Históricamente, el mármol ha sido uno de los medios preferidos por escultores de todo el mundo. Para ilustrar el potencial del mármol y mostrar sus propias habilidades escultóricas, los artistas a menudo eligen temas que requieren un gran nivel de destreza. Estos motivos desafiantes incluyen detalles anatómicos, drapeados dinámicos y, en el caso de Il Disinganno, redes delicadas. Cada parte de esta fascinante escultura está tallada en mármol, incluyendo los elaborados nudos de la red que envuelve la figura de un pescador.
Il Disinganno, también conocida como El desengaño, fue creada por el artista genovés Francesco Queirolo en el siglo XVIII. Considerada su obra maestra, esta escultura ha cementado el legado de Queriolo como uno de los artistas italianos más importantes del siglo XVIII.
El desengaño
El desengaño representa una escena tanto bíblica como alegórica. En ella aparecen dos personajes: un ángel y un pescador. El ángel se para sobre un globo mientras libera al hombre de la red y flota sobre telas exquisitas.
Significado bíblico
Según el Museo Capella Sansevero (“Museo de la Capilla Sansevero”) la red simboliza el pecado. Mientras el ángel libera al pescador, perdona sus pecados y le presenta la Biblia, que yace a sus pies. Para hacer énfasis en esta idea de liberación, Queirolo adornó las páginas del libro con un pasaje en latín: “Romperé tu cadena, la cadena de las tinieblas y de la larga noche de la que eres esclavo para que no seas condenado en este mundo”.
Simbolismo secular
Además de los motivos religiosos, la escultura también incorpora símbolos seculares. Por ejemplo, la llama sobre la cabeza del ángel representa la inteligencia humana, mientras que el globo hace referencia a las pasiones mundanas. Estos elementos coinciden con la dedicatoria de Raimondo si Sangro a su padre, que explora la idea de “la fragilidad humana, que no puede conocer grandes virtudes sin el vicio”.
Según el museo, la escultura también denota aspectos de la masonería, una organización fraternal. La Biblia, por ejemplo, tiene dos funciones, ya que el libro abierto es una de las tres “grandes luces” de los masones. De igual manera, el concepto de luz y sombra—explorado en el pasaje bíblico mencionado anteriormente—”parece ser una referencia directa a la iniciación masónica, donde los iniciados entrarían con una venda puesta para abrir los ojos a la nueva luz de la Verdad.”
La red de mármol
Si bien su simbolismo es fascinante, son los detalles escultóricos de El desengaño—en particular, su hermosa red tallada—los que han conquistado al público durante siglos. A primera vista puede parecer que la estructura se compone de cuerdas entrelazadas; sin embargo, basta observarla de cerca para darse cuenta de que la red está hecha de un solo bloque de mármol.
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Se dice que Queirolo tardó siete años en fabricar la red de mármol, que elaboró sin un taller, aprendices u otra forma de ayuda externa. La razón de esto, según el Museo de la Capilla Sansevero, fue que incluso los escultores más especializados “se negaron a tocar la delicada red en caso de que se rompiera en sus manos”.
Aunque fue un trabajo laborioso, la determinación de Queirolo rindió frutos. Gracias a su elaborada red, El desengaño ha sido elogiada durante los últimos 250 años. Giangiuseppe Origlia, un aclamado historiador italiano, llamó a la pieza “la última y más difícil prueba a la que puede aspirar la escultura” en 1754, mientras que la novelista del siglo XX Matilde Serao la describió poéticamente como “un cierre singular de la vida, un término singular para todas las sublimidades, todas las pasiones, todos los amores”. Concluye: “Liberación del engaño y nada más”.
La capilla Sansevero
Queirolo completó El desengaño en 1754. La escultura fue comisionada por Raimondo di Sangro, un noble italiano, con la intención de decorar la recientemente reconstruida capilla Sansevero en Nápoles.
Construida por John Franceso di Sangro a finales del siglo XVI, la capilla se convirtió en el cementerio familiar en 1613. Para conmemorar a quienes yacían en este lugar, los familiares vivos solían comisionar a escultores contemporáneos para que crearan homenajes a los difuntos. El desengaño fue elaborada para honrar al padre de Raimondo: Antonio si Sangro, duque de Torremaggiore.
Otras obras maestras en la capilla Sansevero
Aunque no lo creas, El desengaño no es la única gran pieza en la capilla Sansevero. Entre sus muros se encuentran otras 30 obras de arte, incluyendo dos esculturas importantes: El Cristo velado (1753) de Giuseppe Sanmartino y La verdad velada (1750) de Antonio Corradini.
Al igual que El desengaño, estas dos piezas incluyen detalles que muestran la habilidad de sus escultores. En ambos casos, los artistas optaron por incluir un velo, un motivo empleado por escultores ambiciosos desde la antigüedad—y, de la misma manera que la delicada red de El desengaño, seguramente seguirá inspirando a los visitantes de la capilla Sansevero en los años venideros.
“Aquí”, proclama el museo, “la creatividad barroca, el orgullos dinámico, la belleza y el misterio se mezclan para crear un ambiente único y casi eterno”.
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