El artista surcoreano Young-sung Kim se ha vuelto famoso gracias a sus pinturas hiperrealistas al óleo de peces nadando en recipientes y vasos de vidrio. Kim utiliza pinceles diminutos para registrar cada minúsculo detalle de sus sujetos, ya sea la colorida cola de un pez beta o las brillantes escamas de un pez dorado. Pintados sobre grandes lienzos, los animales son retratados como si fueran naturalezas muertas “vivas”.
Las pinturas fotorrealistas forman parte de la serie de Kim, Nothing. Life. Object., que habla de la desintegración de la sociedad actual frente al “desarrollo avanzado de las civilizaciones materiales”. Al yuxtaponer seres vivos y materiales, y unirlos como si formaran parte de una pieza de publicidad, Kim comenta sobre la tendencia de la sociedad de descuidar a los seres vivos.
La fascinación del pintor por la belleza de los seres vivos comenzó cuando era niño, ya que le animaban a reflexionar sobre su lugar en el mundo. Estas criaturas son ahora metáforas de la vida en la serie de Kim y se ven forzadas a salir de su entorno natural para entrar en un objeto que las atrapa.
“¿Cuál es el significado o valor de los organismos vivos en la civilización moderna? ¿Cuál es el significado de los organismos vivos para los seres humanos? Existen con nosotros en el mismo ambiente, pero siempre se les considera como alimentos o elementos decorativos en una jerarquía inferior”, escribe Kim. “A pesar de que son seres vivos con significado y valor de existencia, los humanos sólo los usan para propósitos claros cuando tenemos razones específicas para hacerlo. En la sociedad moderna, esta estructura se aplica a las relaciones entre humanos, entre humanos y organizaciones, o entre humanos y sociedad. El ser humano, un organismo vivo, a veces es considerado y utilizado como un objeto funcional”.
Desde este punto de vista, la obra hiperrealista de Kim adquiere un nuevo significado. Mientras miramos imágenes fijas de estos seres vivos, no pensamos en el estrés que deben sufrir cuando “posan” para la obra. Kim está consciente de esta ironía, y la compara con la falsedad que aflige a mucha gente. “Los seres humanos de hoy se adornan a sí mismos maravillosamente y parecen estar viviendo vidas felices y estables, pero sus vidas no son tan diferentes a las de estos animales mientras luchan por sobrevivir en un espacio confinado que está completamente expuesto ante los demás”.