No es un secreto que el Louvre tiene una de las colecciones de arte más impresionantes del mundo. Además de la Mona Lisa y toda una galería dedicada a Miguel Ángel, este importante museo también brilla por sus antigüedades, con joyas que incluyen una Gran esfinge, la Venus de Milo, y la Victoria alada de Samotracia.
Aunque esta obra maestra de mármol sigue siendo una de las esculturas más famosas de la historia, muchas personas no conocen su historia—incluyendo sus raíces en la antigüedad, su descubrimiento en el siglo XIX, y su influencia en al arte moderno y contemporáneo.
Creación
Los orígenes exactos de la Victoria alada de Samotracia aún son un misterio. Sin embargo, los arqueólogos e historiadores del arte han estudiado la escultura a profundidad para estimar su edad, tema y significado.
De acuerdo con el Louvre, la pieza probablemente fue hecha en Rodas, una isla griega, a principios del siglo II a.C. Esto sitúa su creación en el corazón del periodo helenístico (323 a.C.-31 d.C). Este antiguo movimiento artístico es particularmente conocido por sus expresivas esculturas de personajes mitológicos en movimiento, un enfoque encarnado por la Victoria alada.
La escultura de 5.4 metros de altura representa a Nike, la diosa griega de la victoria. Mientras el ropaje húmedo y golpeado por el viento se adhiere a su cuerpo, la figura alada camina triunfalmente hacia el frente de un barco, lo que lleva a los historiadores a concluir que fue creada para conmemorar una exitosa batalla naval.
La estatua era una de las muchas piezas de mármol que adornaban el Santuario de los Grandes Dioses, un antiguo complejo de templos en la isla de Samotracia. Este santuario junto al mar estaba dedicado a la religión misteriosa, o culto secreto, de la Gran Madre.
Dada la prevalencia de las batallas navales durante este tiempo y su proximidad a las rutas marítimas más utilizadas del mar Egeo, el santuario presentaba varios monumentos inspirados en el océano. Éstas incluían columnas dedicadas, barcos importantes y, por supuesto, la Victoria alada, que se colocó en un nicho de roca (posiblemente una gruta) que daba al teatro del santuario.
Descubrimiento
El diplomático y arqueólogo aficionado francés Charles Champoiseau descubrió la Victoria alada en abril de 1863. Mientras reensamblaba los 23 bloques que componen el barco, envió la figura a París justo como la encontró: en tres partes.
La base, el torso, las piernas y el ala izquierda eventualmente llegaron al Louvre, donde se volvieron a ensamblar en la Sala de la Cariátide de antigüedades clásicas. El museo también agregó un ala de yeso a la escultura –una adición que permanece hasta hoy en día– pero optó por no recrear la cabeza o los brazos.
No obstante, casi 90 años después de que Champoiseau descubriera la figura fragmentada, arqueólogos de Austria descubrieron piezas faltantes, incluida la mano derecha de Nike. Desafortunadamente, la mano no tenía forma de ser unida a la escultura, ya que la figura no tenía brazos. Aún así, su descubrimiento fue extremadamente importante, ya que la mano, abierta, dio fin a una teoría de que la figura originalmente habría estado agarrando un objeto.
“Se ha pensado que la Victoria tenía una trompeta, una corona o un filete en su mano derecha”, explica el Louvre. “Sin embargo, la mano encontrada en Samotracia en 1950 tenía una palma abierta y dos dedos extendidos, lo que sugiere que no sostenía nada y simplemente formaba un saludo”.
Actualmente, la mano fragmentada puede verse en la parte superior de la Escalera Daru del Louvre, donde la Victoria alada ha estado en exhibición desde 1883.
Realismo helenístico
Al igual que otras esculturas helenísticas, la Victoria alada es admirada por su anatomía naturalista y, en consecuencia, por su representación realista del movimiento.
Para sugerir un cuerpo en movimiento, el artista colocó a Nike en una postura asimétrica. Conocido como contrapposto (“contraposición”), esta postura implica movimiento mediante el uso de una distribución realista del peso y un cuerpo en forma de “S”. Otras esculturas famosas en las que se utilizó este enfoque clásico para retratar el cuerpo humano son El Caminante, de Rodin y el David de Miguel Ángel.
Otro elemento que ayuda a sugerir movimiento es la tela ondulante que cubre el cuerpo de la figura. Cuando Nike avanza dramáticamente hacia adelante, la prenda aparentemente translúcida se tuerce alrededor de su cintura y se envuelve alrededor de sus piernas. Según el Louvre, esta “representación altamente teatral, combinada con la monumentalidad de la diosa, la envergadura de sus alas y el vigor de su cuerpo que avanza hacia delante, refuerza la realidad de la escena”
Legado
Hoy en día, la Victoria alada de Samotracia sigue siendo una de las esculturas más célebres del mundo. Desde su debut en el Louvre en el siglo XIX, ha inspirado a innumerables artistas. El surrealista Salvador Dalí se apropió directamente de esta escultura para su Doble Nike de Samotracia (1973), y el futurista Umberto Boccioni empleó la postura icónica de la figura para sus Formas únicas de continuidad en el espacio (1913).
Si bien estas interpretaciones modernas sin duda capturan el espíritu de la pieza, ninguna otra Victoria alada puede cautivar a las audiencias tan triunfalmente como la pieza original.
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