Las posadas: la tradición mexicana que ilumina la Navidad

posada mexicana

Foto: Fotos de stock por Marcos Castillo/Shutterstock

México tiene una celebración navideña como ninguna otra. Del 16 al 24 de diciembre se celebran las posadas, una serie de nueve fiestas populares que representan el peregrinaje de la virgen María y José previo al nacimiento de Jesús. El origen de las posadas se remonta al siglo XVI, y si bien son de carácter religioso, la expansión del catolicismo en México–y varias regiones de Centroamérica–las ha convertido en una celebración indispensable de la temporada navideña.

 

¿Qué son las posadas?

De acuerdo con la tradición católica, las posadas representan el peregrinaje de María y su esposo, José, de Nazaret a Belén. A su llegada, María estaba a punto de dar a luz, pero fueron rechazados en posadas y hogares por igual. Tras un largo recorrido, se les ofreció un humilde pesebre, donde nació Jesús.

En México, la historia de las posadas comienza, como muchas tradiciones locales, con un encuentro de dos culturas. Previo a la conquista española, los aztecas celebraban durante el mes del Panquetzaliztli–que significa “levantamiento de banderas “y, como última veintena del calendario, equivale a diciembre–la llegada de Huitzilopochtli, el dios del Sol y de la guerra. Durante la celebración, se izaban banderas y estandartes en el templo principal, y se decoraban los árboles frutales previo al solsticio de invierno.

historia de las posadas

“Peregrinos para pedir posada” (ca. 1950) Foto: Casasola (vía Instituto Nacional de Antropología e Historia, México) (CC BY-NC-ND 4.0)

A la llegada de los españoles, los religiosos reemplazaron el culto a Huitzilopochtli con una fiesta previa a la Navidad. En 1587, fray Diego de Soria, superior del convento de San Agustín de Acolman–en lo que hoy es el Estado de México–pidió permiso al papa Sixto V para celebrar unas “misas de aguinaldos”, a celebrarse entre el 16 y 24 de diciembre, en las que se incorporarían pasajes de la Navidad.

Para hacerlas aún más atractivas, con el paso de los años se fueron agregando elementos que permanecen hasta nuestros días, como las piñatas, las velas y la entrega de dulces o aguinaldos. Si bien estas fiestas comenzaron en los atrios de las iglesias, eventualmente se extendieron a las calles de México–y más allá.

posada navideña

Foto: Fotos de stock por Marcos Castillo/Shutterstock

¿Cómo se hace una posada?

El corazón de una posada es representar la petición de alojamiento que realizaron María y José en Belén. Para ello, los asistentes a la posada deben dividirse en dos grupos: unos representarán a los peregrinos y los otros, a los moradores. Los primeros salen de la casa o recinto en el que se realiza la posada. Así, frente a la puerta y en muchos casos, sosteniendo velas o figuras de la virgen María y José, deben entonar la primera de 12 estrofas de la solicitud de posada: “En el nombre del cielo / os pido posada / pues no puede andar / mi esposa amada”.

El segundo grupo debe negar la entrada al grupo responder “Aquí no es mesón /sigan adelante / no les puedo abrir / no vaya ser un tunante”. El intercambio continúa por algunos minutos, en los que los peregrinos piden ser acogidos y explican su situación (“Posada le pido / amado casero / pues madre va a ser / la reina del cielo”). Al final, quienes están adentro, abren las puertas y dan la bienvenida al otro grupo (“Entren Santos Peregrinos / reciban este rincón / que aunque es pobre la morada / os la doy de corazón”).

posadas

Foto: Fotos de stock por Fer Gregory/Shutterstock

Una vez reunidos, el grupo procede a romper la piñata, la cual tiene siete picos que representan los siete pecados capitales. Al romperla, se celebra la victoria del bien sobre el mal. A diferencia de otras celebraciones, esta piñata está llena de fruta de temporada (mandarinas, cañas de azúcar y tejocotes), así como dulces y cacahuates.

Además de las velas, en muchas regiones se acostumbra iluminar la fiesta con luces de bengala. Dado que las posadas se celebran al exterior y durante la época de frío, el gran complemento de las posadas navideñas es el ponche de frutas, que por lo general incluye piloncillo, tejocote, guayaba, caña de azúcar, manzanas y canela; sin embargo, las cantidades varían según cada receta familiar y el toque personal de quien lo prepare.

ponche de frutas navideño

Foto: Fotos de stock por Marcos Castillo/Shutterstock

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Regina Sienra

Regina Sienra es colaboradora y redactora en español para My Modern Met. Periodista y traductora originaria de la Ciudad de México. Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Su pasión por escribir sobre las artes visuales, la música, el cine, la literatura y el teatro ha dado vida a una carrera de casi 10 años en diversos medios culturales de México, Estados Unidos y Canadá.
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