El Barroco es conocido por su teatralidad y decadencia. Durante este periodo, los artistas europeos continuaron con las tendencias clásicas del Renacimiento y las transformaron en pinturas y esculturas dramáticas. La obra del escultor italiano Gian Lorenzo Bernini es particularmente venerada por los historiadores de arte. Sin embargo, el trabajo de su aprendiz Giuliano Finelli es igual de impresionante. Finelli nació en 1601 en Torrano di Carrara, Italia, y recibió una formación formal como escultor en Nápoles. Después de trasladarse a Roma en 1622, la destreza del joven artista atrajo la atención del renombrado Bernini, y eligió a Finelli como su asistente.
Bajo la tutela de Bernini, Finelli desarrolló su habilidad artística y sus conexiones políticas. Como Bernini solía hacer piezas para el Papa Urbano VIII, la figura política más poderosa de Italia durante este periodo, Finelli pudo trabajar en piezas increíblemente significativas. Una de estas esculturas fue un busto de la sobrina del Papa Urbano VIII, Maria Duglioli Barberini, quien había muerto en 1621 por complicaciones en el parto.
La atención de Finelli a los detalles se tradujo bien a la hora de hacer este busto, que le fue encargado alrededor de 1626. El escultor fue tan preciso en el tallado de los detalles de su vestido que el encaje que rodea el cuello de la figura es engañosamente realista: uno pensaría que está hecho de tela, pero en realidad es puro mármol. Incluso talló la diminuta cuerda que une las cuentas de su collar.
Desafortunadamente, Bernini no quiso compartir los reflectores con Finelli y se negó a permitir que su asistente presentara la comisión al Papa en Roma. Las otras contribuciones de Finelli a la obra de Bernini también se vieron ensombrecidas por la popularidad del artista, por lo que rompió con el taller de Bernini en 1629. Sin embargo, su habilidad para retratar los más mínimos detalles en todas sus piezas hace que su obra se distinga de la de Bernini y que sea hermosa de contemplar.
El escultor barroco Giuliano Finelli creó esta exquisita escultura de la sobrina del Papa Urbano VIII, Maria Duglioli Barberini.
Su atención a los detalles es digna de admirar. Uno podría pensar que el encaje que rodea el cuello de la figura es real, pero en realidad es puro mármol.
La habilidad de Finelli también está presente en muchas de las obras más famosas de Bernini, como en Apolo y Dafne.
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