La historia de Halloween: conoce los orígenes de esta festividad

Ephemera, 1912 (Foto: Biblioteca Pública de Toronto, dominio público)

Por siglos, personas de todas las edades han disfrutado de Halloween. Esta celebración, que mezcla lo divertido con lo espeluznante, tiene lugar el último día de octubre. La fiesta de Halloween también es una gran oportunidad para darle rienda suelta a nuestra imaginación, por lo que es uno de los eventos anuales más emocionantes de la cultura contemporánea. Pero, ¿cuál es la verdadera historia de Halloween?

Aunque hoy es muy popular alrededor del mundo, Halloween no es un fenómeno moderno. De hecho, sus raíces se remontan a miles de años atrás, y abarcan festivales celtas, efemérides católicas e incluso rituales funerarios británicos. Aquí exploramos sus orígenes ancestrales, rastreando su evolución y contextualizando sus fascinantes tradiciones.

Etimología encantada

Antes de sumergirnos en la historia de esta antigua festividad, es útil comenzar con lo básico y conocer los orígenes de su nombre. La palabra Halloween proviene de Hallowe'en. A su vez, este término es una abreviatura de “Hallowed evening”, que quiere decir “noche sagrada” y se refiere específicamente a la víspera de Todos los Santos. Esta es una celebración que tiene lugar el 31 de octubre, el día anterior al Día de Todos los Santos, una importante fiesta católica.

Junto con el Día de los Fieles Difuntos, el 2 de noviembre, la víspera de Todos los Santos y el Día de Todos los Santos componen Allhallowtide o “tiempo de Todos los Santos”, un triduo (o sea, una celebración religiosa de tres días) dedicado a los muertos. Si bien la Iglesia ha observado oficialmente Allhallowtide desde el siglo VIII, la historia de Halloween es aún más antiguo.

¿Cuál es la historia de Halloween?

Samhain

Si bien el origen exacto de la festividad sigue siendo un misterio, los historiadores han encontrado un vínculo con Samhain (o Samaín), un festival celta precristiano que conmemora el final del verano. Esta fiesta otoñal anual se celebraba desde el atardecer del 31 de octubre hasta el atardecer del 1 de noviembre en Irlanda, Escocia y la Isla de Man, y se remonta a hace 2,000 años.

Según el folclor celta, la barrera entre los vivos y los muertos era más delgada durante esta fiesta de la cosecha. Además de facilitar la comunicación con los difuntos, este fenómeno significaba que los espíritus podían regresar a la tierra. Para dar la bienvenida a estos visitantes fantasmales, los celtas hacían ofrendas de comida y se valían de su energía espiritual para adivinar el futuro de los demás.

Además de sus raíces sobrenaturales, los historiadores creen que el Samhain también tenía un propósito más funcional: prepararse para el frío que se avecinaba. Durante este festival, la gente recolectaba comida para el invierno y juntaba animales de los pastizales.

En el siglo I d.C., la mayor parte del territorio celta fue conquistado por el Imperio romano. Inevitablemente, sus rituales y festivales comenzaron a mezclarse, culminando en nuevas fiestas híbridas. Samhain, por ejemplo, se fusionó con la fiesta romana de Pomona, una fiesta inspirada en la cosecha que se cree que tenía lugar el 1 de noviembre.

Allhallowtide

Jakub Schikaneder, “Día de los Fieles Difuntos”, 1888 (Foto: Wikimedia Commons, dominio público)

Aunque estas fiestas de la cosecha fueron pasadas de generación en generación, sufrieron cambios dramáticos en el siglo VIII. En ese entonces, el Papa Gregorio III reinterpretó esta festividad pagana como una serie de celebraciones católicas.

Específicamente, declaró el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, una fiesta destinada a honrar a los “santos, mártires y confesores” en el cielo, y el 31 de octubre sirvió como la víspera de Todos los Santos. Este triduo, sin embargo, se completó hasta el siglo XI, cuando el 2 de noviembre se convirtió en el Día de los Fieles Difuntos o Día de Muertos, una festividad dedicada a todos los católicos bautizados que han fallecido.

Tradiciones que aún se practican hoy

Aunque los días del 31 de octubre al 2 de noviembre fueron inicialmente pensados como días sombríos y de reflexión, hoy en día Halloween es conocido por sus tradiciones divertidas, como pedir dulces, ponerse disfraces y tallar calabazas.

Pedir dulces

Foto: Fotos de stock por Rawpixel.com/Shutterstock

Para muchos, pedir dulces es la costumbre que más asocian con Halloween. Hoy en día, los niños se disfrazan para ir de casa en casa en busca de golosinas. Los historiadores han relacionado esta práctica con Samhain y las costumbres medievales en las Islas Británicas.

Los antiguos celtas creían que, durante Samhain, los fantasmas se disfrazaban de mendigos para engañar a la gente y conseguir que les dieran comida, dinero y otros productos codiciados. De acuerdo con esta superstición, rechazar las súplicas de los espíritus disfrazados resultaba en una maldición, lo que llevó a la gente a regalar bocadillos durante esta festividad.

Del mismo modo, el pedir dulces también está probablemente relacionado con el “souling“, una práctica británica que surgió en la Edad Media y duró hasta 1930. Inspirado en Mummers ‘Plays, producciones teatrales de cuentos populares, el souling era un ritual en el que los niños y las personas necesitadas se disfrazaban e iban de puerta en puerta pidiendo limosna.

Si bien, según una canción tradicional del siglo XIX, estos “soulers” querían “una manzana, una pera, una ciruela o una cereza, cualquier cosa buena para hacernos felices a todos”, estaban más interesados en los soul cakes: pequeñas galletas redondas aromatizadas con especias dulces y decoradas con pasas o grosellas acomodadas en forma de cruz. Tradicionalmente, estas galletas eran bendecidas por sacerdotes y se distribuían en honor a los difuntos. ¿No te recuerdan mucho al pan de muerto de México?

Usar disfraces

“Es la gran calabaza, Charlie Brown”

Al pedir dulces y bocadillos, quienes iban de puerta en puerta usaban disfraces destinados a engañar a otros para que les dieran comida. Esta divertida tradición sigue siendo una parte importante de Halloween. En especial, dos tipos de personajes han mantenido su popularidad a lo largo de las décadas: los fantasmas y las brujas.

Creado por lo general una sábana blanca con orificios para los ojos, el fantasma casero es posiblemente el disfraz de Halloween más emblemático. Aunque aparentemente inofensiva, esta interpretación tiene sus raíces en un ritual particularmente mórbido: el entierro de cadáveres.

Los ataúdes de madera solían ser un lujo en el Reino Unido. Por lo tanto, en lugar de ataúdes costosos, los pobres a menudo simplemente envolvían y enterraban a sus seres queridos en sábanas blancas que eventualmente inspirarían este disfraz.

Además de los fantasmas, disfrazarse de bruja también es una idea muy popular. Caracterizada por un sombrero negro puntiagudo y una cara no tan bonita, nuestra imagen moderna de una bruja se basa en realidad en una diosa pagana conocida como “The Crone”, a quien se le hacían tributos durante el Samhain. Aunque inicialmente era conocida por su sabiduría y su papel en el renacimiento, esta “dueña del inframundo” ahora se asocia con palos de escoba y gatos negros.

A su vez, estos símbolos se derivan respectivamente de los bastones improvisados y las mascotas populares por las que se conocía a quienes eran acusadas de ser brujas durante la Edad Media.

Tallar calabazas

Al igual que los niños disfrazados, las calabazas brillantes (conocidas en inglés como jack-o'-lanterns) se han convertido en un elemento básico de la noche de Halloween. Si bien, hoy en día, las calabazas son talladas para crear decoraciones luminosas, originalmente estos adornos estaban hechos con nabos.

El uso del nabo se remonta a la Gran Bretaña medieval. Mientras la gente iba de puerta en puerta pidiendo soul cakes y otras golosinas, llevaban nabos ahuecados con velas en el interior. Además de iluminar su camino mientras iban de casa en casa, estas lámparas también estaban impregnadas de simbolismo, ya que sus velas cubiertas representaban almas atrapadas en el purgatorio.

Los historiadores conectan este concepto con will-o'-the-wisp (o “fuego fatuo”), un tropo folclórico. Según la leyenda irlandesa, el fuego fatuo es una luz fantasmal. La leyenda dice que esta luz está hecha de brasas del infierno y un personaje llamado Jack la coloca dentro de un nabo ahuecado. Jack, quien estaba atrapado en el limbo, usó esta lámpara para buscar un lugar de descanso final.

Inspirados por esta historia, la gente en Irlanda comenzó a tallar tubérculos para celebrar Halloween, una tradición que finalmente llegó a América del Norte, donde las calabazas abundan en esta época del año.

Tradiciones del pasado menos conocidas

Morder la manzana (Foto: Howard Chandler Christy, dominio público vía Wikimedia Commons)

Si bien Halloween tiene muchas actividades que han perdurado en el tiempo, hay algunos rituales que ya no se practican. Estas tradiciones a menudo se centraban en adivinar el futuro y más en los vivos que en los muertos.

Morder la manzana

En algunas fiestas de Halloween, aún se lleva a cabo el juego de pescar una manzana dentro de una cubeta sin usar las manos, pero es probable que no se practique con la misma intención que hace décadas: adivinar el futuro o reforzar el presente. En una versión del juego, las mujeres marcaban discretamente las manzanas antes de colocarlas en el agua. Sus posibles pretendientes intentaban agarrarlas solo con los dientes e identificar con quién iban a casarse algún día.

Lanzar cáscaras de manzana

Esta es otra actividad centrada en la manzana que se utiliza para predecir el futuro. En Nueva Inglaterra, las jóvenes solteras intentaban pelar una manzana en una tira larga e ininterrumpida. Luego debían arrojarla sobre su hombro y vería qué letra formaba la cáscara en el piso. Esta sería la inicial de su futuro esposo.

Quema de avellanas

Los adivinos en Escocia tenían un ritual para que una mujer predijera su vida amorosa. Las jóvenes debían recolectar avellanas y darle el nombre de un pretendiente a cada una. Luego arrojaban las nueces al fuego; las avellanas que se quemaban hasta convertirse en cenizas (en lugar de estallar) revelarían a su futuro esposo.

Halloween alrededor del mundo en la actualidad

Foto: Fotos de stock por Jacqui Martin/Shutterstock

Hoy en día, Halloween se celebra en todo el mundo, aunque de muchas formas diferentes. Las festividades varían de un lugar a otro, y la mayoría de las culturas le han dado su propio toque a las tradiciones. De cualquier forma, Halloween siendo amado tanto por los adultos amantes de lo espeluznante como por los niños que buscan dulces.

Estados Unidos

En Estados Unidos, Halloween gira principalmente en torno a pedir dulces, ver películas de terror y celebrar con amigos en fiestas de disfraces. Es una oportunidad para que personas de todas las edades echen a volar su imaginación y dejen salir su faceta más espeluznante.

Irlanda

En Irlanda, donde se desarrollaron las antiguas raíces de Samhain, los niños piden dulces, se realizan y llevan a cabo búsquedas de tesoros organizadas por adultos. Las fogatas se celebran como en la antigüedad. También hay varios platillos tradicionales que se sirven en Halloween: Colcannon (un plato de coles y papa) y barmbrack (un pan con pasas). Estas delicias llevan encantos ocultos que predicen el futuro. Si encuentras un anillo en tu pan, habrá felicidad en tu futuro. Sin embargo, un dedal indica que nunca te casarás. Puedes encontrar recetas para ambos platos irlandeses en Irish Central (en inglés).

Alemania

En Alemania, Halloween es bastante nuevo: los alemanes apenas comenzaron a celebrar regularmente en la década de 1990 como resultado de la comercialización y americanización. Halloween también cae menos de dos semanas antes de la Fiesta de San Martín, en el que los niños alemanes salen a las calles a pedir dulces. Como resultado, Halloween es más una actividad divertida entre los adultos que una fiesta para niños.

Filipinas

En Filipinas, existe una tradición popular llamada Pangangaluwa, que se celebra el 31 de octubre. Anualmente, los niños van de puerta en puerta (a menudo disfrazados), cantando para pedir regalos. Los niños fingen ser almas perdidas en el purgatorio, yendo de casa en casa en busca de regalos para llevar al mundo de los muertos. Se practica más comúnmente en áreas rurales, aunque ha habido un resurgimiento reciente en la ciudad de Sariaya, donde la tradición se ha occidentalizado más ya que los niños piden dulces diciendo “truco o trato”, como en Estados Unidos.