El artista Darren Pearson de Dariustwin, una empresa de medios y arte con sede en el sur de California, es pionero en una forma de arte conocida como pintura con luz. En esta técnica de fotografía de larga exposición, el obturador de la cámara se deja abierto para capturar las estelas de luz creadas por una luz LED que “pinta” en el aire como un pincel sobre un lienzo. Estas fotos solo se pueden crear de noche o en una habitación oscura, y son únicas en el sentido de que las imágenes capturadas tal como las vemos solo existen en la cámara. Ni siquiera el artista llega a ver la imagen hasta que termina de pintar y decide cerrar el obturador.
Una de las series recientes de Pearson, titulada Ghost Bands, nos muestra a músicos esqueletos de neón en varias poses: algunos tocan instrumentos, otros aplauden o bailan, en vastos paisajes contra el telón de fondo de un cielo nocturno estrellado. La serie se inspiró en la música y en el fallecimiento de tantos músicos influyentes durante la última década. “En cierto modo, este fue un proceso de duelo, así como un desafío de pintar con luz”, dice Pearson. “La música es una gran parte de mi vida y quería rendirle homenaje”.
La ubicación es extremadamente importante para las pinturas: algunos escenarios comunes incluyen los amplios espacios abiertos del desierto, tramos de playa y claros en áreas boscosas. “Los lugares les dan a mis personajes ligeros un hogar para vivir dentro de la imagen”, le dice Pearson a My Modern Met. “Sirve al ambiente general y puede permitir que los personajes interactúen con su entorno”.
Aunque la pintura con luz requiere una cámara, tiene más en común con la pintura tradicional que con la fotografía digital a la hora de crear la pieza. Dado que la cámara capta cada rayo de luz, una línea descarriada podría arruinar el efecto deseado. “Me gusta pensar, ‘un intento, hacerlo o morir', cada vez que creo una imagen”, explica Pearson, “porque es la antítesis de que nada importa. ¡Todo importa cuando se pinta con luz!”.
Para las pinturas de esqueletos, utiliza su propio cuerpo como referencia para la ubicación y las proporciones de los personajes. Y cuando sabe que ha cometido un error, Pearson detiene la exposición y vuelve a intentarlo desde el principio. Por lo general, cada pintura de luz toma entre uno y seis minutos, según los personajes y la complejidad de la escena, pero, como nos dice el artista, “el proceso lleva todo el tiempo que sea necesario”. Toma dos fotos para cada imagen final compuesta: una para la pintura y otra para el fondo, teniendo en cuenta dónde se ven mejor las estrellas. Después de tomar las fotos, las combina en Photoshop para crear la imagen final. Para Pearson, la parte más emocionante y satisfactoria del proceso es ver lo que captura en la parte posterior de la pantalla de la cámara después de cerrar el obturador. “Es este momento cuando veo si he capturado o no una imagen que vale la pena compartir. Es un sentimiento especial que busco cada vez que salgo en una misión de pintura con luz”.
El interés de Pearson por la pintura con luz nació en 2007, después de ver una imagen de Picasso dibujando un centauro capturada por el fotógrafo Gjon Mili para la revista Life en 1949. Desde entonces, además de sus pinturas con luz, ha creado animaciones stop-motion compuestas por fotografías de pintura con luz, e hipnóticos cortometrajes de animación stop-motion compuestos por cientos de esas fotografías de pintura con luz. Incluso diseñó y construyó él mismo la herramienta de luz LED que usa, llamada Night-Writer. Pearson, que pule constantemente su técnica y ha encontrado nuevas formas de usar equipos de fotografía y pintura con luz, dice que su esperanza es inspirar a las personas a crear de la manera en que se inspiró después de ver la imagen de Picasso.
A continuación, ve más pinturas de luz de Ghost Bands, y sigue a Pearson en Instagram para ver videos de su proceso y mantenerte al día con sus nuevos proyectos.
El artista Darren Pearson usa fotografía de larga exposición y una herramienta de luz LED para crear sus pinturas de luz.
La serie está inspirada en la música y en el fallecimiento de tantos músicos influyentes durante la última década.
Cada cuadro tarda entre uno y seis minutos en “dibujarse”.
“Me gusta pensar, ‘un intento, hacerlo o morir', cada vez que creo una imagen, dice Pearson a My Modern Met, “porque es la antítesis de nada importa”. ¡Todo importa cuando se pinta con luz!”.
Para Pearson, la parte más emocionante y satisfactoria del proceso es ver lo que captura en la parte posterior de la pantalla de la cámara después de cerrar el obturador.
“Es este momento cuando veo si he capturado o no una imagen que vale la pena compartir. Es un sentimiento especial que persigo cada vez que salgo en una misión de pintura con luz”.
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My Modern Met obtuvo permiso de Darren Pearson para reproducir estas imágenes.
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