Durante los últimos cuatro años, el fotógrafo Dean Mason se ha dedicado a retratar a una musa inusual—el ratón espiguero. Estos pequeños roedores tienen grandes ojos y orejas, así como bigotes cortos, lo que los hace verdaderamente fotogénicos. Con solo 7 centímetros de largo, el ratón espiguero mide la mitad que un ratón doméstico y posee sorprendentes habilidades acrobáticas. Su comportamiento curioso hace que los ratones espigueros sean fascinantes a la hora de fotografiar, ya que nunca se sabe qué aventuras tendrán en sus mundos en miniatura.
Mason retrata a estos ratoncitos activos mientras trepan por los delgados tallos de plantas y se balancean sobre flores diminutas. ¿Cómo lo hacen? Su habilidad acrobática se debe a su cola prensil (que los ayuda a balancearse) y sus grandes patas (que están adaptadas para trepar). Incluso han desarrollado un dedo parcialmente oponible que los ayuda a agarrar tallos delgados. Para Mason, esta habilidad atlética es solo una parte de lo que hace que fotografiarlos sea tan divertido. Y cuando se suman sus personalidades curiosas y su amor por la gente, los ratones espigueros realmente son los modelos perfectos.
“Te hacen sonreír por su tamaño y su comportamiento”, dice Mason a My Modern Met. “Fotografiarlos es muy divertido, aunque puede ser desafiante: ¡suelen moverse muy rápido cuando están activos!” De hecho, Mason ama tanto a estos pequeños roedores que ha basado todo su negocio en ellos. Ofrece cursos de fotografía a través de Windows of Wildlife, permitiendo a otras personas experimentar la alegría de fotografiar a estos fascinantes animales.
Ya sea que estén acurrucándose en un diente de león o pasando el rato en una pequeña casa, estos ratones seguramente harán sonreír a cualquiera. Y para Mason, esa es una de las grandes satisfacciones de su trabajo. “Recibo muchos correos electrónicos y mensajes de seguidores en redes sociales agradeciéndome por alegrarles el día y hacerles sonreír… ¡No puedo pedir más que eso!”