El Museo del Prado, ubicado en Madrid, España, es una de las instituciones culturales más importantes del mundo. Con un acervo invaluable que comprende obras desde la Antigüedad hasta el siglo XIX, este recinto alberga la colección de arte español más grande del mundo, así como grandes pinturas de artistas flamencos, franceses, italianos, ingleses y franceses.
En 2019, el Museo del Prado cumplió 200 años. “Desde su creación en 1819, el Museo del Prado ha sido un decisivo actor del progreso de la historia del arte”, afirma su director, Miguel Falomir. La singular historia de su colección –que más que nacer de un interés académico, nació del amor por el arte y una serie de acontecimientos históricos– le ha valido convertirse en uno de los museos más fascinantes del mundo.
Historia del Museo del Prado
El edificio que alberga el Museo del Prado fue diseñado en 1785 por el arquitecto Juan de Villanueva bajo encargo del rey Carlos III, quien ordenó la creación de un Real Gabinete de Historia Natural. La construcción se vio interrumpida por las guerras napoleónicas (1803-1815), por lo que fue hasta 1819, bajo el reinado de Fernando VII –impulsado por el interés de María Isabel de Braganza, su segunda esposa–, que el recinto abrió sus puertas como el Real Museo de Pintura.
En un principio, el acervo del museo estaba conformado por 311 obras de la colección real, que incluía en gran medida las obras favoritas de los monarcas de los siglos XVI y XVII. “Sin pretensiones enciclopédicas, aspiraba a reunir cuantas obras fuera posible de los artistas predilectos”, dice Falomir. Por sus “aspectos más emotivos y sensuales”, las pinturas de Tiziano fueron las primeras coleccionadas por los gobernantes, de tal forma que su obra fue el pilar de la colección en su etapa temprana.
En 1868, tras el destronamiento de Isabel II de España, el museo pasó a formar parte de los “bienes de la Nación” como consecuencia de una ley que abolió los bienes de la Corona. El siguiente evento decisivo en la historia del Museo del Prado fue la disolución del Museo de la Trinidad en 1872. Creado 35 años antes, la colección de este museo estaba conformada por bienes artísticos incautados a las instituciones religiosas. A su cierre, las piezas de arte sacro del Museo de la Trinidad fueron trasladadas al Museo del Prado. A partir de estos dos eventos empezó a ser conocido como el “Museo del Prado” –debido a su ubicación en el bulevar Paseo del Prado–, pero no fue hasta 1920 que este se convirtió en su nombre oficial.
Piezas indispensables del Museo del Prado
El Museo del Prado describe a su acervo como “una colección si se quiere más hecha con pasión que guiada por unos criterios fríamente científicos”. Si bien alberga cientos de obras extraordinarias, hay algunas que destacan por su popularidad, importancia histórica e innovación artística.
El jardín de las delicias (1490 – 1500) del Bosco
El tríptico del jardín de las delicias de Jheronimus Bosch, mejor conocido como el Bosco, es una representación de un mundo surrealista que abarca desde placer orgiástico hasta horrores inimaginables. Este monumental tríptico mide 2 metros de alto y casi 4 metros de largo, y su historia es tan enigmática como su iconografía: se sabe poco del Bosco y no fechaba su obra, pero los historiadores estiman que fue creado entre 1490 y 1500. Como medida de protección, fue trasladado al museo durante la guerra civil española y desde entonces ha formado parte de la colección.
Dónde encontrarla: Sala 056A
La bacanal de los andrios (1523-1526) de Tiziano
Tiziano fue uno de los pintores favoritos de los monarcas españoles y, por ende, es un pilar de la colección del Museo del Prado. Conocido por su uso y aplicación del color, La bacanal de los andrios deslumbra por su vibrante composición y paleta de colores. En esta pintura, inspirada en un texto del sofista Filostrato, Tiziano vierte su esfuerzo en “emular a la casi totalmente perdida, desconocida y, sin embargo, muy prestigiosa ‘pintura de los antiguos’ ”. Los revolucionarios elementos estéticos de esta obra la convirtieron en una de las piezas más apreciadas de la colección real.
Dónde encontrarla: Sala 042
Las meninas (1656) de Diego Velázquez
La pintura más famosa de Velázquez, y probablemente la pieza más popular de Museo del Prado, Las meninas es una representación matizada de la vida en la corte del rey Felipe IV de España. Esta obra representa un punto de inflexión en la historia del arte por la forma en la que Velázquez rompió con los rígidos retratos formales típicamente relacionados con la realeza. Este gigantesco lienzo muestra a la infanta Margarita Teresa, la hija del rey, rodeada por sus damas–las meninas, que dan nombre al cuadro–mientras Velázquez aparece detrás de un caballete pintando su retrato.
Dónde encontrarla: Sala 012
El 3 de mayo en Madrid (1814) de Francisco de Goya
Francisco de Goya es el artista con mayor número de piezas en la colección del Museo del Prado: entre pinturas, dibujos, estampas y documentos, esta institución alberga 936 piezas del artista, incluyendo su obra más famosa: El 3 de mayo en Madrid. Una de las pinturas más famosas del arte moderno, la obra rinde tributo a los españoles que se rebelaron contra los ejércitos franceses durante una de las guerras napoleónicas. Con una iluminación dramática, llena de acción y emoción, la pieza captura el momento exacto en que el pelotón de fusilamiento francés masacró a un grupo de cautivos indefensos.
Dónde encontrarla: Sala 064
Chicos en la playa (1909) de Joaquín Sorolla
A Joaquín Sorolla, el “maestro de la Luz”, se le atribuye la introducción del impresionismo en España. Si bien la mayoría de las obras de este pintor que forman parte de la colección del Museo del Prado son retratos, Chicos en la playa forma parte del periodo en el que Sorolla experimentó con escenas costeras bañadas por el sol. “Con pinceladas amplias cargadas de colores brillantes, libertad y energía incomparables y una espontaneidad imposible de imitar, […] Sorolla se esforzó en captar las fugitivas impresiones producidas por el sol, que estudió en una profusión de dibujos, apuntes y bocetos, así como en sus cuadros de mayor formato”, señala el museo.
Dónde encontrarla: Sala 060A
El Museo del Prado hoy
En 2007, el Museo del Prado experimentó la ampliación más grande de su historia: su espacio de exhibición aumentó en más de un 50% gracias a una remodelación dirigida por el arquitecto español Rafael Moneo. Actualmente, su colección incluye más de 8,000 pinturas, 5,000 dibujos, 2,000 grabados y 700 esculturas.
El Museo del Prado recibió a 2,824,404 visitantes en 2017, siendo el segundo más concurrido de España, solo detrás del Museo Reina Sofía. Con 200 años de historia, su espectacular colección continúa inspirado a académicos y amantes del arte de todas partes del mundo.
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