrera. En este periodo, Claudel fue alumna, asistente, musa y amante de Rodin, pero principalmente era una escultora extraordinaria por derecho propio, una hazaña nada fácil para una mujer durante ese entonces.

Sin embargo, a pesar del talento puro y el impulso que poseía Claudel, ella, como muchas artistas, no alcanzó el éxito y el reconocimiento que tanto deseaba y merecía durante su vida. Aunque no era del todo desconocida como artista, su carrera se vio ensombrecida por la de Rodin. A menudo atrapada por los rígidos roles de género a los que las mujeres estaban confinadas y finalmente abandonada por aquellos a quienes más amaba, Claudel vivió una vida tumultuosa que finalmente llegó a un final trágico y solitario.

Aunque murió en una insignificancia casi total, el notable talento de Claudel ha sido redescubierto y celebrado hasta cierto punto. Sigue leyendo para descubrir más sobre la fascinante vida y carrera de Camille Claudel.

Infancia y educación

Claudel, la mayor de tres hermanos, nació en una familia de clase media en Fère-en-Tardenois, un pequeño pueblo en el norte de Francia, el 8 de diciembre de 1864. Su padre, Louis-Prosper Claudel, trasladó a la familia a Bar-le-Duc en 1870. Ahí, Camille recibió sus primeros años de educación con las Hermanas de la Doctrina Cristiana.

Camille Claudel Family Portrait

Los niños Claudel con su padre. A la derecha: Camille (Foto: Unidentified photographer [Dominio público])

Fue hasta que la familia se mudó a Nogent-sur-Seine en 1876 que Camille comenzó a experimentar con arcilla y a esculpir formas humanas. La artista tan solo tenía 12 años en ese momento, pero su talento ya estaba saliendo a la superficie. Su padre lo vio con buenos ojos y buscó la opinión de Alfred Boucher, un talentoso escultor local. Boucher quedó inmediatamente impresionado por la habilidad natural de Claudel y la convirtió en su estudiante y aprendiz.

Si bien el padre de Camille la apoyó enormemente en su desarrollo como artista, las cosas con su madre fueron completamente opuestas. Louise Anthanaïse Claudel no quería que su hija siguiera una vocación como artista. Siguiendo las normas sociales de la época, Louise veía esta profesión como “poco femenina” y prefería que su hija renunciara y se concentrara más en sus prospectos de matrimonio.

 

Llegada a París y educación posterior

En 1881, Louis-Prosper Claudel trasladó a su esposa y sus tres hijos a París para que su hijo, Paul Claudel, pudiera cursar sus estudios superiores. Luego, a los 17 años, Camille aprovechó esta oportunidad para continuar su formación artística y se inscribió en la Académie Colarossi. Esta academia de arte era extremadamente progresista para su época, ya que no solo aceptaba que las mujeres estudiaran ahí, sino que también les permitía trabajar con modelos masculinos desnudos.

Camille Claudel Sculpting In Her Studio

Camille en su estudio en París (Foto: William Elborne [Dominio público])

Boucher continuó siendo el mentor de la joven escultora en ciernes. En 1882, Claudel decidió alquilar un estudio, que compartió con otras tres jóvenes escultoras de Inglaterra que había conocido en la Académie. Boucher visitaba el estudio una vez a la semana para ofrecer orientación y criticar su trabajo. Camille ya estaba desarrollando un estilo naturalista bajo su tutela, lo que le valió un modesto reconocimiento de Paul Dubois, el director de la École des Beaux-Arts y originario de una ciudad en la que había vivido Claudel, Nogent-sur-Seine, a quien conoció gracias a Boucher.

Ese mismo año, Boucher dejó París y se mudó a Florencia, Italia. Pero antes de irse, le pidió a Rodin que tomara su lugar y continuara supervisando y guiando a sus alumnas en el estudio. Fue así que se conocieron Claudel y Rodin, y ese encuentro cambiaría por completo la vida de ambos artistas.

 

Camille Claudel y Auguste Rodin

Rodin quedó inmediatamente impresionado por el trabajo de Claudel, aunque ella era una joven estudiante. El realismo descarnado que dio forma en sus primeros trabajos, como Old Helen, lo sorprendió, y no tardó en invitarla a trabajar junto a él como aprendiz en su propio estudio. Claudel se unió oficialmente al estudio de Rodin alrededor de 1883, momento en el cual el experimentado escultor ya había recibido algunos de sus primeros encargos importantes.

Bust of Rodin by Camille Claudel

Busto de Rodin (Foto: Museo Soumaya [CC BY-SA 4.0])

Claudel perfeccionó sus habilidades en su taller, aprendió de Rodin y contribuyó a partes iguales mientras trabajaban en algunas de sus piezas más conocidas, incluyendo Las puertas del infierno y Los burgueses de Calais. Pero durante el tiempo que trabajó con Rodin, Claudel también dio grandes pasos para cimentarse como artista independiente. Exhibió regularmente en el Salon des Artistes Français entre los años de 1882 y 1889, y —por medio de algunas conexiones hechas a través de Rodin— Claudel incluso hizo que los museos franceses compraran algunas de sus piezas en la década de 1890.

No obstante, la relación de Claudel y Rodin estaba lejos de ser solo profesional. Los dos tenían respeto mutuo y admiración el uno por el otro y se habían enfrascado en una apasionado romance poco después de conocerse. Incluso más que su aprendiz, se convirtió en su confidente, modelo y musa. Rodin creó varios retratos de Claudel durante este periodo, comenzando con Camille Claudel con el pelo corto, y también la usó como modelo para partes de sus obras más grandes. Él, a su vez, también fue modelo para Claudel en ocasiones, sobre todo por su aclamada obra Busto de Rodin. Las creaciones de los dos artistas se inspiraron e influyeron mutuamente mientras trabajaban juntos a la perfección, compartiendo modelos y estudios.

 

Rompimiento con Rodin

La relación entre Claudel y Rodin continuó durante más de 10 años, pero las cosas no siempre fueron tan bien. De hecho, su romance había provocado una gran controversia. Una de las razones era su considerable diferencia de edades, dado que Claudel no había cumplido 20 años cuando se conocieron y Rodin ya tenía más de 40. Otra razón fue su relación con Rose Beuret, quien había sido su pareja durante años, aunque nunca se casaron oficialmente.

The Waltz Sculpture by Camille Claudel

El vals (Foto: Camille Claudel [Dominio público])

Este segundo punto fue especialmente difícil para Claudel: sus intensos sentimientos por Rodin habían aumentado considerablemente a lo largo de los años, lo que le hacía cada vez más difícil aceptar su relación con Beuret. Incluso le hizo firmar un contrato prometiéndole serle fiel. Aunque Rodin se había vuelto tan importante en su vida durante sus muchos años juntos, Claudel comenzó a darse cuenta de que nunca dejaría a Beuret. Esto, y su creciente deseo de emerger de la sombra arrolladora de Rodin, la impulsaron a distanciarse cada vez más del artista, tanto personal como profesionalmente, a partir de 1892.

Aunque había demostrado ser una artista por mérito propio, la gente siempre la compararía con Rodin y atribuiría su talento y técnica a la tutela del célebre escultor. Buscando una manera de distinguirse más de su expareja y afirmar su propia creatividad y genio, Claudel tomó una nueva dirección con su trabajo. Comenzó a explorar escenas más íntimas, con composiciones más atrevidas, nuevos temas y materiales más difíciles. Parte de su obra más evocadora y sensacional es de este periodo, incluyendo piezas como El vals, La ola Sakuntala.

The Wave by Camille Claudel

La ola (Foto: Thibsweb [dominio público])

The Age of Maturity by Camille Claudel

La edad madura (Foto: Thibsweb [Dominio público])

Así, la ruptura final y definitiva se produjo entre Rodin y Claudel con una de sus piezas más expresivas y contundentes, La edad madura. Esta increíble obra muestra a una mujer joven arrodillada, acercándose a un hombre mayor que está siendo alejado de ella en el abrazo voraz de una anciana retorcida. Aunque ahora a menudo se interpreta como una alegoría de las tres etapas de la vida, muchos en el momento de su debut vieron la escultura como una expresión artística de la ruptura de Claudel con Rodin.

La artista había creado esta escultura para su primer encargo del Estado francés en 1895, originalmente con el apoyo y el respaldo de Rodin. Sin embargo, cuando vio la escultura por primera vez, se sorprendió, se enojó y se ofendió. Posteriormente retractó su apoyo público al trabajo de Claudel y rompió todos los lazos con su examante. Su comisión también fue revocada más tarde con poca explicación, aunque muchos especulan que Rodin pudo haber presionado al Estado para que pusiera fin a su asociación con Claudel.

Camille Claudel Sculpting

Claudel en 1903 (Foto: AnonymousUnknown author [CC BY-SA 4.0])

Últimos años

Tras esta ruptura final con Rodin, las cosas empezaron a decaer rápidamente para Claudel. Aunque había querido distanciarse del artista, su apoyo público y el respaldo a su trabajo la habían protegido hasta cierto punto de muchas de las prácticas sexistas evidentes en su vocación artística. Claudel perdió cada vez más apoyo debido a la naturaleza abiertamente sensual de varias de sus piezas, algo que no se consideraba aceptable para una mujer en las artes.

A medida que su carrera declinó rápidamente y cayó en problemas financieros, Claudel se volvió cada vez más paranoica y se convenció de que Rodin estaba conspirando contra ella para arruinarla y robar sus ideas. Debido a esto, se volvió cada vez más solitaria, destruyendo una gran parte de sus piezas para evitar que Rodin las copiara e incluso negándose a esculpir nada nuevo. Para 1911, vivía prácticamente sin salir de casa, y su salud física y mental empeoraban continuamente.

En marzo de 1913, su padre, que siempre la había apoyado y defendido, murió y nadie de su familia le informó. La relación de Claudel con su madre, que había sido tensa desde el momento en que la joven decidió ser artista, solo se había deteriorado más y más a lo largo de los años, ya que su relación indecorosa con Rodin y la naturaleza “poco femenina” de su trabajo solo profundizaron el ruptura entre Claudel y su madre.

Bust of Paul Claudel by Camille Claudel

Busto de Paul Claudel a los 37 (Foto: Jean-Pierre Dalbéra from Paris, France [CC BY 2.0])

No hay mucha información sobre la relación de Claudel con sus dos hermanos a lo largo de su carrera, aunque realizó varios bustos de su hermano a lo largo de los años y al menos uno de su hermana con motivo de su matrimonio. Aún así, solo unos días después de la muerte de su padre, la familia restante de Claudel hizo que la internaran en el manicomio de Ville-Evrard.

Más tarde fue trasladada al asilo de Montdevergues en 1914, debido al estallido de la Primera Guerra Mundial, y permaneció ahí hasta su muerte el 19 de octubre de 1943. Durante su encierro de 30 años, recibió muy pocas visitas de su familia o amigos. Claudel pasó el resto de sus días aislada, alejada de todas las cosas que una vez habían alegrado su vida.

“Me he hundido en un abismo”, escribió la artista a uno de los pocos contactos que le quedaban durante su estancia en Montdevergues. “Vivo en un mundo tan curioso, tan extraño. Del sueño que fue mi vida, esta es la pesadilla”. Después de la solitaria muerte de Claudel, su cuerpo fue enterrado en una fosa común sin marcar en los terrenos del asilo.

 

El legado de Camille Claudel

A pesar del injusto declive de su carrera como escultora y del trágico final de su vida, el mundo ha comenzado a poner atención a la obra de Claudel. Su historia es tan fascinante que incluso ha servido de inspiración para libros, obras de teatro, películas e incluso un musical. Antes de su propia muerte en 1914, Rodin aprobó planes para agregar una habitación de Camille Claudel a su museo. Estos planes se completaron en 1952 cuando el hermano de Claudel, Paul, donó varias de las obras de su hermana al Musée Rodin.

Camille Claudel Museum

Foto: Wikimedia Commons [Dominio público]

Además, Claudel finalmente recibió la distinción y el reconocimiento por su propio mérito artístico que tanto deseaba y merecía durante su vida cuando el Musée Camille Claudel fue inaugurado en 2017. El museo tiene su sede en la casa de la infancia de la artista y presenta alrededor de 40 de sus obras que sobreviven hasta nuestros días. Gracias a esto, su increíble talento y contribuciones a la escultura moderna ahora están siendo reconocidos y celebrados de una manera que nunca podrían haber sido durante su vida.

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Regina Sienra

Regina Sienra es colaboradora y redactora en español para My Modern Met. Periodista y traductora originaria de la Ciudad de México. Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Su pasión por escribir sobre las artes visuales, la música, el cine, la literatura y el teatro ha dado vida a una carrera de casi 10 años en diversos medios culturales de México, Estados Unidos y Canadá.
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