Foto: Chongqing University
En un evento histórico, el lander lunar Chang'e 4, de China, albergó unos cuantos invitados especiales. Después de aterrizar en la cara oculta de la Luna el 2 de enero de 2019, se reveló que un recipiente especial lleno de semillas también había hecho el viaje. Increíblemente, las semillas de algodón comenzaron a brotar tras ser regadas poco después del aterrizaje.
Desafortunadamente, el experimento llegó a su fin después de que una larga y fría noche lunar matara cualquier posibilidad de supervivencia, pero echemos un vistazo a lo que sucedió y por qué es tan importante. Si bien los astronauta en la Estación Espacial Internacional cultivan plantas regularmente y los chinos han plantado arroz en el laboratorio especial del Tiangong-2, estos experimentos fueron realizados en órbita terrestre baja. En otras palabras, nunca antes se había intentado cultivar en un entorno tan alejado de la Tierra. Aunque Stuart Roosa, astronauta del Apolo 14, llevaba semillas de árboles consigo en una órbita alrededor de la luna en 1971, nunca se intentó plantarlas.
El experimento del Chang'e 4 consistió en una cápsula autocontenida que incluía semillas de algodón, colza, papa y flores de Arabidopsis, así como levadura y huevecillos de mosca de la fruta. El recipiente hermético también incluyó agua, tierra y aire, así como pequeñas cámaras para que los astronautas pudieran enterarse lo que estaba sucediendo dentro. Como fuente de luz, un tubo dirigía la luz natural desde la superficie de la luna hacia el recipiente.
Las imágenes iniciales mostraron la germinación de la semilla de algodón, y de acuerdo con el profesor y líder del experimento Liu Hanlong, las semillas de papa y colza habían comenzado a brotar.
Las semillas fueron cuidadosamente seleccionadas por los científicos. Las plantas con flores serían fáciles de detectar en cámara al crecer, mientras que las papas podrían ser una fuente de nutrientes para futuras misiones de la tripulación. La levadura desempeñaría un papel en el manejo de los niveles de dióxido de carbono dentro del recipiente, mientras que las moscas de la fruta consumirían las plantas en crecimiento.
Recipiente de biosfera antes de llegar a la Luna. (Foto: Chongqing University)
“Hemos examinado la supervivencia futura en el espacio. Aprender sobre el crecimiento de estas plantas en un entorno de baja gravedad nos permitiría sentar las bases para nuestro futuro establecimiento de la sede espacial”, dijo Liu poco después se anunció que la semilla de algodón había brotado.
Entonces, ¿qué le pasó a la planta?
Aunque el bote contiene un pequeño sistema de control de calor, no fue suficiente para combatir la helada noche lunar, que duró aproximadamente 13.5 días. En este tiempo, las temperaturas caen en picada hasta alcanzar los -180°C (-292°F). Al final, esta caída drástica de la temperatura resultó ser demasiado para la biosfera, y los brotes murieron. Ahora se descompondrán dentro de su entorno cerrado.
Este no fue un final totalmente inesperado para el experimento. Era imposible simular el entorno lunar en la Tierra y, aunque los científicos sabían que las temperaturas descenderían durante la noche lunar, no estaban del todo seguros sobre cuánto podían bajar. De hecho, parte de la misión de Chang'e 4 fue registrar estos datos para aprender más sobre las propiedades del suelo lunar.
Si bien los brotes no crecieron por mucho tiempo, el simple hecho de que germinaran es un gran avance científico. Curiosamente, este experimento histórico se produjo gracias a una iniciativa para alentar a los jóvenes a involucrarse en la misión. El experimento de la biosfera se seleccionó entre más de 250 proyectos presentados por estudiantes de toda China durante una competencia en 2015.
h/t: [IFL Science!, Space]
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