El fotógrafo Mitch Dobrowner es conocido por sus fotografías de tormentas. Sus imágenes en blanco y negro hacen de las condiciones extremas un sujeto ideal para la fotografía de autor y su más reciente toma no es una excepción. Vortex No. Duae es una fotografía impresionante de un vórtice, la parte más destructiva de un tornado, tocando tierra en Dakota del Sur, Estados Unidos. Dobrowner capturó de forma magistral este imponente fenómeno metereológico.
Para conseguir una foto como esta, lo más importante es tener paciencia, como suele ser el caso con la fotografía de tormentas. Esta imagen en particular fue tomada al final de una persecución sin incidentes. Dobrowner había llevado a su hijo de 17 años a una aventura con Roger Hill, un experto cazador de tormentas, y el día estaba llegando a su fin cuando vieron que se formaba una supercélula cerca.
“Eventualmente alcanzamos una supercélula recién formada que comenzó a lanzar una serie de tornados”, el fotógrafo le cuenta a My Modern Met. “La imagen Vortex No. Duae fue tomada hacia el final de esa jornada. Observé cómo las nubes de estante más externas del tornado se destejían, revelando el núcleo debajo. Pero para ser honesto, la mejor parte de ese día fue que mi hijo tuvo una experiencia conmigo que siempre recordará”.
Este sentimiento ilustra la frecuencia con la que las fotografías pueden tener un significado especial y oculto para el fotógrafo. Siempre que Dobrowner mire la imagen, recordará ese inolvidable día junto su hijo. Al mismo tiempo, el público puede verla como un documento artístico del poder de la madre naturaleza.
Este no es el primer tornado que Dobrowner ha plasmado con su cámara. Por ello, teníamos curiosidad sobre los desafíos a los que un fotógrafo puede enfrentarse cuando busca capturar algo de esta magnitud. “Es una escena muy surrealista”, admite. “Su altura y prominencia siempre me abruman y asombran. Cada uno es muy diferente y único. El mayor desafío es mantener la concentración, mantener la calma y ‘ver' como fotógrafo… ser paciente como la luz, la composición y varios otros elementos están cambiando constantemente. Hay que esperar el momento adecuado, si es que alguna vez hay un momento adecuado”.
Si bien Dobrowner sabe lo destructivas que pueden ser las tormentas, espera que la gente las admire a través de su trabajo. Y aunque reconoce que la mayoría de la gente está interesada en escuchar lo “aterrador” que fue tomar estas fotos, él está más interesado en replicar la emoción que siente al pararse frente a estas fuerzas de la naturaleza.