Entre las grandes conquistas de Alejandro se encuentran Egipto, puertos fenicios estratégicos y, tras una larga rivalidad con el rey Darío II, el enorme imperio de Persia. En su corto reinado de 12 años, Alejando Magno conquistó la mayoría del mundo conocido y creó un imperio euroasiático que se extendió desde Grecia hasta India.
Príncipe, rey, general y leyenda—hay mucho que decir acerca del gran Alejandro Magno. Para comprender a fondo los muchos aspectos de su vida, sigue leyendo para conocer 10 datos importantes.
Aquí tienes 10 datos sobre Alejandro Magno—el legendario genio militar—que tal vez no conocías.
1. Era de linaje real por ambos lados de su familia.
Alejandro nació en el año 354 a.C., hijo del rey Filipo II de Macedonia y su cuarta esposa, Olimpia. Aunque no era macedonia, Olimpia era la hija del rey de los molosos, una antigua tribu griega de Epiro. Su familia incluso decía estar relacionada con el héroe de la guerra de Troya, Aquiles.
Después del nacimiento de Alejandro, Olimpia se convirtió en la esposa principal del rey. Sin embargo, su matrimonio no fue todo miel sobre hojuelas. Debido a la herencia mixta de Alejandro, su reclamo al trono fue cuestionado constantemente, causando tensión entre Filipo II y Olimpia.
2. El padre de Alejandro marcó la pauta de sus éxitos militares.
Aunque ahora su nombre no es tan famoso como el de su exitoso hijo, el rey Filipo II de Macedonia (382-336 a.C.) fue un aclamado táctico de guerra. Bajo su reinado, Macedonia pasó de ser un pequeño reino periférico a una potencia militar, dominando a su vecina Grecia en un lapso de 25 años.
Para lograrlo, Filipo II empleó la diplomacia, alianzas matrimoniales y un ejército reformado. El padre de Alejandro desarrolló una formación de infantería conocida como la falange macedonia. En esta estrategia, un bloque de infantería se junta, y cada soldado porta una pica de 6 metros de largo llamada sarissa. Esto se usaba típicamente para mantener a raya a las fuerzas enemigas mientras la caballería iba a la ofensiva.
Por consiguiente, Filipo II fue el responsable de transformar el ejército macedonio en la fuerza de mando que Alejandro utilizaría más tarde para alcanzar sus objetivos.
3. Fue alumno de Aristóteles.
Como hijo del rey de Macedonia, Alejandro siempre estuvo rodeado de maestros para enseñarle matemáticas, historia, tiro con arco y otras materias importantes. Entre los personajes llamados a enseñar al príncipe de 13 años estaba el aclamado filósofo griego Aristóteles. (El rey Filipo II prometió reconstruir el hogar de Aristóteles en Estagira a cambio de dar clases particulares a su hijo). Este encuentro parece haber inspirado en él un amor por la filosofía en todas sus formas.
Según la leyenda, Alejandro, cuando todavía era un príncipe, buscó a Diógenes el cínico—un filósofo que era conocido por rechazar el decoro y dormir en un gran barril. Cuando Alejandro encontró a Diógenes, le preguntó al filósofo si había algo que su fortuna pudiera hacer por él. “Sí”, respondió Diógenes, “apártate. Estás bloqueando el sol”. Este encuentro impresionó tanto a Alejandro que se le cita diciendo: “Si yo no fuera Alejandro, sería Diógenes”.
4. Su libro favorito era la Ilíada.
El biógrafo griego Plutarco escribió que Alejandro era conocido por llevar una copia de la Ilíada de Homero anotada por su tutor Aristóteles a dondequiera que iba. Plutarco dijo: “La consideraba un tesoro portátil que poseía toda la virtud y el conocimiento militar”.
5. El nombre de su poderoso corcel era Bucéfalo.
La biografía de Alejandro escrita por Plutarco también dice que cuando Alejandro tenía diez años, a su padre le ofrecieron un gran y magnífico caballo que se negaba a ser domado. El príncipe, sin embargo, se dio cuenta de que el caballo tenía miedo de su propia sombra, y gracias a su ingenio fue capaz de montarlo. Filipo II, sintiendo un intenso orgullo por el valor de su hijo, declaró: “Muchacho, debes encontrar un reino lo suficientemente grande para tus ambiciones. Macedonia es demasiado pequeña para ti”.
Alejandro terminó quedándose con el caballo, llamándolo Bucéfalo, que significa “cabeza de buey”.
6. Su ascenso al trono fue violento.
En el año 336 a.C., Filipo II fue asesinado por el capitán de sus propios guardias, quien también fue asesinado mientras intentaba huir. A pesar de los años de disputas sobre la legitimidad y el patrimonio, Alejandro, de 20 años, fue inmediatamente declarado rey por los nobles y el ejército. Sin embargo, eso no fue suficiente para hacerlo sentir tranquilo con su nueva posición.
Para asegurar su reinado, Alejandro eliminó a todos los posibles contendientes al trono, incluyendo a su primo y a dos príncipes macedonios menos conocidos, entre muchos otros. Recién nombrado rey, Alejandro aplastó inmediatamente las rebeliones griegas, marcando el comienzo de un régimen dominante.
7. Alejandro (tal vez) cortó el “nudo gordiano”.
Múltiples fuentes antiguas coinciden en que a Alejandro, que ya era rey, le fue presentado el desafío del famoso “nudo gordiano“. Esto sucedió durante una campaña a través de Turquía—el nudo estaba atado al yugo del carro del padre del rey Midas, Gordius. Un oráculo declaró que quien fuera capaz de deshacer el nudo se convertiría en el gobernante de Asia. Sin embargo, la solución de Alejandro es discutida. Algunos confirman que Alejandro cortó el nudo como dice la leyenda, pero otros dicen que fue capaz de desatarlo.
Sea como sea, históricamente se acepta que Alejandro Magno “cortó” el nudo gordiano, y, ya sea por destino o por coincidencia, sí cumplió parcialmente la profecía al llegar a la India.
8. Alejandro nunca fue derrotado en batalla.
Aunque Filipo II merece el debido crédito por desarrollar la formación de la falange macedonia, fue su hijo quien la utilizó en todo su potencial. Ya como un general adolescente, Alejandro era muy respetado por guiar a sus hombres en la batalla a una velocidad extraordinaria. Asumir la corona sólo sirvió para fortalecer los talentos de Alejandro. Según varios registros, incluso después de 15 años de guerra, Alejandro nunca perdió una batalla.
Además, se calcula que el rey macedonio y su ejército caminaron más de 17,000 kilómetros durante sus 12 años de reinado. El imperio de Alejandro—desde Grecia hasta la India—tenía una extensión total de 50 millones de kilómetros cuadrados.
9. Nombró más de 70 ciudades en su honor.
Desde Egipto hasta Turquía, Alejandro Magno dejó su huella por todo su imperio. Para el final de su reinado, Alejandro había nombrado un total de 70 ciudades en su honor, siendo Alejandría, en Egipto, el ejemplo más famoso.
El rey macedonio incluso fundó una ciudad llamada Bucéfala en la India, llamada así tras la muerte de su amado caballo.
10. La muerte de Alejandro Magno aún es un misterio.
En el año 323 a.C., Alejandro murió de fiebre a los 32 años de edad. Según varios registros, la muerte de Alejandro ocurrió en el palacio del rey Nabucodonosor II de Babilonia, dos semanas después de una gran celebración. La causa de muerte todavía se debate entre los historiadores. Algunos creen que Alejandro pudo haber sido envenenado por la gente más cercana a él. Otros proponen que murió por causas ambientales como la malaria, una infección pulmonar o la fiebre tifoidea. Debido a los registros históricos de los hábitos de bebida de Alejandro, también hay historiadores que sospechan que murió de insuficiencia hepática.
Sin embargo, después de su muerte, se reporta que el cuerpo de Alejandro fue cubierto con miel antes de ser colocado en un sarcófago dorado, que luego fue guardado dentro de un ataúd. Uno o dos años después, el cuerpo de Alejandro fue enviado de vuelta a Macedonia sólo para ser interceptado por las fuerzas de Ptolomeo I, que cambió su curso a Egipto. Ptolomeo I pretendía ser visto como el sucesor de Alejandro al obtener el control del cuerpo del rey macedonio.
Eventualmente, se construyó una tumba para los restos de Alejandro en la ciudad egipcia de Alejandría.
Artículos relacionados:
10 Datos sobre el Partenón, el ícono de la antigua Grecia
Las cariátides: una bella mezcla entre la escultura y la arquitectura que data de la antigüedad
Todo sobre ‘Laocoonte y sus hijos’: una obra maestra en mármol del periodo helenístico