Pocos animales tienen la elegancia de las jirafas al caminar, pero para una preciosa cría de jirafa llamada Msituni —que significa en el bosque en swahili— ponerse de pie y caminar junto a sus compañeras moteadas fue todo un desafío. La jirafa, que ahora tiene 3 meses, nació en el Parque Safari del Zoológico de San Diego con una condición llamada hiperextensión carpiana que afecta a los huesos de sus patas, similares a los de la muñeca humana.
La hiperextensión de la articulación hacía que las patas de Msituni se doblaran de forma anormal, lo que le dificultaba ponerse de pie y caminar, lo que podría haber puesto en peligro la vida de la joven cría. Pero gracias a un tratamiento profesional, ahora la pequeña jirafa tiene una segunda oportunidad. En colaboración con los ortopedistas de la Clínica Hanger, el equipo de la Alianza para la Vida Silvestre del Zoológico de San Diego decidió que la mejor solución para reparar las frágiles extremidades de Msituni eran unas férulas ortopédicas hechas a medida.
Aunque la Clínica Hangar se centra principalmente en la atención ortésica y protésica para humanos, pudieron desarrollar un plan especializado para la recuperación de Msituni. Y tras varias pruebas, fabricaron ortesis a medida a partir de moldes de las patas de la jirafa. Incluso añadieron un patrón de jirafa al exterior para que los aparatos tuvieran un aspecto más natural.
“Estamos muy contentos de tener los recursos y la experiencia para intervenir y ofrecer a esta joven jirafa la oportunidad de tener una vida plena”, dijo en un comunicado el Dr. Matt Kinney, veterinario principal del Parque Safari del Zoológico de San Diego. “Sin estos aparatos ortopédicos, la posición de sus patas se habría vuelto cada vez más dolorosa y habría progresado hasta un punto que no habría podido superar”.
Además de sus problemas en las patas, Msituni también tuvo que luchar contra otras enfermedades graves después de nacer. El personal del zoológico tuvo que tratarla con antibióticos intravenosos por anomalías en su sangre, y también tuvo que ponerle unos extensores de pezuñas especiales para corregir la posición irregular de sus patas traseras. Pero al final, todos los tratamientos de la jirafa bebé tuvieron éxito.
Hoy en día, Msituni ya no toma antibióticos, y tampoco utiliza las férulas para las piernas. Además, ahora que sus piernas están bien colocadas, está empezando a ganar peso y altura, y ha empezado a ganar fuerza. Lo ha hecho tan bien que el equipo de cuidado de vida silvestre del zoológico incluso ha decidido presentarla al resto de la manada de jirafas del hábitat de la sabana de África Oriental del parque safari. Algunas de las compañeras de la joven jirafa son una jirafa hembra adulta llamada Yamikani y su cría hembra llamada Nuru, que nació solo cuatro días después de Msituni.
“Este fue un paso importante en el desarrollo natural de Msituni”, dice la directora de cuidado de vida silvestre del parque safari, Kristi Burtis. “A medida que crezca su vínculo con la manada, podrá aprender comportamientos y habilidades importantes para el desarrollo de una jirafa joven”.
Dado que los científicos calculan que quedan menos de 100,000 jirafas en sus hábitats naturales —una disminución de más del 40% en los últimos 20 años—, la recuperación de Msituni es aún más especial: “El nacimiento de cada animal es un acontecimiento muy apreciado”, añade Kinney, “y la supervivencia de Msituni frente a tanta adversidad hace que todo sea aún más especial”.
Msituni, una jirafa bebé del Parque Safari del Zoológico de San Diego, nació con una condición que hizo que necesitara férulas ortopédicas para caminar.
Pero ahora, gracias a un tratamiento especial, la cría de jirafa está creciendo sana y erguida.
Mira este video para conocer más de la historia de Msituni.
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h/t: [People]
Todas las imágenes vía SDZSP.
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