5 Obras de arte de Gerhard Richter que capturan la colorida carrera de este artista experimental

 

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El artista alemán Gerhard Richter es considerado uno de los artistas contemporáneos más importantes de la actualidad. Aunque inicialmente se formó como pintor realista, luego desarrolló un estilo más abstracto que mezcla los movimientos que lo influenciaron: el expresionismo abstracto, el Pop Art, el minimalismo y el conceptualismo son las principales fuentes de inspiración de Richter. Además, también siempre ha tenido una pasión por la fotografía y a menudo produjo pinturas que parecían fotografías ligeramente desenfocadas, ofreciendo solo una visión incompleta del sujeto.

Richter comenzó a pintar a principios de la década de 1950, cuando estudiaba en la Kunstakademie de Dresde. Durante este tiempo, el régimen comunista de Alemania Oriental impuso un estilo realista social a todos los artistas en activo. Richter se limitó a pintar paisajes y carteles políticos encargados por empresas estatales. Sin embargo, durante los años 60, Richter se mudó a Düsseldorf, en Alemania Occidental, donde tuvo más libertad y comenzó a pintar de una manera más expresiva.

A lo largo de sus más de 60 años de carrera, Richter creó obras abstractas y realistas por igual. Si bien los estilos difieren, hay un hilo que une todo: la experimentación. El artista siempre celebró los efectos aleatorios de los medios que utiliza, permitiendo que su proceso determine el resultado final. “Quiero dejar todo como está”, dice. “Yo, por lo tanto, ni planifico ni invento; no agrego nada y no omito nada. Al mismo tiempo, sé que inevitablemente planificaré, inventaré, alteraré, fabricaré y manipularé. Pero no lo sé”.

Siga leyendo para descubrir cinco de las obras famosas de Richter.

Cinco obras de arte de Gerhard Richter que debes conocer.

 

Serie Colour Charts, 1966-2008

 

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En 1966, Richter comenzó a pintar cuadrículas uniformes de rectángulos o cuadrados de colores sólidos sobre un fondo blanco. El artista se inspiró en una colección de tarjetas de muestra de pintura que encontró en una ferretería en Düsseldorf. Cautivado por la sencillez de la selección cromáticamente rica, comenzó a copiar exactamente los colores originales, eligiendo combinaciones al azar. Durante los años 70, Richter dejó de usar fragmentos de pintura como materia prima y comenzó a crear sus propios colores.

“Basándome en las mezclas de los tres colores primarios, junto con el blanco y el negro, obtengo una cierta cantidad de colores posibles y, al multiplicarlos por dos o cuatro, obtengo un número definido de campos de color que vuelvo a multiplicar por dos, etc.”, explicó Richter en una entrevista con la autora y editora Irmeline Lebeer en 1973.

La cantidad de colores que incluía Richter variaba. Algunas de sus primeras obras solo tenían cuatro tonos. Sin embargo, en 2007, el prolífico artista produjo una obra de arte gigante con 4900 colores. Más tarde, Richter volvió a pintar solo cuatro colores en 2008, con lo que marcó el final de esta serie.

 

Clouds, 1982

Gerhard Richter, "Clouds", 1982 at MMoA, NYC

A mediados de los años 70, Richter comenzó a pintar una serie de obras abstractas y coloridas con tonos brumosos y formas geométricas. Clouds (‘Nubes'), pintada en 1982, es un ejemplo de cómo el artista a menudo fluctúa entre estilos realistas y abstractos. Como sugiere el título, la parte inferior izquierda de la obra quizás represente nubes suaves en el cielo. Sin embargo, las pinceladas vibrantes y audaces interrumpen la composición, que parece ser una ventana. Esta pieza de dos paneles al óleo sobre lienzo atrae al espectador a experimentar la belleza de los colores, texturas y formas, sin tratar de extraer significado alguno.

 

Tote, 1988

 

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La serie October 18, 1977 consiste en 15 pinturas en blanco y negro en las que Richter trabajó entre marzo y noviembre de 1988. Dentro de la colección, el artista creó tres pinturas tituladas Tote (‘Muerto'), basadas en fotografías que representan a Ulrike Meinhof, miembro fundador del grupo terrorista Facción del Ejército Rojo. Las fotos fueron tomadas después de su suicidio en la prisión de Stuttgart-Stammheim el 9 de mayo de 1976 y revelan un primer plano de la cabeza y la parte superior del cuerpo mientras yace inconsciente en el suelo. Cada pintura de Tote difiere muy poco, pero todas están creadas en el estilo distintivo y nebuloso de Richter, que recuerda a una fotografía borrosa.

La Facción del Ejército Rojo era un grupo terrorista extremista de izquierda que había estado activo en Alemania Occidental desde principios de la década de 1970. El grupo llevó a cabo varios delitos, que incluyeron robos a bancos, atentados con bombas y asesinatos. Finalmente fueron procesados ​​por la policía estatal y colectivamente murieron por suicidio en la prisión de Stuttgart-Stammheim.

Cuando la serie se presentó al público, generó conmoción y escándalo; la opinión sobre estas piezas dividió a los alemanes durante años. Richter simplemente quería recordar los hechos y poner los reflectores sobre la verdad. “Puede darnos nuevos conocimientos. Y también puede ser un intento de consolar, es decir, de dar un sentido a algo. También se trata del hecho de que no podemos simplemente descartar u olvidar una historia como esa; debemos tratar de encontrar una manera de lidiar con eso, de manera apropiada”, dijo el artista sobre esta serie.

 

Abstraktes Bild, 1994

 

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Richter continuó produciendo brillantes obras abstractas a lo largo de la década de 1990. Se propuso desafiar al espectador a disfrutar de los elementos puros de su obra: el color, el gesto y las capas.

Muchas de estas piezas (como esta) se hicieron barriendo campos de color entre sí utilizando su icónica técnica de esponja o escobilla de goma. Al artista le hacía feliz dejar que el proceso definiera la forma de la pieza final. El espíritu de experimentación es exactamente lo que le da resultados emocionantes e inesperados. “Debes tener cierta incertidumbre o perplejidad”, dijo Richter. “Es más interesante ser inseguro”.

 

Moritz, 2000

 

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En Mortiz, Richter retrata a su pequeño hijo. Similar a las obras anteriores del artista inspiradas en fotografías, difumina la línea entre la abstracción y la figuración. Dos áreas aparentemente inacabadas de tonos nublados contrastan con el retrato realista. Casi parece como si estuvieras mirando a través de una ventana empañada, con el sujeto del otro lado.

Gerhard Richter: Sitio web | Facebook

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Regina Sienra

Regina Sienra es colaboradora y redactora en español para My Modern Met. Periodista y traductora originaria de la Ciudad de México. Es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó la licenciatura en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Periodismo. Su pasión por escribir sobre las artes visuales, la música, el cine, la literatura y el teatro ha dado vida a una carrera de casi 10 años en diversos medios culturales de México, Estados Unidos y Canadá.
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