El lago Como de Italia ofrece vistas espectaculares, pero una de las mejores se puede encontrar en lo alto de las colinas, sobre el pueblo de Varenna. Allí se encuentra el castillo de Vezio, que fue construido entre finales del siglo XI y principios del XII. Todos los veranos, los turistas suben la colina para disfrutar del paisajes, pero no son los únicos paseando por el castillo: son acompañados por los “fantasmas” que rondan los terrenos.
Los fantasmas de Vezio son esculturas de yeso hechas por los encargados del castillo cada año. Los turistas se ofrecen como “moldes” voluntarios para que les coloquen yeso, que se utiliza para crear estas figuras fantasmales. Luego se dejan a la intemperie durante todo el invierno hasta que son destruidas, con lo que comienza una nueva temporada y los fantasmas se vuelven a producir. Estos fantasmas son una de las mayores atracciones del castillo, pero ¿por qué están en los terrenos y qué representan?
Todo está relacionado con una leyenda sobre por qué se construyó el castillo en primer lugar. En 1779, Anton Gioseffo della Torre di Rezzonico publicó un libro titulado Larius. En él, menciona que el castillo fue construido gracias a los deseos de Teodolinda. Esta mujer era la reina de los lombardos, el pueblo germánico que gobernó esta parte de Italia por varios siglos. Se dice que pasó los últimos años de su vida en la zona y deseaba dejar una iglesia y un oratorio con un campanario prominente como parte de su legado.
Aunque eso nunca sucedió, la leyenda dice que su corazón y su alma están enterrados dentro de los muros del castillo de Vezio y que su alma vaga por sus pasillos en las noches sin luna. Las esculturas de yeso son una representación física de esta leyenda que sin duda se suma a la belleza y el misterio del castillo.
Si quieres verlos en persona, el castillo de Vezio está abierto desde marzo hasta principios de noviembre.
El castillo de Vezio ofrece vistas increíbles del lago Como en Italia.
El castillo está en una colina en lo alto del pueblo de Varenna.
Esculturas de yeso de “fantasmas” rondan los terrenos.
Son creados cada temporada por los encargados del castillo.
Las esculturas rinden homenaje al fantasma de la reina Teodolinda, cuyo espíritu se dice que camina por los pasillos.
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