La ciudad de Petra, que alguna vez fue una próspera capital comercial, es algo que hay que ver para creer. Su arquitectura, tallada en acantilados de piedra arenisca roja, le valió convertirse en una de las 7 maravillas del mundo moderno. Ubicada en los cañones del desierto del suroeste de Jordania, Petra fue la capital de la antigua civilización nabatea.
Con una extensión de 264 kilómetros cuadrados, Petra es un sitio increíble que atrajo a más de un millón de turistas en 2019. Sorprendentemente, lo que vemos hoy es solo una fracción de lo que esta antigua ciudad tiene para ofrecer: los arqueólogos solo han excavado el 15% del sitio, lo que significa que un 85% del sitio todavía está bajo tierra.
No tienes que visitar Petra para estar familiarizado con este mágico lugar; basta recordar algunas películas como Indiana Jones y la última cruzada, La momia regresa y Aladdin, que han utilizado la estructura única de este lugar como ubicación.
Hoy en día, cuando las personas se acercan a este sitio, estarán siguiendo el mismo camino que los comerciantes y visitantes han utilizado desde la creación de Petra. Un largo y curvo barranco conocido como Siq es el preludio de la aventura que les espera más adelante. Esta caminata de 1.2 km, cuyo nombre literalmente significa “el eje,” despierta las emociones de los visitantes. Las decoraciones que enmarcan el camino incluyen un camello tallado y nichos que habrían albergado Baetylus (encarnaciones escultóricas de dioses).
Aunque puede parecer una caminata larga para llegar a la atracción principal, vale la pena poner atención a cada detalle, ya que en cualquier momento aparecerá el primer vistazo de la famosa arquitectura de Petra.
Los nabateos
Los nabateos eran una tribu beduina nómada que atravesó el desierto de Arabia y creó Petra. Emergieron como un poder político entre los siglos II y IV a. C. y comenzaron a construir su capital, que hoy conocemos como Petra. Sin embargo, este no era el nombre original de la ciudad, ya que los nabateos la llamaban Raqmu.
La civilización nabatea ganó riqueza y estabilidad gracias a su control sobre una red comercial que era fundamental para el mundo antiguo. Debido a su participación en el comercio, fueron ampliamente influenciados por diferentes culturas de la región mediterránea y árabe. Estas influencias eventualmente se incorporaron a su religión y cultura.
Petra es una expresión increíble de la riqueza y poder de los nabateos. En un punto de su historia, fue habitada por 30,000 personas. Gracias a su ubicación estratégica, fue una ciudad difícil de conquistar, y más tarde, cuando los nabateos fueron vencidos por los romanos, solo siguió creciendo. De hecho, es posible ver la influencia de la arquitectura romana en toda Petra.
El reino nabateo siguió siendo próspero por varios siglos después de su anexión al imperio romano en el año 106 d.C hasta que, por razones que no están del todo claras, finalmente cayeron en la miseria y sus tierras fueron divididas entre diferentes reinos árabes.
El redescubrimiento de Petra
Petra fue abandonada después del siglo VIII d.C. Aunque los pastores nómadas continuaron usando las estructuras como refugio, el mundo occidental no supo de su existencia por más de más de mil años. Todo eso cambió en el siglo XIX cuando el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt “descubrió” las ruinas de Petra.
Burckhardt estaba de viaje en Siria para mejorar su árabe cuando escuchó la historia de un explorador alemán que había sido asesinado mientras buscaba la ciudad perdida de Petra. Decidido a encontrarla, Burckhardt usó el nombre de Sheikh Ibrahim Ibn Abdallah para ocultar su identidad y buscó integrarse a la sociedad local. Después de varios años en Alepo, se sintió lo suficientemente seguro como para hacer el viaje a El Cairo y, con suerte, pasar por las ruinas.
Mientras viajaba hacia el interior de Jordania, escuchó rumores sobre ruinas antiguas en las cercanías. Dado que esto coincidía con lo que había escuchado anteriormente sobre Petra, fingió que quería sacrificar su cabra y le pidió a su guía local que lo llevara a las tumbas para hacerlo. Fue en este punto que lo llevaron a través del Siq y, en 1812, se convirtió en el primer hombre occidental en ver Petra.
“Un mausoleo excavado apareció a la vista, cuya situación y belleza están calculadas para causar una impresión extraordinaria en el viajero, después de haber atravesado durante casi media hora un pasaje tan lúgubre y casi subterráneo como los que he descrito”, escribió en un libro sobre sus viajes. “Al comparar los testimonios de los autores citados en la Palastina de Reland, parece muy probable que las ruinas de Wady Mousa sean las de la antigua Petra, y es notable que Eusebio diga que la tumba de Aarón estaba cerca de Petra. Estoy convencido al menos, por toda la información que obtuve, de que no hay otra ruina entre los extremos del Mar Muerto y el Mar Rojo, de suficiente importancia para cumplir con la descripción de esa ciudad”.
Después del asombroso descubrimiento de Burckhardt, muchos exploradores occidentales llegaron a Petra para hacer dibujos de las estructuras y estudiar su arquitectura. Esto allanó el camino para que su belleza fuese conocida en todo el mundo.
Al Khazneh
Una de las estructuras más emblemáticas de Petra es Al Khazneh, el Tesoro. Tallado en la cara de la roca arenisca roja, tiene 38 metros de alto y casi 25 metros de ancho. Se encuentra en la entrada más importante de Petra desde el Siq, y destaca por su elaborada decoración. De estilo casi helenístico, es conocida por su decoración floral y figurativa, además de los elementos arquitectónicos como columnas y frontones que recuerdan a los antiguos templos griegos.
Aunque se llama el Tesoro, la estructura es en realidad una tumba. Dada su ubicación prominente, los arqueólogos están casi seguros de que fue la tumba de un rey o una reina nabatea. Desafortunadamente, como no se han encontrado monedas o cerámica que puedan ayudar a desentrañar el misterio, todavía no sabemos la fecha exacta de su creación o para quién fue creada. Sin embargo, es muy probable que fuera construida para el rey Aretas IV, quien gobernó entre el 9 a. C. y el 40 d. C. Este rey fue gobernante más exitoso de los nabateos, ya que lideró a su pueblo en un momento en que Petra estaba en su apogeo y se construyeron muchos de sus edificios.
Entonces, si Al Khazneh es una tumba, ¿por qué la gente lo llama Tesoro? Esto se remonta a principios del siglo XX, cuando los beduinos se convencieron de que la urna del segundo piso contenía el tesoro de un faraón egipcio. De hecho, estaban tan seguros que disparaban continuamente con la esperanza de liberar el tesoro; así nació este apodo. Curiosamente, en Indiana Jones y la última cruzada, Al Khazneh se utiliza como la ubicación del Santo Grial, uno de los tesoros más importantes del mundo.
Hoy en día, millones de personas visitan Petra para maravillarse con sus espectaculares estructuras talladas.
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