El fotógrafo Martin Gregus nació en una familia de artistas. Desde muy joven trabajó junto a su padre, un fotógrafo que se ha convertido en su mentor. Y ahora, a medida que continúa desarrollando su técnica, ha sido galardonado con un premio en los prestigiosos Wildlife Photographer of the Year Awards. Gregus se llevó a casa el premio al portafolio de estrella en ascenso por su trabajo fotografiando osos polares en el norte de Canadá.
Gregus pasó 33 días acampando en Churchill, Manitoba, donde pudo forjar una relación con los osos polares que queda plasmada en sus imágenes y videos. Mediante la fotografía con drones, Gregus logró retratar momentos increíblemente íntimos con estos animales sin molestarlos. Desde ver a una madre amamantar a sus cachorros hasta observar a dos hembras darse un baño juntas, Gregus pudo documentar una amplia gama de actividades. Y al hacerlo, abre un nuevo mundo para que los espectadores aprecien a estos animales, que luchan desesperadamente por sobrevivir en su entorno cambiante.
Tuvimos la oportunidad de hablar con Gregus para conversar sobre cómo se inició en la fotografía los osos polares. También discutimos los desafíos y ventajas de usar drones en la fotografía de conservación y sobre un momento inolvidable: cuando una osa polar le permitió a él y a su equipo “cuidar” a sus cachorros mientras ella salía a buscar comida. A continuación, lee la entrevista exclusiva de My Modern Met.
Martin Gregus pasó 33 días acampando en Churchill, Canadá para documentar la vida de los osos polares.
¿De dónde surgió la idea de esta expedición?
La idea de esta expedición surgió en 2015 cuando mi padre (también fotógrafo y mi mentor) y yo fuimos a Churchill, Manitoba, para documentar esta comunidad remota, las ballenas beluga y, por supuesto, los osos polares. Mientras estábamos allí, pudimos capturar el que sigue siendo mi video favorito de drones de ballenas beluga jugando con un oso polar nadando. Fue en ese momento que me obsesioné con la vida veraniega de estos animales; queriendo ver qué hacen y adónde van, me embarqué en un viaje de campamento de 13 días durante el final del verano de 2020. Luego regresé en 2021 por 20 días adicionales.
¿Qué te parece inspirador sobre los osos polares?
Desde que era pequeño he sentido un gran amor por el mundo natural. A través de los ojos de David Attenborough y otros exploradores de la BBC y National Geographic, soñé que algún día contaría historias y exploraría las áreas únicas y remotas de nuestro planeta. Fue hasta 2014 que comencé a convertir estos sueños en realidad; hice mi primer viaje a la isla Northern Baffin en Nunavut para filmar osos polares y narvales. Entonces, Churchill, Manitoba, me hizo darme cuenta de que estaba enganchado a nuestras regiones polares. El poder puro y la elegancia del oso polar es algo que me inspira; a simple vista son feroces e intimidantes, pero una vez que los conoces, son simplemente hermosas criaturas, cada una con su propio carácter. Realmente es extraordinario que estos animales salvajes puedan mostrar tanta compasión y resistencia mientras su mundo natural se desintegra justo debajo de sus patas.
¿Qué tipo de ventaja te dio el uso de un dron?
Habiéndome especializado en fotografía y cinematografía con drones durante más de ocho años, realmente creo que, si se usan correctamente, pueden beneficiar muchísimo a los esfuerzos de conservación de la vida silvestre. Si bien no fue hasta este año que estas imágenes obtuvieron el reconocimiento de una competencia tan prestigiosa como el Wildlife Photographer of the Year, mi equipo y yo hemos estado desarrollando formas de usar drones para documentar el mundo natural durante años. Se necesita una gran cantidad de tiempo para aprender la mejor manera de volar alrededor de los animales de tal manera que no los molestes, pero una vez que lo haces, los drones ofrecen una visión única de sus vidas.
¿Qué fue lo más difícil que experimentaste durante el viaje?
Diría que hay varias cosas. El principal desafío fue la cantidad de tiempo que mi equipo y yo pasamos en esta zona remota. Cuando se trabaja de forma tan remota durante periodos tan prolongados, no todo va a salir bien todos los días. Tuvimos que lidiar con lluvias torrenciales, corrosión por agua salada, averías de equipos mecánicos; todo el tiempo siendo observados por, en algunas ocasiones, más de cuatro osos polares. Esto realmente te enseña a resolver problemas en cualquier momento, especialmente cuando las configuraciones de la cámara de control remoto y el equipo eléctrico comenzaron a fallar debido a la exposición con los elementos. Algunas otras dificultades fueron la falta de ciertos lujos que damos por sentado, como una ducha, un inodoro o incluso comer alimentos que no estén secos o enlatados.
¿Qué fue lo más sorprendente que viste mientras observabas a los osos polares?
Si bien hubo muchos momentos únicos, muchos de los cuales estábamos viendo y documentando por primera vez (como un cachorro de tres patas y un oso polar y un grizzly cazando juntos) creo que el momento más sorprendente fue ver a la madre amamantar a sus cachorros. Aunque lo he visto muchas veces, todavía se me pone la piel de gallina con solo pensar en ello.
Hubo un momento en particular que destacó. Fue con una madre a la que llamamos Wilma y sus cachorros Bamm Bamm y Pebbles, estaban durmiendo a no más de 10 metros de nuestro campamento cuando los cachorros se despertaron y comenzaron a gritar. Sabiendo que era la hora del almuerzo, la mamá se dio la vuelta, se sentó y comenzó a amamantar a sus cachorros. Estaban tan cerca que podíamos escucharlos hacer sonidos como si fueran dos pequeños helicópteros durante más de cinco minutos. Hasta ese momento, nunca había visto a un oso polar hacer eso.
Luego, como si eso no fuera suficiente, la madre se puso de pie, caminó hacia nuestro campamento y dejó a sus dos cachorros con nosotros mientras buscaba comida. Yo no podía creerlo; ahí estaba, la gran depredadora ártica, confiando en nosotros lo suficiente como para dejar a sus cachorros. Fue un verdadero testimonio de la cantidad de tiempo y energía que dedicamos para construir una relación con los osos, y lo increíble que se sintió al verlo con tanta claridad.
¿Qué esperas que la gente aprenda al ver tus imágenes y videos?
Realmente espero que la gente pueda ver mis imágenes y videos y construir una mejor relación no solo con los osos polares, sino con nuestro mundo natural. Para asegurar nuestra propia supervivencia, debemos dejar de luchar y destruir la naturaleza y comenzar a aprender a vivir en armonía con ella. Lo hicimos en una escala muy pequeña, y al hacerlo demostramos que, dada la oportunidad y el respeto, incluso los depredadores más peligrosos del mundo no tienen la intención de hacernos daño si nosotros no tenemos la intención de lastimarlos.
No quiero parecer tonto o ingenuo, pero estos animales sienten tanta curiosidad por nosotros como nosotros por ellos y quién puede culparlos por ser agresivos a veces. Si llegara a mi casa y la destrozara por completo, estoy seguro de que tampoco estaría muy feliz.
¿Qué sigue para ti?
A lo largo de los años, me gusta pensar que he construido una conexión muy fuerte con la comunidad inuit en el Ártico canadiense; desde los confines de la isla Baffin hasta la bahía de Hudson, quedan docenas de historias no contadas y espectáculos de vida salvaje por explorar. En los próximos años, espero asociarme con mis amigos en estas comunidades y compartir no solo sus historias, sino también las de la tierra y los animales que cuidan.