El fotógrafo Chris Fallows capta impresionantes imágenes de animales salvajes en su hábitat natural. Se dio a conocer, hace décadas, por sus retratos de tiburones blancos. La popularidad de estas imágenes le hizo pasar de ser un fotógrafo aficionado a ser un profesional a tiempo completo. Desde entonces, Fallows no ha desperdiciado ni un momento del increíble privilegio que tiene de viajar y estar entre los animales de la Tierra. En los últimos años, se ha sumergido en el mundo de los elefantes, dando vida a majestuosos retratos de estas poderosas criaturas.
La fotografía cinematográfica de Fallows muestra a los elefantes atravesando el paisaje africano. Retratadas casi a nivel de suelo, estas criaturas tienen un aspecto majestuoso, especialmente como unidad familiar. Este tratamiento visual de ellos va más allá de la crónica de sus movimientos y forma parte de la misión de Fallows de concienciar y ayudar a su conservación. Los elefantes africanos se consideran una especie vulnerable, con una población de unos 415,000 ejemplares, muy lejos de los más de 10 millones de elefantes que vagaban por el continente a principios del siglo XX. La esperanza de Fallows es que, al mostrar a la gente la belleza, la gracia y los vínculos familiares de los elefantes, se envíe un mensaje urgente de que es necesario proteger a las criaturas que quedan.
Hablamos con Fallows sobre sus fascinantes fotos de elefantes y sobre el papel que, en su opinión, deben desempeñar los fotógrafos de vida silvestre en la protección de los animales en peligro de extinción. Lee su entrevista exclusiva con My Modern Met a continuación.
¿Cómo empezó tu camino en la fotografía?
Desde los dos años, he estado inmerso en la vida silvestre de África gracias a mis padres que amaban la naturaleza, y en 1996 tuve la suerte de ser la persona que descubrió los mundialmente conocidos saltos de los tiburones blancos en Sudáfrica. Vi un enorme potencial para transformar una afición fotográfica en una profesión a tiempo completo a partir del increíble interés que despertaron mis primeras imágenes de este comportamiento.
¿Cuáles fueron algunas de tus primeras fotos?
Al principio, me centraba más en la acción intensa. Mi lema era “todo o nada”, y me encantaba llenar la toma de acción. A medida que mi trabajo fue evolucionando, traté de aportar una estética más agradable, prestar más atención a los fondos y hacer que mis sujetos fueran el centro de la imagen, y también, cuando era posible, incorporar todo el entorno en el que vivían.
¿Cómo han influido tus primeras imágenes en el trabajo que haces hoy?
Los primeros años me proporcionaron un gran conocimiento de mis sujetos y me enseñaron dónde y cuándo esperar determinados comportamientos. Con el paso de los años, me he adaptado mucho más al entorno en el que trabajo. Hoy en día, mi trabajo se centra en capturar unas pocas imágenes realmente excepcionales cada año, en lugar de una montaña de imágenes buenas o mediocres. Dedico mucho tiempo a preparar una expedición: me fijo en el clima, las condiciones atmosféricas, el comportamiento y los aspectos únicos de mis sujetos. Conseguir una buena fotografía de vida silvestre es fácil, pero conseguir una excelente requiere mucho trabajo.
Has pasado mucho tiempo siguiendo y fotografiando tiburones blancos. ¿Cómo es fotografiar un tiburón, en comparación con observar y fotografiar elefantes?
Sí, durante casi 30 maravillosos y privilegiados años me he especializado en fotografiar tiburones blancos saltando y cazando. Esto significa que, en su mayor parte, te centras en intentar captar una fracción de segundo de la vida de un depredador que se mueve increíblemente rápido. No tienes ni idea de cuándo va a ocurrir, y es la forma más difícil de fotografía de vida silvestre que he experimentado, pero es la forma perfecta de afinar y perfeccionar tus habilidades.
Fotografiar elefantes es, obviamente, mucho más lento, ya que puedes ver lo que hacen tus sujetos y puedes prepararte con mucha más facilidad. Sin embargo, esto significa que es mucho más accesible para todo el mundo y, por lo tanto, si quieres que tu trabajo destaque, tiene que ser excepcional. Tiene que tener elementos que el trabajo de los demás no tiene. No trabajo con animales domesticados o cautivos, lo que significa que tengo que dedicar tiempo a que los elefantes se sientan cómodos conmigo, que me acepten de cerca. Me agacho mucho, suelo disparar con mucha amplitud y me centro en determinados elefantes de una manada que son excepcionales. Si es posible, busco líneas y patrones agradables en el movimiento de la manada, ya que esto contribuye a la sensación estética de la imagen.
En todas mis obras, busco individuos excepcionales, ya sean leones con melenas negras, elefantes con colmillos que llegan hasta el suelo o enormes tiburones. Trato de mostrar los últimos individuos verdaderamente excepcionales y raros que aún existen para llamar la atención sobre lo que podemos perder si no conservamos estos íconos. Lamentablemente, muchas de mis fotos representan comportamientos que no volveremos a ver en nuestro planeta. Si esto no es una llamada a la acción, entonces nada lo será.
Logísticamente, ¿cómo fotografías a los elefantes?
Junto con mi increíble esposa Monique, que comparte mi pasión por la naturaleza, planificamos cada expedición fotográfica con mucha antelación. Voy a cada uno de estos viajes con un conjunto claro de objetivos del aspecto y la sensación de la imagen que me gustaría capturar. El clima, el polvo, las nubes, los fondos despejados, los ángulos bajos, la intimidad, etc. son consideraciones que tengo en cuenta, así como el aspecto real de cada uno de mis sujetos. Busco magníficos ejemplares y sé dónde y cuándo tener la mejor oportunidad de verlos.
¿Cuánto tiempo pasas observándolos antes de empezar a tomar fotos?
Cuando estoy en un lugar, intento, siempre que sea posible, pasar tiempo con mis sujetos y dejar que se familiaricen conmigo. Tengo mucho cuidado de no molestarles y, cuando estoy muy cerca de ellos, estoy solo. Tengo que estar increíblemente alerta y ser consciente de los más mínimos cambios de postura o comportamiento.
No llevo un arma, ya que lo último que querría es que un animal resultara herido debido a mis acciones. Confío en hacerlo bien y ser respetuoso al mismo tiempo. Realmente pone en perspectiva el hecho de que algunas personas sigan viendo como un logro vencer a un animal supuestamente peligroso con una pistola con mira telescópica, cuando yo puedo interactuar con estos animales supuestamente peligrosos a menos de un metro de distancia con una cámara.
¿Qué es lo más extraordinario que has aprendido sobre los elefantes al fotografiarlos?
Sé que es un cliché, pero la increíble fortaleza de sus vínculos familiares. Siempre me atrajeron más los depredadores hasta que pasé mucho tiempo entre elefantes. Entonces empecé a apreciar sus estructuras familiares y sociales y el cuidado que tienen unos de otros y cómo la familia lo es todo para ellos.
¿Tienes algún momento al fotografiar un elefante que haya sido especialmente memorable?
Sí, en el Parque Nacional Mana Pools de Zimbabue. Los machos de este parque son famosos por ser tranquilos, y sentarse a unos metros de uno de estos animales es increíble. Pero una pequeña e insignificante hembra a la que hemos llegado a conocer y querer, llamada Mrs. Stumpy Tail, tocó mi corazón. A lo largo de los años la hemos visto docenas de veces; se pasea con regularidad por nuestro campamento, merodea junto a nuestra tienda y forma parte de la trama de cada una de nuestras visitas. Ha llegado a conocerme en su mundo y en varias ocasiones, cuando voy a pie, se ha acercado a mí, a veces a un palmo de distancia, para ver qué hago. Sencillamente, me encanta este pequeño elefante de aspecto gracioso e insignificante.
¿Cuál crees que es la responsabilidad de un fotógrafo para ayudar a preservar nuestra Tierra y las criaturas que la habitan?
Cualquiera que tenga la oportunidad de fotografiar un animal salvaje en su hábitat tiene la responsabilidad de mostrarlo al mundo para destacar su magnificencia y la necesidad de conseguir que otros lo aprecien y contribuyan a su conservación. Si tienes acceso a un equipo fotográfico caro y puedes viajar a lugares salvajes, probablemente seas más privilegiado que la mayoría y probablemente entiendas y aprecies que tus sujetos están bajo presión. Es nuestro deber mostrar estos animales a otras personas menos afortunadas y, con suerte, inculcarles la necesidad de conservar lo que aún existe. La gente solo entiende, aprecia y desea proteger aquello que conoce y a lo que está expuesto.
La vida silvestre me ha dado mi vida, he visto todos los rincones del planeta y he tenido muchas “experiencias únicas en la vida”, todo gracias a la naturaleza; es lo menos que puedo hacer.
¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Algo emocionante de lo que puedas hablarnos?
Nunca dejo de expandir mis horizontes; el año 2021 tiene por delante algunas aventuras increíbles. Espero capturar una cola de ballena icónica que compita con las mejores, y tengo algunas técnicas nuevas preparadas para poder hacerlo cuando las mega manadas de ballenas migren por nuestra costa. En marzo, tenemos previsto realizar una inmersión en la que fotografiaré a los tiburones blancos en el fondo marino, y más adelante en el año, tenemos previstas expediciones para fotografiar a los veloces marlines rayados alimentándose de bolas de cebo y a las orcas alimentándose de bancos de arenques. Y, por supuesto, varias visitas a los lugares más emblemáticos de África para buscar a sus más magníficos representantes.
Todas estas imágenes seguirán formando parte de mi colección de arte de edición limitada Eleventh Hour, que muestra las criaturas más emblemáticas del mundo y las presiones a las que se enfrentan. Los ingresos se destinan a la compra de tierras en el sur de África para la restauración y protección de los hábitats de la fauna silvestre, así como a apoyar a diversas ONG que protegen lo que aún queda.