Como uno de los grandes exponentes de la arquitectura neoclásica, Manuel Tolsá definió el rostro de la Nueva España con construcciones y estatuas que eventualmente serían considerados monumentos históricos y se convertirían en íconos de sus respectivas ciudades. Desde la conclusión de las obras de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México hasta el diseño del Hospicio Cabañas de Guadalajara, la huella de Tolsá es innegable y su visión forma una parte fundamental de la historia arquitectónica de México.
¿Quién fue Manuel Tolsá?
Manuel Vicente Agustín Tolsá y Sarrión nació el 4 de mayo de 1757 en Enguera, Valencia, España. Estudió en el taller del escultor D. José Puchol antes de inscribirse en la Academia de San Carlos de Valencia. En 1780, Tolsá se trasladó a Madrid, donde estudió diversas disciplinas artísticas, incluyendo pintura. Aunque no hay muchos registros, se cree que trabajó por varios años como escultor en la corte.
En 1790, fue designado director de escultura de la Academia de San Carlos de México, una institución educativa creada con base en las academias de arte de las urbes españolas. Con 76 cajones con copias en yeso de las principales obras ibéricas y vaticanas, partió del puerto de Cádiz hacia la Ciudad de México, a donde llegó 5 meses después.
Desde su posición de director, Tolsá propagó las ideas neoclásicas en favor de los excesos del Barroco, que aún tenía fuerte presencia. Durante su tiempo en México, se vinculó con la aristocracia y con el alto clero, por lo que recibió grandes encargos por parte del gobierno, la Iglesia y la sociedad civil. Con una influencia tan fuerte a lo largo del territorio novohispano, su marca de estilo neoclásico llegó a ser conocida como estilo Tolsá.
Manuel Tolsá falleció el 24 de diciembre de 1816 a los 59 años de edad.
Obras más importantes de Manuel Tolsá
El caballito (1803)
La estatua de El caballito, cuyo nombre oficial es Estatua ecuestre de Carlos IV, es la pieza escultórica más famosa de Tolsá, y se ubica en la plaza que lleva su nombre. De acuerdo con la placa colocada en el pedestal de la estatua, a Manuel Tolsá le tomó 14 meses pulir y cincelar esta escultura. La pieza retrata al monarca español como un emperador romano con una corona de laureles y un cetro en su mano derecha, mientras su caballo galopa. La escultura en sí tiene 4.88 metros de altura y 5.04 metros de largo.
Antiguo palacio de Buenavista (hoy Museo Nacional de San Carlos) (1805)
El diseño del Antiguo Palacio de Buenavista se le atribuye a Tolsá debido a las fuertes semejanzas con el Palacio de Minería y el Palacio del Marqués del Apartado, dos joya neoclásicas del primer cuadro de la ciudad. Este edificio fue un encargo de la Marquesa de Selva Nevada, Doña María Josefa Rodríguez de Pinillos y Gómez de Bárcena, para su hijo, José Gutiérrez del Rivero y Pinillos y Gómez, quien falleció antes de que la construcción terminase. Debido a esto, el edificio pasó por las manos de varias familias y organizaciones, hasta que en 1968 el Instituto Nacional de Bellas Artes lo transformó en el Museo Nacional de San Carlos, que alberga una colección de arte europeo.
Diseño del Hospicio Cabañas (1805)
En 1796, el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo tuvo la idea de construir un hogar para niños huérfanos, y eventualmente, enfermos y personas desamparadas. Así, Tolsá concibió un edificio inspirado en el Hôtel des Invalides de París y El Escorial de Madrid, dando vida al Hospicio Cabañas, un recinto monumental que destaca por su diseño sencillo pero funcional y su balance entre espacios al aire libre y edificios. Hoy, el edificio alberga el Instituto Cultural Cabañas, que incluye murales del pintor José Clemente Orozco, y es uno de los monumentos históricos más célebres de Guadalajara.
Última fase de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México (1813)
La construcción de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México inició en 1571 y concluyó 242 años después; por ello, el proyecto pasó por las manos de al menos cinco arquitectos, siendo Manuel Tolsá el encargado de la última fase previo a su inauguración. Esta parte de la construcción contemplaba la decoración de las torres y la fachada con las esculturas la Fe, la Esperanza y la Caridad, así como el diseño de la cúpula.
Palacio de Minería (1813)
Considerada la estructura emblema de la arquitectura neoclásica en México y el continente americano, el Palacio de Minería fue construido entre 1797 y 1813. Este recinto albergó el Real Seminario de Minería y Real Tribunal de Minería antes de convertirse en una sede de la Universidad Nacional Autónoma de México. El edificio destaca por su construcción simétrica, y su espacioso e iluminado patio central. Hoy, este recinto también alberga un museo dedicado a la obra de Tolsá.
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