Los años 70 y 80 fueron una época emocionante para Nueva York. En ese entonces, Manhattan tenía una energía particular, y los diferentes barrios de la ciudad se balanceaban entre el peligro y la opulencia. Conforme Nueva York se ha ido transformando en la ciudad que ahora conocemos, esos vertiginosos días ahora parecen un recuerdo distante.
¿Por qué la gente tiene tanto interés en el Nueva York de estas décadas? “Creo que la gente extraña las pequeñas tiendas familiares y los restaurantes que unían a los barrios y les daban un sabor especial”, nos dice la icónica fotógrafa Martha Cooper. “Había menos cadenas como como Starbucks, 7-Eleven o McDonalds que ahora están en todas las esquinas y tienen la misma arquitectura que en cualquier otra ciudad”.
Gracias al incansable trabajo de numerosos fotógrafos callejeros, podemos revivir el pasado. Ya sea fotografiando la escena del graffiti o capturando la decadencia de Studio 54, estos artistas pusieron en riesgo su seguridad con tal de obtener una gran imagen.
“En los años 70 y 80, la gente común podía vivir en Manhattan. Lo que muchos olvidan es que la razón por la cual la ciudad era asequible es que había una alta tasa de criminalidad. Muchos vecindarios que estaban tan infestados de drogas y crímenes que la gente tenía miedo de ir”, recuerda Cooper. “Por ejemplo, Lower East Side era una gran área de edificios abandonados y lotes baldíos”.
Gracias a la diligencia de la fotografía callejera podemos recordar, tanto con nostalgia como con un ojo crítico, cómo esta metrópoli se ha transformado para bien o para mal. Hemos creado una lista de 12 fotógrafos callejeros que ayudaron a capturar la vitalidad de Nueva York en dos décadas que cambiaron el rostro de la ciudad para siempre.
Robert Herman
El fotógrafo Robert Herman, quien vive en Nueva York desde que era estudiante, captura sinceras imágenes de los residentes de la ciudad. Comenzó a tomar fotografías en 1978 y su trabajo permite vislumbrar una idea de la cultura neoyorquina más allá de los lugares turísticos.
“Estas fotos cuentan una historia auténtica de la ciudad de Nueva York: no una serie de clichés del paisaje urbano, sino verdaderos neoyorquinos que viven y trabajan en sus propios vecindarios. Como alguien que vivía a su lado y también luchaba por ganarse la vida, me identifiqué con la vulnerabilidad de los sujetos de mis fotos. La ciudad que vi no era el lugar moderno y glamoroso que aparece en las revistas de moda o en las películas de Hollywood. Nueva York era la vida de personas anónimas e ignoradas que luchaban por sobrevivir en esta vibrante pero dura ciudad”.
Jack Garofalo
En 1970, Jack Garofalo, fotógrafo de la revista Paris Match, pasó el verano en Harlem. Ahí fotografió la vibrante cultura callejera que existía en un área poco documentada de la ciudad. De hecho, fue en ese entonces que cientos de familias dejaron Harlem, desconfiando de su infraestructura deficiente y la creciente delincuencia. Las imágenes de Garofalo muestran un lado diferente del vecindario, uno con vínculos comunitarios y mucho, mucho estilo.
Frank Horvat
Con imágenes tomadas entre 1982 y 1986, New York Up & Down es el recuento de Frank de los altibajos de la ciudad. Su mirada hacia Nueva York también fue una forma de hallar su lugar en este duro ambiente. “A través de la lente de mi cámara, mi vulnerabilidad se encontró con la de otros en el momento de la exposición: una fotografía de alguien con el corazón abierto a la cámara de un extraño dice más sobre un neoyorquino de lo que puedo decir en palabras”.
Meryl Meisler
La fotógrafa Meryl Meisler pasó los años 70 documentando extraordinariamente la emocionante vida nocturna de Nueva York. Sus imágenes en blanco y negro plasman el ritmo pulsante de la pista de baile durante los años de la música disco y capturan el espíritu de Studio 54.
Meisler, quien entonces estaba en sus veintes, trabajaba como ilustradora independiente durante el día y de noche capturaba la escena nocturna neoyorquina. Las fotografías resultantes son una cápsula del tiempo que muestra una comunidad unida conformada por almas fiesteras.
Matt Weber
El ex taxista Matt Weber comenzó a documentar la ciudad en los años 80 y pasó tres décadas recopilando imágenes para una serie llamada The Urban Prisoner. Sus cándidas imágenes en blanco y negro matizadas con emociones que van desde la soledad hasta la violencia. El enfoque documental de Weber le da a su trabajo una sensación cruda y feroz.
Martha Cooper
Mientras trabajaba como reportera gráfica para The New York Post, el encuentro de Martha Cooper con jóvenes artistas del graffiti la llevaría a documentar uno de los movimientos de arte underground más importantes del siglo XX. Sus fotografías de la escena del graffiti en Nueva York nos llevan al peligroso mundo de los trenes de pintura y muestran la dedicación y la camaradería que se formaron dentro de los equipos de graffiti. Además de inmortalizar un momento de la historia en Subway Art, sus imágenes siguen inspirando a los artistas callejeros.
En retrospectiva, Cooper reflexiona sobre los aspectos positivos y negativos de esa época. “La ciudad era caótica. Lo bueno es que en esos tiempos de libertad la creatividad floreció. El caos dio lugar a una gran cultura callejera mundial, que incluyó el graffiti y el hip hop que tenemos hoy”, relata la fotógrafa. “Creo que la gentrificación debe abordarse asegurándose de que haya un alto porcentaje de viviendas para personas de bajos ingreso; pero, personalmente, soy más feliz viviendo en una ciudad donde no tengo miedo de ser asaltada”.
Henry Chalfant
Junto con Martha Cooper, Henry Chalfant jugó un papel decisivo en el registro de la creciente escena de graffiti y hip-hop en Nueva York. Además de ser fotógrafo, Chalfant también coprodujo el histórico documental de graffiti de PBS Style Wars. Con su trabajo, dio voz a artistas jóvenes y promovió el graffiti como una forma de expresión creativa.
Janet Delaney
Janet Delaney, fotógrafa radicada en California, llevó consigo su sensibilidad de la costa oeste en varios viajes a Nueva York de 1984 a 1987. La discordante diferencia entre los suburbios californianos y el caótico Manhattan llamó su atención. “El epicentro del arte. Frenético. Más conservador, social y políticamente, que la costa oeste”, explicó Delaney cuando se le pidió que describiera el ambiente de Nueva York en ese momento. “Muy rico y muy pobre al mismo tiempo”. Moviéndose sin una agenda, el trabajo de Delaney es la expresión de una fotógrafa que captura imágenes por placer.
Bruce Davidson
El icónico fotógrafo Bruce Davidson ha documentado la vida en Nueva York desde que dejó el ejército en 1957.En 1980, comenzó a fotografiar el metro de Nueva York. Dentro de los vagones con pintas, las expresiones sinceras revelan cuán inseguro era el transporte público en esa época. “El metro era peligroso en cualquier momento del día o de la noche, y todos los que lo usaban lo sabían y estaban a la defensiva todo el tiempo”, recuerda Davidson. “No pasaba un solo día sin que los periódicos informaran sobre crímenes horrendos en el metro. La forma en la que los pasajeros en el andén me miraban, con mi cámara cara alrededor del cuello, me hacía sentir como un turista o una persona trastornada”.
Richard Sandler
A lo largo de la década de 1980 Richard Sandler documentó exitosamente de la asertividad neoyorquina. Sus imágenes en blanco y negro capturan la diversidad de los ciudadanos de la ciudad. Vagabundos, familias, hombres de negocios o niñeras: los capturó a todos. Las evocadoras imágenes de Sandler son obra de un fotógrafo con buen ojo, siempre listo para disparar en el momento adecuado. Al hacerlo, construyó una colección extraordinaria que transmite las tendencias de una época.
Jamel Shabazz
Jamel Shabazz, fotógrafo nacido en Brooklyn, documentó el auge de la cultura hip-hop en Nueva York. A partir de 1980, fotografió a los personajes vanguardistas, breakdancers y futuros artistas de hip-hop. Usando su cámara como una forma de conectarse con su comunidad, Shabazz mostró una extraordinaria habilidad para capturar el espíritu de sus sujetos. Al hacerlo, deja atrás un valioso archivo de una época en la que la cultura y el estilo evolucionaban a un ritmo veloz.
Ken Stein
Ken Stein era solo un adolescente cuando comenzó a trabajar como fotógrafo para un periódico comunitario en el Bronx, lo que le dio la excusa perfecta para recorrer las calles y capturar el mundo que lo rodeaba. Su trabajo captura este trasfondo vanguardista, con iluminación oscura y tonos fríos. “La ciudad era diferente en ese entonces. Creo que era más tranquilo, las luces de la calle eran más oscuras, había más espacio para caminar y más lugares para pasear, a menudo todo parecía nuevo y las diferentes áreas de la ciudad eran solo eso: diferentes”.
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