La Tomatina: la batalla de tomates que se ha convertido en una querida tradición

La Tomatina

Foto: Fotos de stock de Iakov Filimonov/Shutterstock

Cada año, durante el último miércoles de agosto, las calles del municipio español de Buñol se tiñen de rojo. Decenas de miles de personas se reúnen en este pueblo valenciano para participar en la Tomatina, una batalla masiva sin igual donde el arma principal son kilos y kilos de tomates.

Esta curiosa tradición se ha convertido en una de las fiestas más famosas de España. Más de 20,000 personas provenientes de 100 países diferentes acuden a Buñol y, durante una hora, forman parte de la mayor guerra de tomates del mundo. Pero ¿cómo fue que nació este evento?

 

¿Cómo empezó la Tomatina?

Foto de tomates

Foto: Fotos de stock de Dutchmen Photography/Shutterstock

Existen varias versiones de cómo se originó la Tomatina. Una de las más populares es que data del año 1945. Durante las fiestas patronales del pueblo, un grupo de jóvenes se encontraba en la plaza principal de Buñol viendo el desfile de gigantes y cabezudos (un desfile protagonizado por figuras gigantes con cabezas grotescas). Los jóvenes decidieron unirse al desfile como broma; la comitiva les negó el paso, y en el forcejeo consiguiente hicieron caer a uno de los participantes del desfile. Furioso, el participante caído inició una pelea con lo que tenía a la mano. Dio la casualidad que cerca había un puesto de verduras; así, comenzó una batalla campal con tomates, que no paró hasta que intervinieron las autoridades.

Al año siguiente, los jóvenes decidieron repetir el evento de manera intencionada; esta vez, con tomates que trajeron desde sus casas. Así empezó a consolidarse la tradición, aunque la policía tenía la orden de disolver el evento. En 1957 el gobierno oficialmente prohibió la Tomatina, que cada vez congregaba a más participantes. En respuesta, los entusiastas del evento celebraron el entierro del tomate: los vecinos desfilaron por el pueblo un ataúd con un tomate dentro, acompañados por una banda que tocaba canciones fúnebres. La manifestación fue todo un éxito, y por presión popular la celebración fue permitida otra vez.

Así, la Tomatina siguió creciendo. En 1983, el periodista Javier Basilio realizó un reportaje sobre el evento para Televisión Española; con ello, la popularidad de la Tomatina se disparó en España y después en el mundo, atrayendo a decenas de miles de personas que deseaban unirse a la batalla de comida. Este gran interés llevó a que la Tomatina de Buñol fuera declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002.

 

El evento

La Tomatina en Buñol

Foto: flydime vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0)

La Tomatina tiene lugar el último miércoles de agosto. La gente comienza a llegar a la plaza principal en torno a las 9 de la mañana, donde son recibidos con bollos repartidos por el Ayuntamiento. Antes de la batalla se levanta un palo cubierto de jabón, que los más atrevidos deben trepar para alcanzar un jamón que cuelga de él.

A las 11 de la mañana suena una carcasa: ese disparo marca el inicio de la batalla. Seis camiones viajan lentamente por las calles del pueblo, cargando con unas 160 toneladas de “municiones” que se usarán durante la pelea. Los tomates que se usan en la Tomatina provienen principalmente de Castellón y son el excedente del cultivo de la temporada; los tomates más pequeños y blandos, que no cumplen con los parámetros para su consumo, son los que se destinan al evento. Las personas dentro del camión empiezan a lanzar los primeros tomates, hasta que el vehículo se detiene y suelta su carga: es entonces cuando se desata la verdadera batalla de tomates. Los participantes tienen una hora para lanzar cuantos tomates lleguen a sus manos; terminado este tiempo suena un segundo disparo, que da por finalizada la guerra de tomates.

Para que la fiesta ocurra en paz, los participantes deben seguir una serie de reglas: los tomates deben aplastarse antes de ser lanzados, ya que el golpe puede ser contundente de otra manera. Está prohibido aventar cualquier otro objeto que no sean tomates, así como ingresar al evento con botellas u otros objetos pesados. Además, se debe permitir el paso a los camiones, y se invita al público a seguir las indicaciones del personal de seguridad.

Como el evento principal puede resultar peligroso para los más pequeños, el Ayuntamiento de Buñol también organiza una Tomatina infantil. Este evento tiene lugar algunos días antes de la fiesta mayor.

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Sofía Vargas

Sofía Vargas es redactora en español para My Modern Met. Originaria de la Ciudad de México, es licenciada en Lenguas Modernas y tiene un Máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid. A lo largo de su carrera ha trabajado para varias instituciones culturales y ferias de arte en México. Además de escribir, Sofía dedica su tiempo a explorar otras prácticas artísticas, como la cerámica y la ilustración.
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