Muchas historias del reino animal están llenas de tristeza, pero algunas tienen finales inspiradores. A finales de febrero de 2020, un rebaño de cabras y su pastor salvaron la vida de una cría de cebra. Tras este rescate, el amor y cuidado de un grupo de conservacionistas le han dado a este potro la oportunidad de regresar a la naturaleza algún día.
Esta cebra se llama Diria—en honor al rancho en que fue rescatada—y llegó al Fideicomiso de Vida Silvestre Sheldrick en Kenia poco después de haber sido salvada de un ataque de leones. La manada mató a la madre de Diria, y cuando el potro huérfano corrió instintivamente en dirección opuesta, se encontró con el grupo de cabras. Su pastor lo llevó al Servicio de Vida Silvestre de Kenia, quienes después lo entregaron a la Unidad de Reintegración VOI del fideicomiso.
Tras la llegada de Diria, el fideicomiso se dispuso a cuidar de él como lo haría una figura materna. “Las cebras bebés necesitan poder reconocer a su madre desde el nacimiento para sobrevivir”, explicó Rob Brandford, director ejecutivo del Fideicomiso de Vida Silvestre Sheldrick, a My Modern Met. “Para aprenderse las rayas de su mamá, la madre cebra suele separarse del grupo con su bebé para que al bebé se le pueda ‘grabar'—esencialmente reconocer y seguir el pelaje, olor y llamado de su madre. Una vez que la cría pueda identificar a su mamá, el dúo regresa con su manada”.
Sin la mamá de Diria, los trabajadores tuvieron que hacerse cargo de criar al potro. “En la naturaleza, los potros son criados solamente por su madre, pero en nuestra Unidad de Reintegración, no es práctico que una sola persona críe a Diria si debe tomar sus vacaciones anuales”, señala Brandford. “Por ello, para evitar que este frágil recién nacido se ‘imprima' en una persona, nuestros cuidadores portan un abrigo hecho especialmente al que Diria reconocerá como su ‘mamá’, sin importar quién lo esté usando. Así, un equipo de cuidadores le puede dar a Diria el cuidado especial que necesita 24/7 para darle la mayor oportunidad de sobrevivir”.
“Con el uso de nuestro abrigo, un grupo de cuidadores puede darle cuidados especiales, y caminar con él por el área protegida en las inmediaciones de nuestra Unidad de Reintegración para que aprenda sobre su entorno natural”, dice Brandford. Diria es cariñoso con sus cuidadores, y se dice que “lo que más ama es acariciarlos con el hocico”—con excepción de la hora de la comida. “Los cuidadores lo alimentan regularmente con leche y, de noche, Diria duerme en un establo para estar a salvo de los depredadores. Cuando sea más grande, se espera que Diria pueda regresar a lo que es su derecho por nacimiento: la naturaleza, y reintegrarse con las manadas de cebras salvajes que viven junto a la Unidad de Reintegración”.
Una pequeña cebra llamada Diria quedó huérfana cuando un grupo de leones mató a su mamá.
Diria fue rescatado por un pastor, quien lo llegó al Fideicomiso de Vida Silvestre Sheldrick, en Kenia.
Ahí, sus cuidadores usan un abrigo especial para que los reconozca a todos como “su mamá” y pueda desarrollarse correctamente antes de volver a la naturaleza.
Sheldrick Wildlife Trust: Sitio web | Facebook | Instagram
My Modern Met obtuvo permiso de Sheldrick Wildlife Trust para reproducir estas imágenes.
Artículos relacionados:
Fotógrafo retrata a una inusual cebra bebé con puntos en vez de rayas
Esta tierna foto de una tigresa con sus cinco cachorros es una victoria para los conservacionistas
Entrevista: Este fotógrafo ha dedicado su vida a documentar cada especie animal en el mundo