Mientras que muchas personas están en cuarentena en la comodidad de sus hogares, un grupo de cuidadoras en el Reino Unido se ha trasladado temporalmente a su lugar de trabajo. Izzy, Emily, Layla y Sarah-Jane trabajan en Paradise Park, un santuario de vida silvestre en Hayle, Cornualles. El zoológico cerró el 21 de marzo debido a COVID-19, pero las cuatro se ofrecieron como voluntarias para permanecer en la casa ubicada en el santuario durante 12 semanas con el fin de seguir cuidando de los animales.
“Había estado pensando en cómo manejar la situación en cuanto al aislamiento y el distanciamiento social, ya que tengo una gran familia que incluye una persona mayor que ha pasado 12 semanas en aislamiento”, explica la cuidadora Izzy Wheatley. “Al mismo tiempo, los directores estaban teniendo los mismos pensamientos sobre el uso de la casa que está en el sitio y que había quedado vacía, ya que la reunión de conservación de la chova de Cornualles acababa de ser cancelada. Yo y otras tres cuidadoras, Sarah-Jane Jelbart, Layla Richardson y Emily Foden, nos mudamos a la casa del sitio”.
Paradise Park es actualmente el hogar de casi 1,200 aves y mamíferos, desde una bandada de flamencos hasta adorables pandas rojos. Las cuidadoras del zoológico actualmente comparten responsabilidades vitales como la alimentación, la limpieza, la administración de medicamentos, la creación de actividades y la realización de mantenimientos importantes. Afortunadamente, también cuentan con la ayuda de otros cuidadores que acuden a diferentes horas del día para poder mantenerse separados y cumplir con las reglas de distanciamiento social.
Izzy, Emily, Layla y Sarah-Jane también están a cargo de las rutinas diarias de los pingüinos de Humboldt que viven en el santuario. “Algunos fueron criados aquí y son muy amigables, y en la temporada de verano, a partir de Pascua, participan en Photocalls“, dice Izzy. “Por lo general, durante las dos horas de alimentación a las 11 a.m. y 3 p.m., seleccionamos un puñado de visitantes para ayudar a alimentar a los pingüinos, damos una charla, y luego los visitantes son invitados a conocer y acariciar a alguno de los pingüinos más amigables y tomar fotos. Para asegurarnos de que estaremos listos cuando volvamos a abrir, continuamos con estas rutinas. Además seguimos entrenando con nuestras águilas, buitres, halcones, guacamayos y otras especies que participan en nuestras grandes exhibiciones de vuelo libre durante el verano”.
Desde el cierre del zoológico, su flujo de ingresos se ha detenido, lo que por supuesto hace que sea difícil cubrir los gastos de cuidado de los animales (que ascienden a más de 1,500 dólares por semana). Es por eso que los miembros del personal del zoológico han lanzado una campaña en GoFundMe con la esperanza de cubrir los alimentos y otros gastos vitales con donaciones. Si quieres ayudar, puedes donar aquí.
Paradise Park en Cornualles, Reino Unido, tuvo que cerrar el 21 de marzo. Sin embargo, 4 cuidadoras se ofrecieron como voluntarias para quedarse en la casa ubicada en el santuario con el fin de seguir cuidando de los animales.
Izzy, Emily, Layla y Sarah-Jane ahora comparten responsabilidades vitales como la limpieza y la alimentación.
Además están a cargo de las rutinas diarias de los pingüinos de Humboldt que viven en el santuario.
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My Modern Met obtuvo permiso de Paradise Park para reproducir estas imágenes.
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