Por su exquisita elaboración y darle un un aspecto etéreo a cualquier recinto, los vitrales –o vidrieras– han prevalecido en los lugares de culto durante siglos. Aunque estas piezas suelen ser asociadas con catedrales góticas, también se pueden encontrar en una gran variedad de sitios religiosos, desde fascinantes mezquitas hasta iglesias modernas.
Este es un recorrido por algunas de los vitrales más famosos y fantásticos del mundo, desde obras maestras medievales hasta creaciones contemporáneas. Si bien estas deslumbrantes piezas varían drásticamente en escala y estilo, cada una posee la capacidad de transformar un sitio terrenal en un caleidoscopio de colores mágicos.
Sainte-Chapelle
Descrita como la “joya del período gótico radiante”, la deslumbrante Sainte-Chapelle –o Santa Capilla– de París fue construida en el siglo XIII por el rey Luis IX. Aunque inicialmente estaba destinada a albergar preciosas reliquias, la Sainte-Chapelle se volvió famosa por sus 15 maravillosas vidrieras. Midiendo casi 15 metros de altura, cada ventana monumental presenta una interpretación brillante de una escena bíblica representada en tonos de gemas y con detalles impresionantes. Además de estas obras maestras verticales, la capilla medieval también es reconocida por su rica tracería y los colores caleidoscópicos de su rosetón.
Capilla del King's College
A lo largo de finales del siglo XV y principios del XVI, se erigió una hermosa capilla gótica en el King's College de la Universidad de Cambridge. Además de su fascinante bóveda y una pintura del maestro barroco Pedro Pablo Rubens, la Capilla del King's College es famosa por su tesoro de vitrales narrativos. La iconografía presentada en estos espléndidos paneles incorpora motivos religiosos y reales mientras ilustra los avances artísticos del período gótico de Inglaterra.
Mezquita Nasir-ol-Molk
La Mezquita Nasir-ol-Molk, un lugar de culto construido en Shiraz, Irán en el siglo XIX, es un ejemplo impresionante de la arquitectura islámica. Con una fachada decorada con una hilera de vidrieras ornamentales, la “mezquita rosa” ofrece a los fieles un espectáculo de luces todos los días al amanecer: a medida que la luz de la mañana atraviesa los paneles, esta ilumina los azulejos interiores de color rosa y la alfombra persa estampada, dándole vida a una encantadora paleta de colores encendidos.